Santa Fe cumplió 449 años y tenemos sobrados motivos para sentirnos orgullosos de nuestro pasado, solidarios con nuestro presente y comprometidos con nuestro futuro. La ciudad de Santa Fe ha escrito capítulos fundamentales de la historia Argentina y no tengo dudas de que lo seguirá haciendo.
Es la tierra en la que nació el proyecto de 1853, Cuna de la Constitución Nacional, y con ello, recibimos un fuerte legado, el de los valores que inspiraron nuestra organización como Nación, la democracia, el federalismo y la república. Tierra de inmigrantes junto a Nicasio Oroño como iniciador del establecimiento de las primeras colonias agrícolas, de la creación del matrimonio civil, del registro civil. Fue aquí también donde los inmigrantes, trabajaron la tierra y con su anhelo de educación para sus hijos, nació la obligatoriedad de la instrucción pública.
Nos llena de orgullo también ser origen de la primera universidad pública del país y haber aprendido tempranamente que, para que hubiera progreso, el conocimiento debía ir de la mano de la producción y así lograr desarrollo. Fue entonces cuando José Gálvez, hace más de cien años, planteó la necesidad de trasladar el puerto; fueron esos hombres también los que trabajaron para concretar un proyecto ferroviario que uniera a los pueblos y proporcionara mejores condiciones para el crecimiento.
Mario Barletta. Actual diputado nacional y ex intendente de Santa Fe. Crédito: Manuel Fabatía / Archivo El litoral
No podemos dejar de recordar a gobernadores como Aldo Tessio y Carlos Sylvestre Begnis, que supieron batallar por el crecimiento genuino y autónomo de la ciudad; con planes de gobierno ejemplares y obras estratégicas como la primera autopista construida en el país, Santa Fe-Rosario, y el túnel subfluvial para la conexión con Paraná y toda la Mesopotamia.
Podría continuar con una extensa enumeración de hitos que hicieron y aún hacen grande a nuestra tierra, que revelan una historia apasionante en un territorio repleto de riquezas naturales, que por su plenitud y belleza han sido incluso evocados por músicos, poetas, cineastas, dramaturgos y pintores.
Tenemos todo para volver a liderar un proyecto democrático, inclusivo y con un verdadero sentido transformador. El desafío es volver a construir un perfil de ciudad con proyección de futuro, y una gestión de gobierno participativa y preparada para concretarlo. Una ciudad en la que el Estado esté presente, de manera responsable ante las necesidades de sus ciudadanos, en la que la planificación, el orden y el respeto sean las reglas que construyamos día a día y así alcanzar una ciudad menos violenta, más equitativa, solidaria y comprometida.
Será fundamental retomar la senda del crecimiento ordenado a partir de una decidida gestión urbana definida como política prioritaria; una ciudad que no solo crezca en obras, sino que sea más inclusiva y que genere más y mejores condiciones para un desarrollo sustentable. Será de trascendental importancia continuar con la gestión de riesgo, la preservación del ambiente, el control de la ocupación territorial y la movilidad urbana.
Al mismo tiempo, debemos proponernos consolidar las bases de un municipio moderno, eficiente y transparente que se haga cargo de los problemas de la ciudadanía generando mejores condiciones para lograr una mejor convivencia ciudadana. Como así también, continuar fortaleciendo la democracia local a partir de la creación de espacios de diálogo y participación de la población en la toma de decisiones.
Necesitamos comprometernos con un plan de desarrollo, desplegar nuestra propia hoja de ruta, actualizada a los desafíos del presente adelantándose a los del futuro, que oriente y comprometa nuestros mejores esfuerzos; una construcción colectiva que se caracterice por la voluntad y la capacidad de involucrar al otro, para establecer una trama hecha de lazos en la que lo público y lo privado, las instituciones, los organismos no gubernamentales y cada uno de los santafesinos formen parte de un presente y de un porvenir que se construye entre todos.
Reencontrarnos con nuestra memoria, nuestra particular impronta y nuestra identidad; reconocer el camino transitado con sus aciertos y errores que nos permita recuperar el orgullo de ser santafesinos, mirar hacia adelante con esperanza y seguir escribiendo juntos la historia de nuestra querida ciudad.
(*) Diputado nacional, ex intendente de la ciudad de Santa Fe y ex rector de la Universidad Nacional del Litoral.