"El presupuesto viene complicado para Rosario. Me van a ver muy activo por este tema", se le escuchó decir a Javkin en los pasillos de la Municipalidad (firma la nota un periodista serio: Walter Palena, en el diario La Capital, versión papel; también está en la versión digital).
La declaración del intendente Pablo Lautaro Javkin Guelman resume dos cuestiones importantes. Si lo verán activo sobre este tema su declaración es un firme indicador que sobre otros temas no ha estado tan activo o, por lo menos, no lo han visto (activo) y eso es lo que se entiende de un textual del intendente.
En paralelo, la frase tiene una palabra que trae significantes muy fuertes: complicado. Tiene varios significantes e interrogantes: ¿Complicado, por qué? ¿Desde cuándo? ¿Circunstancialmente, a futuro y para siempre, subsanable? ¿Advertencia de una tragedia? Complicado… ¿Qué significa? Al menos lo esencial, es decir una advertencia dicha desde el sitio que ocupa: responsable de la ciudad de Rosario.
Hay aquí un punto ciego. Pami, Esencial, Swiss Medical (Grupo Oroño y Gamma, como sus socios locales), Grupo Delta, Salud Provincial, Salud UNR (Hospital Escuela), obras sociales gremiales y sus sanatorios. Amplio abanico tiene la salud en Región Rosario, espacio de existencia real, donde Javkin no tiene el peso específico que la región requiere.
Es, por ahora, solo el intendente de una ciudad, no el eje de una región que, precisamente, está integrada y entrecruzada en Salud. Ejemplo: el HECA (Hospital de Emergencias, que es inevitablemente regional). ¿Qué cosa no se ve sobre este tema? El porcentaje de empleados municipales que son "sector Salud Municipal". Muchísimos.
Tampoco se ve el delito administrativo de los gobernantes provinciales socialistas que otorgaban, fuera de presupuesto, dineros a Rosario. ¿Desde qué lugar mira Javkin la salud? El intendente mira desde un lugar muy focalizado, nada panóptico. Definiría como un problema la falta del "criterio Foucault" para analizar la situación, pero está en su derecho y, al menos, advirtió que se lo verá activo. Es algo. Es algo indispensable para quien debe responder al mandato de todos los votantes de una ciudad, la más importante de la provincia por sus votos, al menos eso. Nada menos que eso.
El punto ciego en Salud no es el único que la sociedad advierte. Hay un inmenso punto ciego en el delito público. El delito público surge de las declaraciones, en rigor las escuchas telefónicas, de las cuales no se conocen públicamente todas, ni siquiera la mitad y desde la posición de los antiguos funcionarios -que también estarían mencionados- poco y nada, pese a que se sabe que existen ¿Qué escuchas? Las del fenómeno Sain. Marcelo Fabián Sain. Funcionario público. De allí la calificación.
El total del sur provincial no tiene la misma percepción sobre la importancia de estas escuchas sobre un caso único. Puesto en funciones mediante un concurso público inusual por el gobierno radical-socialista, luego funcionario central de un gobierno peronista, actualmente con un juicio dificultoso donde dependemos del MPA, que es un actor que puede mencionarse, abundando en adjetivos ya usados, como actor (el MPA) de un juicio inusual y dificultoso.
Paradoja: es visible el punto ciego de la sociedad sobre el tema en el que está en juicio, como víctima, el sistema de Medios de Comunicación Independientes de la Región Rosario y de la Región Santa Fe, con las amenazas conocidas. Tienen obligación de ser querellantes. Los acompañamos.
Nadie percibe, nadie se autopercibe como habitante de una provincia donde un funcionario, que atravesó el Jordán, hizo cosas reñidas con la ley (de eso se lo acusa) durante mucho tiempo. La sociedad elige ponerse en un Punto Ciego sobre una cuestión fundamental. ¿Elige o no puede elegir otro sitio que el Punto Ciego?
Las concesiones y concursos públicos en su mayoría, las renovaciones de las mismas, también en su mayoría, poseen -todas- una rarísima coincidencia: el Punto Ciego ante la requisitoria básica. ¿A quién, por qué, por cuánto tiempo, a qué valor, con qué grado de dependencia?… Lo siento, están en un Punto Ciego.
En estas semanas, un ejemplo de lo increíble que es la "experiencia" de vivir en una ciudad llena de "puntos ciegos" tuvo una cima descollante. Un trapo blanco con una amenaza al periodismo mereció el repudio de todos. Repudiamos, nos asustamos, nos sentimos dentro, somos periodistas. En semanas anteriores, hubo otras amenazas parecidas. Esta es ejemplar. De increíble a creíble. De inusual a servir de ejemplo: ejemplar.
Colgado sobre la verja del antiguo Canal 5 de Rosario, Grupo Telefé, actualmente con sus acciones integrando una empresa de comunicaciones internacional, la entrada a sus oficinas es algo que posee cuidados de seguridad rigurosísimos, la sábana, el trapo blanco con las amenazas, no fue registrado por ninguna cámara de la empresa de televisión. Ataron el trapo en un "punto ciego". Se supone día y hora, no hay certezas.
Al mismo tiempo no hay registros de cámaras municipales; la verja limita a la propiedad con la vereda de una Avenida, con dos semáforos en línea por tres direcciones posibles y una esquina transitadísima, se supone que con vigilancia televisiva, monitoreo que sería necesario en perfecto estado. No funcionaban o se corresponderían con un "punto ciego".
Las amenazas a la prensa, al periodismo, se expusieron en un punto ciego. Es más que una metáfora o una alegoría. Mucho más. Por vía del "trascendido" acercan versiones con más alarma: "No queremos decirles nada porque estamos investigando y no deseamos que se sepa que estamos investigando".
Las alarmas sobre este caso de punto ciego son muy peligrosas sobre nuestras espaldas ante el delito. Estamos desprotegidos. Cualquier serie policial Clase B de "yankilandia" demuestra el uso de las cámaras callejeras para monitorear la vida (y la muerte) de los habitantes de una comunidad.
No tenemos ése nivel de sofisticación sobre el Gran Hermano que nos sostiene. No quita que Orwell habite entre nosotros, mínimo y sospechado de corrupción, pero el ojo del Estado existe. Aparece cada día una demostración de una contradicción: estamos viendo que Rosario tiene puntos ciegos por donde el delito se va cuando quiere (y vuelve cuando se le antoja). La Región rosario es un inmenso Punto Ciego para los traficantes. El Delito Federal entra en terreno de duda: ¿Existe? Sí, existe ¿Por qué no se lo combate?
Entramos en la categoría de gentilicio: habitantes del reino del puntocieguismo. También los presupuestos, los gestos políticos, las concesiones amañadas, las culpas al otro, la "memoria distraída" sobre los prevaricatos cometidos y el gran ausente: el ojo completo, sin puntos ciegos que fastidian tanto, degradan tanto, inhabilitan tanto para acusar a los demás. Lo dicho: puntocieguismo. En definitiva, el Punto Ciego es el Aleph de una sociedad que, distraída, tiende a la corrupción a paso redoblado.
No tenemos ése nivel de sofisticación sobre el Gran Hermano que nos sostiene. No quita que Orwell habite entre nosotros, mínimo y sospechado de corrupción, pero el ojo del Estado existe. Aparece cada día una demostración de una contradicción: estamos viendo que Rosario tiene puntos ciegos por donde el delito se va cuando quiere (y vuelve cuando se le antoja)