Domingo 13.8.2023
/Última actualización 20:35
Esta segunda ronda de la paritaria docente 2023, si bien se resolvió el jueves pasado, tuvo bemoles que ameritan un repaso. En el arranque, había comenzado en los tiempos comprometidos, sin necesidad de que los maestros salieran a reclamar que se retomara, como suele ocurrir. Al salir de esa primera reunión, parecía todo encauzado, con los pedidos docentes escuchados por el gobierno: no sólo los de aumento salarial sino también en cuanto a concursos docentes y otros temas vinculados a las condiciones laborales. Además, las partes habían destacado que la metodología de la cláusula de actualización automática del primer cuatrimestre escolar funcionó bien, aun con los altos índices inflacionarios del país, lo que permitió desarrollar una primera parte del ciclo lectivo con normalidad, a excepción de los 4 días de paro iniciales en marzo.
Hasta ahí parecía desarrollarse todo sobre rieles. Pero a menos de 24 horas de haber salido del recinto de reunión, se desató la hecatombe cuando los maestros santafesinos recibieron en sus haberes descuentos de dos tipos: por la aplicación de cambios en el código 890 de "descuentos varios" (donde se usó otra metodología que el gremio docente acusó de "inconsulta"), y por las deducciones del Impuesto a las Ganancias, sobre las que hubo una liquidación "indebida".
Si bien ambos ministerios, de Educación y Economía, salieron a admitir los "errores" y a decir que se iba a devolver el dinero -compromiso que se cumplió a los pocos días-, esas quitas salariales significaron un "ruido" en medio de las siempre delicadas negociaciones paritarias, donde la búsqueda de acuerdos y equilibrios nunca es fácil. Tanto así que se cobró la salida de un funcionario del Ministerio de Educación, a quién se le iniciará un sumario administrativo.
Con la devolución de los descuentos en el bolsillo y los ánimos docentes más aplacados, la paritaria continuó a la semana siguiente, ya con la propuesta de incremento salarial sobre la mesa, la cual fue ponderada por los gremios. Luego se activó el clásico mecanismo de consulta a las bases de Amsafe que terminó en un resultado sumamente reñido, definido por una diferencia de apenas 214 votos, de un total de 30 mil docentes participantes.
Fueron 15.075 los educadores que decidieron aceptar. Como contraparte, el número de maestros santafesinos que se inclinó por el rechazo (14.861) también fue alto y no puede soslayarse en el análisis de las causas. "Lo que se está expresando es el malestar que tenemos los docentes. Y ese malestar está fundado en la sobrecarga laboral, en que muchas veces hemos exigido ámbitos donde poder discutir las condiciones de trabajo, en que es necesario mejorar la infraestructura escolar y la creación de cargos", fue la lectura de Rodrigo Alonso, secretario general de Amsafe Provincial. Sumó el tema de los descuentos que, aunque devueltos, aportaron al descontento general durante esa primera semana.
Cabe destacar que los docentes privados nucleados en el Sadop aprobaron la propuesta del gobierno con un margen más amplio, el 67% de los votos de los delegados gremiales, por lo que estuvo más en consonancia con lo ocurrido con los sindicatos de la administración pública central (Upcn y ATE).
No obstante la estrechísima diferencia en los votos del magisterio público, este resultado alcanza para iniciar el segundo cuatrimestre escolar sin sobresaltos, dado que también se volverá a activar la cláusula de actualización automática en dos ocasiones, y de existir alguna diferencia con la inflación acumulada, se compensará el salario. Además, en septiembre comienzan los traslados con miras a la titularización y también tendrá lugar el concurso de ascenso a cargos directivos, ambos muy esperados por el sector. De no ocurrir ningún imponderable, habrá clases hasta el 20 de diciembre en Santa Fe, día previsto por calendario como finalización del ciclo escolar 2023.