Por Ediberto Sánchez y Sebastián Llansa
Por Ediberto Sánchez y Sebastián Llansa
Algunas de las Escuelas Normales Superiores han atravesado proceso de Normalización, Intervención, Sumarios administrativos, etc., que implican una mayor erogación presupuestaria para el Ministerio de Educación, dejando de cubrir necesidades estructurales de infraestructura, creación de cargos y pago de sueldos en la propia escuela u otras escuelas que así lo requieran.
Una adecuada reglamentación provincial, tal como han hecho las demás jurisdicciones locales, permitiría un buen funcionamiento de las Escuelas Normales Superiores, entre otras cosas porque daría participación a los diversos actores político-institucionales y definiría su estructura orgánica, al delimitar cada rol funcional y establecer una estructura con el volumen de cargo. A su vez, sería apropiada para mejorar las grillas salariales; modernizar antiguos institutos, como el Departamento de Aplicación, de inspiración positivista; habilitar la intersección con el pensamiento científico-crítico; horizontalizar la gestión directiva y democratizar la vida escolar, resignificando el rol pasivo de los sujetos pedagógicos, a partir de la estimulación de procesos pedagógicos heurísticos y creativos que suplanten la arcaica memorización cómo vía de acceso al conocimiento.
Luego del informe gremial redactado por la entonces secretaria general de Amsafe Provincial, Sonia Alesso, así como el relevamiento realizado por Irene López en calidad de directora provincial de Educación Superior del Frente Progresista Cívico y Social -ambos valiosos-, la redacción del Reglamento Orgánico Marco (conocido como ROM) quedó inconclusa y no se avanzó en una definición política. Previo a la pandemia, además, se generó un frente gremial de directivos y directivas de Escuelas Normales Superiores Autoconvocados, que también quedó en la nada.
El punto no figura en la agenda paritaria, ni por propuesta oficial del Ministerio de Educación ni por reclamo del gremio Amsafe, situación que perpetúa la precarización laboral del personal de gestión de nivel superior, es decir los directivos y directivas (rectoría, vicerectoría, regencia, secretaría, etc) y prolonga la situación de anomia existente.
La falta de una reglamentación orgánica de las Escuelas Normales Superiores, la precariedad laboral por falta de concursos de titularización de Nivel Superior, amplifica el poder discrecional de la administración pública y de las/os funcionarias/os públicos de carácter político cuya designación es directa y que en muchas ocasiones se limitan a obedecer para conservar sus puestos jerárquicos con los jugosos ingresos que acarrean, en detrimento del personal de gestión directivo y no directivo de Nivel Superior que accede a sus puestos de trabajo por escalafón público; combinada con las tipologías abiertas del régimen de sumarios administrativos (decretos 7249 y 7250), deja expuesto al personal directivo y los transforma, ante críticas a la gestión política por falta de inversión en infraestructura, creación de cargos de planta o mejoras salariales, en blancos fijos en campo abierto, resultando sumamente sencillo quitarlos del medio a través de un sumario con desplazamiento preventivo.
Nada impide soñar con que tome cartas en el asunto la Legislatura provincial, dictando una Ley de Educación Provincial. El ministro de Educación de la provincia de Santa Fe -y el gobernador de la provincia-, así como los funcionarios políticos competentes: secretario de Educación, subsecretaria de Educación Superior (Ex Dirección Provincial de Nivel Superior) y subsidiaria, y parcialmente los delegados y delegadas regionales, así como los funcionarios del área jurídica: Secretaría General y Dirección Provincial de Asuntos Jurídicos del Ministerio de Educación de la Provincia, que hoy brillan por su ausencia, privilegian la conservación de sus propios cargos jerárquicos con el poder y los elevados ingresos o sueldos oligárquicos -en relación a los sueldos docentes- que esto implica, en lugar de ubicar en agenda como tema prioritario la formación de formadores en educación pública, tornando eficiente el funcionamiento del Estado costeado con impuestos de los contribuyentes.
El observatorio de la práctica docente como institución de vanguardia parece negarse a ver las groseras inconsistencias de la estructura orgánica del Departamento de Práctica Docente y su duplicidad con el otrora denominado Departamento de Aplicación, propio de las Escuelas Normales Superiores.
Las Escuelas Normales Superiores -desde la creación de la Escuela Normal Superior de Paraná- se especializan en la formación de maestros y maestras. No atender esta temática repercute en la calidad de la gestión de las instituciones públicas de la provincia.
Quizás pensar la educación pública les resulte difícil, porque el funcionariado tiene en su mayoría -por no decir en su totalidad-, formación y/o pertenencia institucional en y de la educación privada. El Ministerio de Educación se ha convertido en esta gestión en un apéndice del Servicio Provincial de Enseñanza Privada (o SPEP), con un retroceso a políticas propias de la década del '90 (descuentos los días de paro, licuación del salario por inflación, recorte prestaciones de salud de IAPOS, etc.).
Planteada la situación de parias en su propia tierra y como no hay protesta sin propuesta, creemos que la salida de consenso es: 1º) Aplicar todo el articulado de la Transferencia de Servicios Educativos de Nación a Provincia de Santa Fe, financiamiento y ejecución. 2º) Aprobar y promulgar urgente la respectiva Ley Suplementaria, incluyéndola en el actual presupuesto, con las debidas consecuencias legales y prácticas. 3º) Que sepan todas las fuerzas políticas de la provincia de Santa Fe estar a la altura de su responsabilidad y terminen con la precarización laboral del personal docente de gestión en Nivel Superior de las Escuelas Normales Superiores transferidas, así como la angustia y discriminación de los/as trabajadores/as perjudicados por la situación y el impacto en la comunidad escolar que afecta a miles de familias santafesinas.
En este año de elecciones, esperemos ingrese dentro de la plataforma electoral de los diversos actores del sistema político la educación y en particular, el destino institucional de las Escuelas Normales Superiores de la provincia. No hay futuro en la ciudadanía de la provincia de Santa Fe sin educación pública.