Por Sergio "Checho" Basile
La Unión Cívica Radical se construyó sobre políticas consensuadas y elaboradas en defensa de la democracia y sus instituciones para brindar una mejor calidad de vida a la gente, de eso se trata, y eso queremos.
Por Sergio "Checho" Basile
Diputado Provincial - UCR-NEO
La Unión Cívica Radical cumple 130 años en un momento donde el país transita una fuerte turbulencia. Los conflictos se agudizan y la política avanza con sesgos fundacionales y fundamentalistas, dando lugar sólo a espacios personalistas.
La UCR como partido democrático, nacional y popular, debe recuperar su posición doctrinaria, la que permitió dirigir los destinos de la Argentina en momentos históricos difíciles.
En ese sentido, los que formamos parte del partido de Alem estamos convencidos de que debemos recuperar los posicionamientos y las plataformas políticas que den respuestas a los problemas de la gente: seguridad, economía, educación y salud. Es menester cimentar soluciones desde una concepción ideológica, con contenido político y de base programática.
Entendemos que el radicalismo debe tener un rol preponderante en la conducción del país. Debemos salir del confort de las minorías para ser un partido de mayorías, con capacidad, honestidad, humildad y transparencia en los ámbitos de gestión, donde no todo dé lo mismo. Debemos proyectar contenidos para un gobierno que conduzca con sentido humanista, ecologista y amplio en la percepción del rol del Estado y su relación con la actividad privada.
No debemos ser meros espectadores de políticas caprichosas o posiciones egoístas. Insistimos en la construcción de espacios de apertura con agenda común, que se diferencie de este modelo de país y que saltee la grieta inútil para la sociedad y útil para unos pocos.
La Unión Cívica Radical se construyó sobre políticas consensuadas y elaboradas en defensa de la democracia y sus instituciones para brindar una mejor calidad de vida a la gente, de eso se trata, y eso queremos.
Podemos manifestar que, con la experiencia de haber sido parte del gobierno del Frente Progresista en Santa Fe, el Estado puede ser ese lugar de gestión que normalice los distintos intereses, orientando y apostando a lo público.
Lamentablemente la llegada de un nuevo gobierno provincial rompió con programas de inclusión e integración público-privada y políticas públicas que durante 12 años fueron orgullo de la gran mayoría de los santafesinos y santafesinas. También orgullo radical por ser parte de una gestión de gobierno con transparencia, que avanzó en el desarrollo de una inmensa obra pública que permitió tener un Estado presente y con una activa capacidad laboral sostenible, aún en momentos de crisis económica y social.
Por eso llega una nueva hora, un nuevo momento con la fuerza de mujeres y hombres que protagonicen, organicen, lideren y nos permita salir de la incertidumbre, lo sombrío y lo estático. Que nos permitamos hacer, cambiar, transformar y soñar que otra realidad es posible, que se puede con más y mejor radicalismo, pero sobre todo que se puede vivir en una ciudad, una provincia y un país en los que la dignidad y la libertad sean los caminos que nos conduzcan a todas y todos a vivir mejor.
Encontramos así en Martín Lousteau un líder que pretende evolucionar, que tiene una mirada y denominadores comunes con las políticas desarrolladas por el Frente Progresista, y de ahí un acercamiento con militantes de distintos distritos que están convencidos que debemos encabezar una propuesta superadora a las políticas que se desarrollaron en los últimos años.
En Santa Fe, diputados, diputadas, senadores, presidentes comunales, intendentes e intendentas, y militantes de toda la provincia, tomamos la iniciativa de apoyar a Maximiliano Pullaro como precandidato a Senador Nacional.
En su gran mayoría formamos parte del equipo de gestión de Miguel Lifschitz - Carlos Fascendini y conocemos la realidad santafesina, tenemos experiencia y capacidad de trabajo, transparencia y manos limpias en la administración del Estado.
Nuestra identidad es la causa de los desposeídos, como lo fue desde nuestros inicios. Somos el partido de la igualdad, la solidaridad y la justicia. Somos defensores de la independencia de los poderes, creemos en las construcciones colectivas, en el diálogo y la búsqueda de denominadores comunes porque somos el partido de la vida y la paz.
El radicalismo debe tener un rol preponderante en la conducción del país. Debemos salir del confort de las minorías para ser un partido de mayorías, con capacidad, honestidad, humildad y transparencia en los ámbitos de gestión, donde no todo dé lo mismo.
La Unión Cívica Radical se construyó sobre políticas consensuadas y elaboradas en defensa de la democracia y sus instituciones para brindar una mejor calidad de vida a la gente, de eso se trata, y eso queremos.