Lunes 23.1.2023
/Última actualización 23:40
El gobierno de la provincia de Santa Fe anunció la concreción de un acuerdo con el gobierno de la provincia de Córdoba para la construcción de un acueducto de manera conjunta, para llevar agua a varias localidades cordobesas, entre ellas San Francisco y muchas más, además de otras de nuestra provincia.
Sería interesante que se solicite a organismos específicos, como podría ser la Facultad de Ciencias Hídricas, que haga un informe para saber el impacto que podría tener aguas abajo de las tomas sobre las islas y en cuanto afectaría el equilibrio ecológico. Y si en épocas de sequía como la que estamos pasando sería posible enviarles agua, si las tomas para abastecer a nuestra ciudad tienen dificultades para recoger el agua por la bajante extrema del nivel del río, ya que debe preservarse el paisaje de las islas y ello requiere un determinado caudal hídrico.
No solo preservarlas por su belleza, sino porque en un futuro próximo se podrían utilizar para el cultivo artificial de peces y ser una fuente importante de recursos, generadora de emprendimientos que den empleo y estimulen la economía regional. Sería aconsejable que la Cámara de Diputados no apruebe el proyecto hasta tener un informe científico objetivo y exacto respecto a las consecuencias de la obra sobre el caudal hídrico aguas abajo de las tomas y sobre el medio ambiente.
Sin duda habría que pensar en un megaproyecto alternativo de tomar agua del océano Atlántico y desalinizar el agua para enviarla por acueductos a zonas de la Patagonia y otras provincias más distantes que se verían beneficiadas con el riego artificial como se está haciendo en Israel. Lo cual podría incrementar la producción agropecuaria de manera considerable en nuestro país. Sobre todo de las provincias que lindan con Chile que se ven afectadas por carecer de agua por bajas precipitaciones.
Con respecto a las provincias del noroeste más distantes del océano Atlántico habría que pensar cómo obtener el agua. Si existe agua en el subsuelo para hacer perforaciones y obtenerla de ese modo para riego. Pero para eso sería interesante perfeccionar los equipos de exploración que detecten la presencia de agua y si es apta para consumo humano y riego, porque de ese modo se ahorra tiempo y costo de no hacer perforaciones que después de un considerable gasto y tiempo resulte que el agua no es apta. Eso es un desafío para nuestros científicos. Pero, así como la Comisión Nacional de Actividades Espaciales lanzó un satélite que detecta la salinidad del agua de mar, se podría investigar la creación de un equipo que detecte no solo la presencia de napas de agua sino también su salinidad de modo de saber si se justifica hacer una perforación.
Este proyecto alternativo de acueductos tendrá un tiempo de espera mayor en cuanto a su realización que tal vez no sea superior a una década pero vale la pena esperar porque no tendría restricciones porque el mar ofrece un recurso inagotable, del cual podría beneficiarse también la provincia de Córdoba mucho mejor que un acueducto a partir del Río Paraná. O bien, si no sería posible llevar agua desde el océano Atlántico, por lo distante, pensar en obtenerla del océano Pacífico, por medio de acueductos que pasen por debajo de la cordillera si eso fuera factible. Es probable que se pueda. Si se hace un túnel para el paso del tránsito podría pasarse, por el mismo, un acueducto por la provincia de San juan, por ejemplo.
Ahora que está en proyecto el túnel de Aguas Negras, en San Juan justamente, sería interesante si se puede aprovechar ese paso para pasar un acueducto desde Chile para abastecer de agua para riego y consumo humano en un futuro; pero al menos el acueducto queda tendido para un futuro cercano si las condiciones de altitud y otras lo permiten. No hay una urgencia imperiosa de abastecer de agua a la provincia de Córdoba. Se puede hacer un compás de espera para analizar mejor el proyecto y no hacer un gasto innecesario si se puede hacer un proyecto alternativo mejor que dure siglos sin pensar en ningún tipo de limitantes.