En su informe del Primer Semestre 2021 el INDEC nos dice que la pobreza en ciudad de Santa Fe es del 50,5% y la Indigencia el 10,4%. Mientras, el promedio a nivel nacional de la pobreza es del 40,6% y de la indigencia del 10,7%.
Para tener una real dimensión de la situación, solamente debemos estar informados de la cantidad de merenderos que hay en nuestra ciudad.
En su informe del Primer Semestre 2021 el INDEC nos dice que la pobreza en ciudad de Santa Fe es del 50,5% y la Indigencia el 10,4%. Mientras, el promedio a nivel nacional de la pobreza es del 40,6% y de la indigencia del 10,7%.
Esto es lo que nos acontece en la ciudad capital de la provincia: 271.000 personas son pobres y 56.000 son Indigentes.
¿Podemos sentir orgullo? Esta ciudad es la capital de una de las provincias que más riquezas produce en el país. ¿Qué nos pasa? Si a la ciudad de Santa Fe le sumamos la situación de Rosario, ¿qué provincia tenemos? ¿Qué futuro nos depara?
En el escudo de la provincia podemos leer: "Provincia Invencible"... pero hoy debería decir "Provincia Invadida por las Fuerzas Federales de Buenos Aires", lo que significa que no tenemos autonomía, como lo establece nuestra Constitución Nacional.
Qué lejos ha quedado la provincia del federalismo, otrora partícipe de la Primera Declaración de la Independencia en el año 1815, que se denominó la Independencia de los Pueblos Federales y Libres de España y de Buenos Aires.
Para tener una real dimensión de la pobreza, solamente debemos estar informados de la cantidad de merenderos que hay en nuestra ciudad a cuya atención no la hace la provincia, ni la municipalidad, sino que la realizan los Jesús Vivientes que son las voluntarias/os que ponen al máximo su sentido de la solidaridad y que cuentan con el aporte de la sociedad para, de esa forma, alcanzar alimento principalmente a los niños y a los adultos mayores.
En la actualidad pobreza y delincuencia son el verdadero signo de nuestra realidad. Mientras tanto, el pueblo -este ignoto pueblo adormecido y desconocido- cuando despierte, ¿lo hará pacíficamente o violentamente?
Al actual Ministro de Seguridad de la Provincia -y a los que le precedieron- no sé si los adiestran para ser Personajes de la Falta de Respeto a la Ciudadanía. El hecho es que muy suelto de cuerpo manifiesta que se va a reunir con los intendentes para tratar el tema de la violencia. ¡Pura cháchara! La delincuencia que nos tiene a todos atemorizados y enrejados es producto de la pobreza, de la indigencia y de la falta de castigo acorde al daño que nos hacen a los ciudadanos.
¿Cómo se combate la delincuencia, con más invasión de Buenos Aires - a través de las Fuerzas Federales desembarcando en el territorio provincial- o con más autoridad de la Policía de la Provincia? Para entendernos, hoy un policía detiene, arremete o mata a un delincuente y es judicializado y además pierde su trabajo.
Si la policía es corrupta, eliminemos a la policía y paguemos a Buenos Aires el servicio de seguridad, aunque tampoco hacen nada, pero nos controlan a través de su invasión.
Propongo al Sr. Ministro de Seguridad, a los Señores de la Justicia y a los Legisladores que presenten una propuesta para elevar las penas de cárcel, mínimo de 40 a 50 años por violentar la libertad de las personas al robarle y golpear en la vía pública, otro tanto para quienes violenten a los adultos mayores en sus hogares. Esto que detallo ocurre todos los días en cualquier punto de la ciudad. Estamos literalmente desprotegidos y a merced de la delincuencia.
Los delincuentes andan libremente por la calle y los ciudadanos trabajadores, no podemos transitar. Los delincuentes están libres y nosotros permanecemos encerrados.
Si de inseguridad hablamos, hace veinte años que dicen lo mismo. Si tomamos como referencia 1983, hoy, en la práctica, los Derechos Humanos se usan para justificar a los delincuentes y no para proteger a los ciudadanos de a pie.
Ciudadanos: dejemos de hacer reuniones por la Seguridad-Inseguridad y exijamos a los Sres. Legisladores y Jueces, leyes que se apliquen y que a los delincuentes les duela, como a nosotros nos duelen las vejaciones a las que nos someten.
Siento vergüenza, por la liviandad de los Poderes de la Democracia.