El acuerdo electoral que venían tratando de construir entre el gobernador de la provincia, Omar Perotti, y el senador nacional Marcelo Lewandowski desde hace dos semanas, está a punto de caerse y, de acuerdo con lo que piensan fuentes consultadas por El Litoral, casi sin tiempo de prosperar, al menos en términos razonables y con reglas de juego claras que concluyan en un armado competitivo.
De acuerdo con lo que dejaron trascender fuentes al tanto de la negociación, la semana pasada en Buenos Aires había habido señales que indicaban la posibilidad de avanzar en un acuerdo que les permitiera a los dos sectores más importantes del peronismo santafesino construir un acuerdo razonable que concluyera en una propuesta competitiva para las elecciones de julio y setiembre con el objetivo de retener la provincia.
Tras coincidir gobernador y senador nacional el 1 de mayo sobre la necesidad de que el peronismo compita unido, este sábado hubo una reunión cara a cara entre los dos, la segunda de quince días, donde se propusieron nombres y alternativas para confeccionar listas comunes. También se fijó un plazo para volver a encontrarse e ir armando listas y propuestas, que una vez vencido liberaban a las partes de hacer lo que creyeran conveniente.
¿Qué pasó entonces? Que las partes no volvieron a encontrarse, la negociación quedó congelada al sábado y, a cuatro días del cierre de listas, algunos dirigentes que participan de las mismas entienden que ya casi no queda tiempo para hacer un acuerdo razonable y equitativo, lo que aleja a las partes y las pone al borde del final.
De hecho, tras suspender dos actos electorales el fin de semana después de una charla que tuvo con el gobernador el viernes en Casa de Gobierno, Roberto Mirabella volverá a aparecer este lunes por la noche en el sur de la provincia. Mientras tanto, desde el sector del senador Lewandowski, que es el precandidato que mejor mide en las encuestas dentro del justicialismo provincial, estaban analizando los pasos a seguir partir de esta situación sin descartar ninguno.