Estamos ante una realidad que nos demuestra que debemos mejorar la política para mejorar la gestión. Los malos gobiernos -provincial y nacional- nos están marcando la pauta de que nadie puede, ni podrá, enfrentar los problemas de manera individual. Las soluciones se construyen, no son mágicas, y debemos hacerlo sobre bases sólidas.
Desde la Unión Cívica Radical ya se empezó a desandar ese camino que la posiciona como una alternativa política con múltiples miradas sobre diferentes áreas que comprende una gestión de gobierno.
Los hechos así lo demuestran. Que Gastón Manes asuma la presidencia de la Convención Nacional del partido y que Felipe Michlig esté al frente del radicalismo a nivel provincial, muestra que la UCR ha comprendido la tarea que tiene por delante. Desde los espacios partidarios el objetivo es claro: generar acuerdos que permitan crear un programa de gobierno que apoye la producción, cree más puestos de trabajo, haya calidad educativa, mejor seguridad, salud pública y consolide la división de poderes.
El acto provincial de asunción de autoridades fue el primer paso de un largo camino por recorrer. Allí se visibilizó una gran amplitud en la convocatoria reflejada en la asistencia de actores de distintos partidos que, aun teniendo posturas diferentes, convergen en la necesidad de construir un programa que una y posibilite volver a tener un gobierno que le dé expectativas de progreso y desarrollo a nuestra Santa Fe.
El segundo paso se dio en la mesa de autoridades del departamento La Capital bajo la misma lógica: se pluralizó la participación de todos los espacios radicales para fortalecer el partido y se convocó a trabajar en conjunto para recuperar la esperanza ante la incertidumbre e imprevisibilidad que nos gobierna.
En Santa Fe se viene realizando desde hace mucho tiempo con un trabajo silencioso pero constante, en donde valoramos la vocación de servicio de nuestro ex presidente partidario Carlos Fascendini.
Esa tarea tan compleja, sólo pudo concretarse anteponiendo los intereses macro sobre posicionamientos individualistas. También hay que destacar el gran esfuerzo para unificar todas las divergencias y confluir en una perspectiva que nos permite vislumbrar un mejor futuro a pesar de las paupérrimas administraciones que están haciendo Alberto Fernández y Omar Perotti.
Varios dirigentes entendimos que la sociedad espera de sus representantes le den soluciones concretas y no se concentren en peleas mediáticas o internas que no suman, ni multiplican, por el contrario, restan o dividen.
En nuestra provincia, Maxi Pullaro busca consolidar un espacio de discusión ciudadana de políticas públicas que brinde las soluciones concretas que demanda la sociedad. Eso se realiza a través de Agenda Abierta, una herramienta plural donde cada uno de los actores aporta lo mejor de sí para construir la Santa Fe del futuro.
Desde la UCR tenemos la tarea de volver a convencer y dar esperanzas para tener un gobierno que los atienda y que ponga a la producción, el trabajo, la salud, la justicia, la seguridad y la educación como motores de la Santa Fe invencible.
Muchos caen en el lugar común de atacar al partido centenario por haber tenido reveses históricos de gestión. Sin embargo, aquellos incrédulos, deben saber que los dirigentes que están al frente de la mayoría de las comunas y municipios de la provincia, son de la Unión Cívica Radical. Tampoco hay que olvidar lo realizado desde el Frente Progresista que, durante 12 años, fue gestión de un proyecto que plasmó en hechos un plan estratégico consensuado con la sociedad.
Nuestra tarea como militantes y dirigentes es tener una profunda vocación de servicio para que la gente vuelva a creer en la política y los políticos. Para que los mercenarios de las miserias no sean la salida, basados en eslóganes vacíos de contenidos y frases que recubren un cascarón vacío de ideas y soluciones como lo fueron el “síganme que no los voy a defraudar” de los 90 o uno más actual -e igual de dañino- como el de “y ahora la paz y el orden”.
Queremos y vamos a construir una Santa Fe que recupere la tradición de los acuerdos, del diálogo político multidisciplinario. En la que todos y todas tengamos un lugar.
Llegó la hora de consensuar y gestionar. Así como lo hiciera Aldo Tessio hace 60 años, el radicalismo debe ponerse al frente con sus equipos para que Santa Fe rápidamente ocupe un lugar preponderante en el país y salgamos de esta etapa de retroceso.