Alejandro Larriera
Alejandro Larriera
Aún perplejo por la decisión tomada por los organizadores y/o la Prefectura Naval Argentina con respecto a la tradicional “Fiesta del Río”, intentaré razonar sobre algunas de las disparatadas explicaciones que escuchamos para fundamentarla.
Del lado del comité organizador parece que todo se ha centrado en un: “Prefectura no autoriza...”, o “Prefectura recomienda no realizarla por seguridad...”. Debo decir que me hubiese gustado ver una actitud menos sumisa por parte de los organizadores, sobre todo cuando sabían que para rebatir los -en su mayor parte insólitos- argumentos de las fuerzas de seguridad en el río para “impedir” la prueba contaban con infinidad de personas e instituciones en condiciones de respaldar la lógica de que la carrera, sin ningún lugar a dudas, debía realizarse el día 3 de febrero desde la Costanera santafesina hasta la corondina, pasando por todas las localidades que también la hicieron propia, y a quienes hoy se les ha robado la fiesta.
Los argumentos de Prefectura son otra cosa que habría que mencionar, pero que dan un poco de vergüenza ajena:
“Que el río tiene camalotes y en ellos hay víboras”, casi ni merece comentarios para alguien que realmente conoce nuestros ambientes. Puede ser un argumento de debate para gente que desinformadamente discute el tema en la verdulería o el banco, pero de ninguna manera para alguien que tiene entre otras responsabilidades la de nuestra seguridad. Si esa fuera una razón válida la carrera no existiría, sin profundizar el hecho de que a simple vista puede decirse que en más de la mitad de las ediciones anteriores se veían muchos más camalotes (sin víboras). Las aguas abiertas se caracterizan por la vida que contienen, y con la que sabemos convivir. Eso las diferencia de una pileta de natación.
“Que no sólo tenemos que garantizar la seguridad de los nadadores, sino también la de la gente que acompaña, más de 100 embarcaciones...”. Señores: si no les gusta su trabajo o sienten que no están en condiciones de hacerlo, búsquense otro. ¿No pueden garantizar la seguridad de 100 embarcaciones? Les comento que sus predecesores en la institución lo hicieron de manera perfecta en ediciones anteriores mucho más numerosas en acompañamiento que lo que se esperaba para ésta, en función de la realidad económica. También hay muchos accidentes de autos, ¿proponemos la idea de prohibir manejar para evitarlos?
“Que con esta altura los puntos de extracción no están accesibles por anegamiento”. Tendría que transcribir aquí el listado de posibles puntos de extracción costeros para emergencia, pero ocuparía un espacio incompatible con esta publicación. Por favor, si la realización de una prueba tan importante para la región depende nuevamente de la desinformada decisión de gente que ignora la región la historia y la cultura, podemos ir despidiéndonos de la otrora, “más linda del mundo”.
Como si esto fuera poco, el día se les rió en la cara. Las condiciones meteorológicas fueron ideales tal como se pronosticaba, y los puntos tradicionales de la carrera se mostraron bellos, luminosos y tristemente solitarios, especialmente en Coronda que es el final de la carrera pero el principio de la historia. Como contrapartida, un pequeño grupo de personas asistió a una carrera de circuito que la verdad no vi y que de repetirse tendrá que buscarse un nombre propio, distinto a aquel del cual hoy pretendió apropiarse.
El día se les rió en la cara. Las condiciones meteorológicas fueron ideales tal como se pronosticaba, y los puntos tradicionales de la carrera se mostraron bellos, luminosos y tristemente solitarios, especialmente en Coronda que es el final de la carrera pero el principio de la historia.