Domingo 12.12.2021
/Última actualización 11:33
La gobernación de Omar Ángel Perotti, el rafaelino, tiene una relación directa con algunas cuestiones tan visibles y eso hasta un cronista poco avisado, como el que suscribe, las puede advertir. En este caso "ensayemos", hagamos un pequeño ejercicio con una pregunta: ¿cuánto le debe a las actoras políticas el señor Gobernador y hasta qué punto han sido sus acciones las que contribuyeron efectivamente para que consiguiese, con el voto popular, al cargo que ejerce el hombre de Rafaela?
No fue tan eficaz el gobierno social/ radical de Roberto Miguel Lifschitz del 2015 al 2019, no lo fue o su sucesión hubiese sido un trámite. Reponer al Doctor en Medicina (aún cuando ejerció poco su profesión liberal), reponer y defender las propiedades curativas para la Administración Provincial de Antonio Bonfatti, candidato a la gobernación por segunda vez, no fue fácil y la misión fracasó. Que Bonfatti no apareciese -excepto una, acaso dos veces- con la señora que integraba el binomio propuesto, es un argumento sólido. Tan sólido como el olvido. ¿Usted se acuerda cuál era su rostro, de donde provenía y el nombre de la Vicegobernadora propuesta por el FPCyS? Resultaba evidente que Bonfatti no congeniaba. Un binomio mal avenido.
Esa señora, Victoria Tejeda, radical y corondina, ayudó al triunfo de Perotti. Bonfatti no la llevaba a los actos. El visible distanciamiento (podría usar otra palabra pero tengo miedo) fue un mensaje. Bonfatti y sus estrategas de campaña no creyeron en Tejeda. Fue notorio. Lo dicho: fue un mensaje. Perotti agradecido.
SABER GANAR Y SABER PERDER
La Arquitecta María Eugenia Bielsa, un nombre con 100 % de conocimiento como dirigente política en el territorio provincial y un carácter a mitad de camino entre indócil y frontal, fue su rival. La oposición esperaba que la arquitecta agrediese a Perotti en la elección interna y que aquello de "todos unidos triunfaremos" fuese una cancioncita trucha. No sucedió.
La Fórmula Bielsa/ Capitani perdió, la rosarina aceptó la foto de la derrota con el ganador a su lado y silenció su bronca (perdió). El peronismo parecía unido y eso fue todo un mensaje. Ah… detalle. Pocas fotos Lifschitz y Bonfatti. Una rareza. Una más.
Luego de varios trascendidos (uno con clara tendencia surrealista -que Tristán Tzara aprobaría-, rumor potente donde aparecía una fórmula transversal Contigiani/ Rodenas, apenas un fogonazo en instantes de desvaríos mediáticos, cuando ambos eran Diputados Nacionales y una foto confundía más que mil palabras), esta propuesta apenas fue una broma surrealista y todo concluyó en lo obvio. La señora ex jueza, hija de aquel peronista legendario "Tito" Rodenas, hermana de Lissy Rodenas, profesora e historiadora y hermana de su hermano, el doctor en medicina especializado en hemodiálisis Osvaldo Rodenas, aceptó el padrinazgo de los Senadores Provinciales, con Armando Traferri como la espalda protectora, y allá fue el peronismo a las internas y luego a las generales que tuvieron una particularidad: la fecha. La fecha y Cristina Elizabet Fernández de Kirchner, la muchacha del arrabal platense que no vino a confundir, su silencio fue una buena ayuda.
Perotti/ Rodenas marcaron un triunfo histórico que el almanaque protegió. Alejandra Rodenas sonreía, Omar Perotti sonreía. La vida les reía y les cantaba.
UNA AUSENCIA FEMENINA MUY POSITIVA
Ya en aquellos meses sostenía, desde estas columnas, que si no aparecía por estos pagos la señora CFK las posibilidades de Perotti/ Rodenas se acrecentarían y que, por el contrario, su sola cercanía confrontaría con el humor de la provincia, tornaría a los santafesinos en espantados, irascibles, fastidiados y confrontativos.
CFK divide y ofusca. No vino. Fue todo un plan. Como Bonus Track de su comportamiento, electoralmente sabio, de una estrategia superior, tuvo un colofón: la nominación de Alberto Ángel Fernández el porteño… y abogado, aún con portación de rostro y sin decretazos infames (apenas un sonriente y novísimo candidato que aparentaba más calma y diálogo que CFK) fue el salvoconducto que el peronismo necesitaba.
