Hace unos meses nos llegó a la Junta Provincial de Estudios Históricos una consulta proveniente de Concepción del Uruguay. Se había constituido en esa ciudad una comisión de estudio y conmemoración del 170º Aniversario del Congreso Constituyente de 1853 y no podían establecer el motivo por el cual la reunión había tenido lugar en Santa Fe y no en otra ciudad de la Confederación.
Nos decían que habían recorrido la bibliografía pertinente sobre el tema, como así también la documentación publicada, sin encontrar mucho; solamente ciertas interpretaciones en relación con los pactos preexistentes a la Constitución de 1853 que se concretaron en Santa Fe (la Convención de 1828, el Pacto Federal, el artículo 11º del Tratado de San Nicolás, etc.), asimismo, cuestiones ligadas a su centralidad geográfica entre Buenos Aires y Entre Ríos. Buscaban "alguna documentación que responda específicamente a ese interrogante".
Tradición anfitriona de Santa Fe
A partir de 1822, Santa Fe fue sede de reuniones que influyeron de una forma u otra en el proceso de construcción del Estado. Antes se habían firmado acuerdos y tratados en otros escenarios: el Pacto de Santo Tomé (1816), el Armisticio de San Lorenzo (1819), el Tratado del Pilar y el Pacto de Benegas (los dos en 1820), pero todos ellos fueron rubricados en un contexto de guerra en el que se establecían acuerdos poco menos que en el campo de batalla.
Superada esta etapa tan conflictiva, que incluyó la inesperada invasión entrerriana de 1821, las provincias litorales resolvieron reunirse y firmar un documento conocido como Tratado del Cuadrilátero. En realidad eran dos las vencedoras (Buenos Aires y Santa Fe) y dos las vencidas (Entre Ríos y Corrientes), por lo que se nota que las primeras llevan la iniciativa. Por una nota de Estanislao López del 1 de enero de 1822 dirigida a su colega porteño Martín Rodríguez, sabemos que se había previsto en un primer momento que la reunión se realizara en Paraná, pero que luego el mismo López había resuelto que se concretara en Santa Fe, cosa que nadie le discutiría siendo como era el general vencedor de aquella guerra.
El Tratado del Cuadrilátero quitaba al Congreso reunido en la ciudad de Córdoba el respaldo que se le había prometido en el Pacto de Benegas (1820), cuando se estableció que sería convocado para sesionar en esa ciudad (artículo 2º), atendiendo a la mediación que el gobernador Bustos había prestado en la guerra entre Santa Fe y Buenos Aires.
Como sabemos, el siguiente intento de organización nacional se concretó en Buenos Aires, mediante el Congreso de 1824-1826. A pesar de la buena disposición de las provincias, la oportunidad se desperdició cuando los unitarios intentaron imponer una Constitución de ese signo. Una humillante propuesta de paz, casi una rendición, en la contienda con el Imperio del Brasil, aceleró la caída de Rivadavia y del Congreso.
Fue entonces que Santa Fe recuperó protagonismo y respaldó al gobernador Dorrego de Buenos Aires, firmándose un tratado de amistad el 2 de octubre de 1827. En su artículo 5º, el gobierno de Buenos Aires prestaba su conformidad para que la próxima Convención se reuniera en Santa Fe. En las instrucciones expedidas para los diputados se dice -véase las de San Juan y las de Santiago del Estero-, que la Convención podría realizarse en Santa Fe, o en San Lorenzo, o donde la mayoría dictaminara. Mientras que en las de Santa Fe se señalaba que el lugar de la residencia de la Convención sería fijado por el voto de las provincias, pero "en manera alguna en los extremos del territorio de la República".
No conocemos otras, pero es evidente que predominó el criterio de que la sede fuera Santa Fe, donde funcionó el cuerpo entre el 31 de julio de 1828 y el 14 de octubre de 1829, siendo su actuación más destacable la aprobación de un nuevo tratado de paz con Brasil, a nombre de la República de las Provincias Unidas del Río de la Plata, entidad de dudosa consistencia por entonces. La referencia a San Lorenzo como posible sede de la Convención de 1828, recupera los intentos de organizar allí una reunión o un Congreso, fijados en el Armisticio de San Lorenzo de 1819 y en el Pacto del Pilar de 1820.
¿Por qué el Congreso en Santa Fe?
El hecho de que el Congreso Constituyente de 1853 haya sido convocado a sesionar en la ciudad de Santa Fe se debe a que el Acuerdo de San Nicolás (1852) pretende ser continuidad del Pacto Federal de 1831, que creaba una Comisión Representativa de las provincias firmantes que funcionaría en esta ciudad.
A su vez, la reunión que produjo el Pacto Federal de 1831 tuvo lugar en Santa Fe a propuesta de la provincia de Corrientes, que así lo expresó en el artículo 3º del tratado de alianza con Santa Fe del 6 de marzo de 1830, en el 4º del firmado con Buenos Aires el 23 del mismo mes, y en el 2º del firmado con Entre Ríos el 3 de mayo del mismo año. En los dos primeros casos se había destacado la posición geográfica central en que se encuentra Santa Fe con relación a las otras provincias litorales.
Producida la caída de Rosas, en las resoluciones finales del Protocolo de Palermo del 6 de abril de 1852 se señala "que cada uno de los gobiernos signatarios del Tratado de 4 de enero de 1831, procediese inmediatamente al nombramiento del plenipotenciario que debe concurrir a formar la Comisión Representativa de los Gobiernos, para que, reunida ésta en la capital de la provincia de Santa Fe, entre desde luego en el ejercicio de las atribuciones que le corresponden según el artículo 16º del mismo tratado".
Esta disposición se apoya en los fundamentos mismos del pronunciamiento de Urquiza contra Rosas del 1 de mayo de 1851, cuando se declaró llegada la hora de la organización nacional que el gobernador de Buenos Aires había postergado sistemáticamente, manteniendo el formato de Confederación para la liga entre las provincias, y se invocaba precisamente el "tratado cuadrilátero de las provincias litorales, fecha 4 de enero de 1831".
Si bien se cambió luego la metodología y no fue convocada la Comisión Representativa, sino que se reunieron los gobernadores en San Nicolás, se declaró la plena vigencia del Pacto Federal y se facultó al Encargado de las Relaciones Exteriores para ponerlo en ejecución, manteniéndose en el artículo 11º del nuevo acuerdo que sería Santa Fe la ciudad sede en la que funcionaría, no ya la Comisión Representativa sino el Congreso, aunque se le reservaba al cuerpo la facultad de confirmar el lugar definitivo de su funcionamiento.
Resumiendo: la elección de Santa Fe para sede del Congreso se funda en la continuidad jurídica que, como fuente de legitimidad, el Pronunciamiento de Urquiza, el Protocolo de Palermo y el Acuerdo de San Nicolás quisieron establecer entre sus propios actos y las resoluciones del Pacto Federal sancionado en Santa Fe el 4 de enero de 1831, oportunidad en que la locación del encuentro se había elegido atendiendo a su centralidad geográfica en relación con las otras provincias litorales.
(*) Contenidos producidos para El Litoral desde la Junta Provincial de Estudios Históricos y desde la Asociación Museo y Parque de la Constitución Nacional.