"Hola, aquí la tierra, zona poblada, urbe cosmopolita… ¿Hay alguien ahí?" Cuando se menciona el tema droga, todos son artistas del devaneo, inocentes figuritas de la escenografía y el tema. Y la presencia de la drogadicción como enfermedad, la droga como negocio y palanca del poder, una cuestión de los extraterrestres, de Marte o de Ganímedes y no de vecinos poderosos de la otra cuadra.
La actividad electoral exacerba el tema. Todos hablan. Desde profesionales de la burocracia política en mal estado, hasta profesores con rango de sociólogos y titulares de cátedra. De hecho los candidatos en sus discursos, planes y amenazas. Pero, si de droga se trata, en cuanto a llegada, venta, problemas de salud y de destrucción del tejido social, tendremos que fijar un punto para tener un lugar seguro de "arranque", dejando en claro que el tema es mundial, de antigua data y de imposible resolución por una persona.
Ese punto de "arranque" es la llegada del socialismo al poder provincial. Año 2007. Fin de la Ley de Lemas. Hermes Juan Binner se hace cargo de la provincia de Santa Fe como gobernador y el socialismo retiene la intendencia de Rosario con Roberto Miguel Lifschitz. Un médico anestesista especializado en ayudar a los cirujanos de garganta, nariz y oído, y un ingeniero especializado en burocracia y cómo resolverla a favor.
Los encargados de la seguridad en la provincia (de raíz peronista y sus arrabales) le sugieren reuniones para resolver el tema policía, poder judicial, territorio. Binner afirma que no los necesita. Elige sus ministros y el hombre de su más estrecha confianza es Antonio Bonfatti, también médico hospitalario y quien luego lo sucederá en el cargo, pese a que era el turno de Lifschitz.
El proceso de autonomía de la policía se acelera. La ignorancia del socialismo se convierte en sospechosa, su inactividad (del Poder Ejecutivo) en regular mandos policiales se convierte en peligrosa y la omisión de acciones concretas de ejercicio del poder constitucional concluye, en un grado menor pero cierto: complicidad.
Binner era un ignorante absoluto sobre temas de estas características. Lo confiesa. Delega. La situación no dejó de complicarse desde entonces.
Una policía autónoma obedece a una línea piramidal pero la cúspide ya no es el Poder Político, ni siquiera el Poder Judicial, es el titular de la fuerza. Los juicios, las denuncias, las complicaciones delictuales de tantos jefes viene de esa matriz… y de la índole evidentemente corrupta de muchos de ellos, a estar por las acusaciones, los juicios y las condenas.
Bonfatti, el gobernador siguiente (2011-2015), el "Robert Duval" de Binner, parece entender del tema, pero la cuestión se desmadra en el sur por tres razones tan obvias que asustan las cegueras comunitarias. Algo es equívoco. Entiende pero…
Hidrovía, esa "fabulosa Lampalagua" que es salida al mundo. Cuatro rutas terrestres que llevan y traen de todo. La lejanía, distracción, abulia y clara complicidad del poder central que no solo que no crea juzgados federales desde la década del 70 (siii, desde 1970), sino que ni siquiera hace arrestos ni despliega fuerzas –federales- en un territorio donde el mando les pertenece en singularidad. No es joda, es terrible. Todos sonreímos, nerviosos, ante lo demasiado visible.
Con una salida a la venta mundial, cuatro rutas de llegada -más las pistas clandestinas de avionetas que se conocen desde que contrabandeaban cigarrillos Chesterfield desde el Paraguay en 1960 (todos los policías saben en qué campo están, son anteriores a la explosión de la cocaína)- y el colofón: los compadres, policías, capos de la droga y personal judicial corrupto, jugando en el bosque porque el lobo federal no está y listo… el tema no tiene madre, está desmadrado. Las tres razones están. Los efectos también.
Las siguientes gobernaciones (Lifschitz y Perotti) tienen dos componentes muy especiales. Pullaro es el ministro del tema en la gobernación Lifschitz. Muerto Lifschitz, último caudillo socialista, Pullaro es ahora candidato a gobernador. Vive en la provincia y esa muerte lo catapultó.
Marcelo Fabían Sain es/fue, ya fue, era el ministro de Perotti en el tema y todavía no sabemos qué quiso hacer pero hay algo cierto: nada se compuso, todo se trastrocó. No es santafesino total, no vive en la provincia y su excesiva elocuencia y jocosidad le quita seriedad a lo que hizo, si acaso la tuviese.
El balance a la fecha es muy peligroso. Pullaro o Lewandowski, este último peronista, pueden ser los próximos gobernadores. En el sector opositor la colega Carolina Losada, ya ungida senadora nacional se opone -con una interna muy feroz- a que Pullaro sea gobernador y aspira al cargo. Son los tres posibles a la fecha. Después del 16 de julio quedarán solo dos. De los dos, hay uno (Lewandowski) que no tiene como eje central el tema violencia urbana, inseguridad, corrupción estructural.