No es posible olvidar que Agustín Rossi aceptó la calma de los escritorios y la ausencia en las barricadas pero en esta nota solo lo mencionamos, por ser rigurosos. "El chivo" no entró en el juego de perfumes, pelucas, modelitos y sonrisas.
VISITAS Y PROPUESTAS INGRATAS
El triunfo del peronismo abrió el juego en el que pueden mencionarse, como aditivos para la carrera triunfal, las visitas de la señora Carrió, siempre inoportunas para la unidad, como la opción Mónica Haydée Fein, la nicoleña que, desde la intendencia, terminaba de hundir la ciudad de Rosario y, como si tal fracaso fuese poco lastre, se enfrentaba con Marcelo Lewandowski, con 15 años de comentarista deportivo de TyC, más de 20 años como comentarista deportivo en un canal local y 5 como conductor de un programa político partidario (peronista). Ambos disputaron una senaduría departamental y Lewandowski apabulló a la Fein. Paliza de votos. La Fein fue un plus para Perotti… y el senador provincial (actual senador nacional).
LA POLVAREDA HIZO MUCHO DAÑO
En el 2021 -a diferencia del 2019- la misma CFK prescindente (y ausente) de aquellas elecciones, digitó candidaturas, habló, comentó y lo imposible de evitar, es parte definitiva del binomio presidencial. Es gobierno y ése Gobierno Nacional se metió en Santa Fe.
No adscribo a la división bueno y malo, tonto y avivado, por el contrario, se votó un binomio y eso es. CFK tiene, tuvo y posiblemente conserve más adhesión personal que AF pero no es posible, sin participar del desvarío, sostener que uno es enemigo del otro. En cambio puede advertirse que la fórmula de diputados, como la de senadores nacionales propuesta en estas elecciones tuvo su opinión, tal vez su dedo. No fue, no es una opinión más. El episodio Agustín Rossi es demasiado elocuente.
Hay, sin embargo, otra mujer que debe mencionarse como imprescindible en este observatorio de las mujeres y su influencia en las resoluciones electorales. Carolina Losada. La competencia de Losada/ Scarpin enfrentando a Lewandowski/Sacnun por las senadurías nacionales que representan a Santa Fe, pone a un importante desconocido como senador nacional: Dionisio Scarpin, intendente en el norte/norte, segundo de Carolina Losada, la muchacha de los paneles televisivos y acompañante de Baby Etchecopar en el año que aún existe: 2021. Marilin Sacnun, con 6 años de senadora nacional, era una desconocida. La diferencia fue muy visible.
Carolina Losada es rosarina, fanática de ñul y de militancia radical liviana, laburaba de periodista (una hermana suya es más vehemente como correligionaria) y llevó de la mano al segundo senador, Scarpin, intendente de Avellaneda. Los votos estaban, supieron conservarlos.
LA IMAGEN ANTES QUE LA PALABRA
Losada acaba de resolver una historia sobre la importancia de género y el mandato popular que es necesario advertir. Su afiche era ella por delante, sonriendo, y CFK por detrás, de ceño fruncido. No competía contra Lewandowski. ¿Se comprende? Ella entendió cómo presentar su mensaje. Los votos quitan discusión.
Perotti y las mujeres con las que comparte historia política y generación son parte de un crecimiento social argentino que es necesario fomentar y acrecentar. Ejemplifican el fenómeno instalado. La Gestión Pública es de todos, el padrón electoral no censura sino que facilita la presencia. El género ya es uno solo: políticos. El resto es una campaña que obliga al buen uso de algoritmos.
La igualdad de género y por tanto de oportunidades, la resolución en el armado de listas, aceptando este mandato social del Siglo XXI, lleva a un pedido: buenos candidatos, pocos caprichos y una amplia libertad territorial. El que la tuvo logró mejor calidad y votos. De eso se trata en la democracia representativa y… ojalá… federal.
Perotti/ Rodenas marcaron un triunfo histórico que el almanaque protegió. Alejandra Rodenas sonreía, Omar Perotti sonreía. La vida les reía y les cantaba.
Perotti y las mujeres con las que comparte historia política y generación son parte de un crecimiento social argentino que es necesario fomentar y acrecentar. Ejemplifican el fenómeno instalado. La Gestión Pública es de todos, el padrón electoral no censura.