Está claro, inseguridad, inflación y desocupación son los temas de vida, no de campaña, de vida diaria y supervivencia. De eso se habla poco…y nada. Entiendo que serían únicos ejes. Todos lo saben, todos lo sabemos. Todos nos hacemos los tontos. El tema se descalabra cuando las luchas de los narcos, en mitad de sus clanes y pequeñas tribus, se complican por celos, mujeres que traicionan y varones brutos e iletrados que no saben hasta qué punto son dueños del poder y en qué momento disimular ante el poder formal.
El libro "Los Monos" admite una lectura lateral: cuenta cosas que todos sabían, lo hace de un modo organizado pero… ay, sirve para menciones periodísticas pero no soluciona el tema, simplemente denuncia, lo pone en superficie y lo torna charla de café, de buenos anhelos, de permanentes deseos y de escasa peligrosidad.
Se insiste: en la ciudad de Los Monos el tema Droga/Estado/Sociedad es una cuestión tan banal que hasta admite conferencias y opúsculos universitarios. Já. Sus autores amenazados y sus lectores despreocupados. Con sustos y silencios el año 2013 los motivó al riesgo. Escribir qué pasa en la Región Rosario. Aún hoy es material de consulta y permítanme las mayúsculas: EL SOCIALISMO NO SE HIZO CARGO QUE ERA GOBIERNO CUANDO SE ESCRIBIÓ.
Agreguemos confusión al ambiente: Star+ es un servicio de streaming propiedad de The Walt Disney Company. Fue lanzado el 31 de agosto de 2021 y se encuentra disponible para América Latina. En este mes de junio de 2023 organizó un partido a beneficio, como homenaje a Maximiliano Rodríguez, jugador de fútbol de Ñul. Múltiples invitaciones a estrellas mundiales. Lo que todavía no se ha podido hacer (el homenaje a los Campeones del Mundo, por ineptitud de… en fin) apareció lateralmente ya que estuvo Lionel Messi en el acontecimiento, justamente el 24 de junio, día de su cumpleaños 36.
¿Hubo líos, trifulcas y pelas con "los trapitos"? No. ¿Hubo cuestiones de espacio y supremacías entre "choripaneros" y otros profesionales gastronómicas de la clandestinidad? No. ¿Hubo trifulcas, "puazos", trompadas y avalanchas dentro del estadio? No. Hubo complicaciones durante seis horas de espectáculo, uso de los baños, ventas de sustancias, del carácter que fuese? No. ¿Robaron teléfonos, billeteras y mochilas? No. Hubo problemas cuando aparecieron rivales, archienemigos conocidos (ejemplo: "Fideo" Di María, Rosario Central)? No.
¿Hubo problemas con las entradas que se repartieron entre quienes siguen siendo personajes de sectores muy especiales y al borde de la clandestinidad? No. ¿Hubo problemas con la pirotecnia, con la desconcentración, con los vestuarios? No. ¿Lo organizaron Astore (presidente de Ñul), la AFA, Javkin, Perotti? No. Fue una fiesta popular leprosa donde "se coló" el Mundial. Alegría, alegría. Una fiesta. Con los privados se puede, en mitad de la ciudad de La Droga y El Desmadre se puede. Sí. Es posible. Se hizo. No fue magia.
Se dice, con razón suficiente, que buena parte de la delincuencia y la conflictividad es por exceso de caciquejos, ningún jefe único y peleas intestinas de un negocio que hoy en día movería/mueve más de 5.000.000 dólares, sin contar embarques. Alguien conversó con cada una de las partes de los actores de los trágicos conflictos de la Región Rosario. Es un hecho. Fue una fiesta en paz que se transmitió al mundo. Se hizo, se demostró que se puede hacer, solo hay que saber conversar y con quien hacerlo.
Como secuela tonta e intrascendente aparecieron enojos por una bandera y quien la trajo y etcétera, etcétera. Bandera que era de Los Monos (no es así, es sectorial pero, pongámosle, es de la delincuencia, sí, pero… ¿las barras bravas, todas, no son constituidas por delincuentes y border line?). Las remeras no se hacen en un día y eran igualitas a las banderas. Se vendían en la puerta. Advertencia: una bandera de esas proporciones solo viene y se va en un camión, y la traen y la llevan entre muchos, no hay que ser muy vivo para saberlo. Consejo.
En cuanto a cómo organizar una fiesta en paz, aconsejo hablar con el pato Donald. La fiesta fue buena, algunos funcionarios judiciales y policiales excesivamente puntillosos, y tardíos, buscaban el lunes (en el "finde" los fiscales no laburan) una bandera desplegada en la tribuna central el sábado. Si no los atiende el pato Donald hablen con el ratón Mickey o, finalmente, con Cenicienta. Para organizar el tema droga y disminuir los crímenes hasta el perro Pluto sabría qué hacer.