Víctor F. Nícoli: el ingeniero que respaldó el descubrimiento de Santa Fe La Vieja
Hacia los 450 años de la fundación de Santa Fe.
El ingeniero Víctor Nícoli (primero a la izquierda), junto al doctor Agustín Zapata Gollán (al centro de la imagen, con bombachas y botas), en medio de la excavaciones de Santa Fe La Vieja.Banco de Imágenes Florian Paucke.
Miércoles 1.2.2023
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Víctor F. Nícoli (1900-1998), nacido en Cañada de Gómez, estudió en la Escuela Industrial de Rosario y se recibió de ingeniero geógrafo en la ciudad de Córdoba. En tiempos de la gobernación de L. Molinas, siendo el ingeniero Alberto Casella ministro de Obras Públicas de la provincia, fue llamado y se trasladó con su familia a Santa Fe, adquiriendo desde esos primeros tiempos su amor y ciudadanía cabal por la capital provincial, donde los Nícoli se afincaron definitivamente en su residencia de la calle Ituzaingó.
La Provincia le debe servicios destacadísimos, como inspirador y autor de la primera Ley de Contribución de Mejoras, que permitió el desarrollo y financiamiento de obras públicas, distribuyendo cargas fiscales en los propietarios linderos y cercanos que se beneficiaban con los caminos y mejoras rurales en la inmensa llanura santafesina.
Son dignas de recuerdo sus anécdotas sobre su actuación como Director de Catastro y Obras Públicas, donde llegaba antes que nadie y se iba el último. Típico caso de servidor a la antigua, dignificador de la función pública y de los ámbitos esenciales del Estado, cuando poco se toleraban incompetencias y haraganerías prebendarias.
En su actitud permanente de vida y obra poseyó una mente en constante asombro y admiración por las ciencias geográficas, y fue un asistente asiduo a los principales Congresos de Geografía y Catastro que se realizaron a fines de los años cuarenta y comienzos de los cincuenta. Es que asombrarse, como se dice, es comenzar a comprender. Fue también el arquetipo del spectator, voz del latín que pasó a nuestro castellano como "espectador" ("el que mira algo con atención"), ya que en toda su larga vida profesional observó y manejó detalladamente el catastro, las mensuras y los límites históricos y actuales de la provincia, comprendiendo que perfeccionar el catastro era proteger la seguridad jurídica de la propiedad como garantía de la libertad ciudadana, asegurando una sana percepción de impuestos territoriales.
Sus aquilatados conocimientos le valieron -aún en su edad provecta- integrar en representación de Santa Fe comisiones de límites interprovinciales, donde defendió nuestro territorio provincial de sucesivas alteraciones, desempeñándose, además, como asesor técnico del Instituto Geográfico Militar y representante del Consejo de Ingenieros en diversos congresos de su materia.
Víctor Nícoli configuraba una personalidad intelectual que hoy es bastante rara: la del profesional con formación fundada en las llamadas disciplinas exactas o duras, acompañada o perfeccionada con una profunda formación humanística e histórica.
Ubicación exacta de las Ruinas de Santa Fe La Vieja
Pero llegaron los tiempos en los que este espectador privilegiado debió pasar a ser un actor, un defensor apasionado de la ubicación de las ruinas de Santa Fe (1573), en el "Sitio Viejo" cuando, sin embargo, en pleno auge de las tareas de Zapata Gollan, aparecieron opiniones que impugnaron el lugar, negando que el hallazgo de los restos humanos (San Francisco) pertenecieran a la primitiva Santa Fe.
El impugnador [ingeniero Nicanor Alurralde (nota del editor)] sostuvo Nícoli, en sus publicaciones periodísticas pretendía dar "soluciones matemáticas exactas" a opiniones de viajeros, que daban medidas itinerarias aproximadas y sostuvo sin bases certeras que las Ruinas en realidad lo eran de la Reducción de la Concepción de los Charrúas y las de un supuesto pueblo fundado en 1840 y que Santa Fe había sido fundada a 30 kilómetros al norte de la actual localidad de Cayastá. Para Nícoli, citar testimonios y memorias de viajeros coloniales -como lo hacía el impugnador-, en tiempos en que los errores de medición eran enormes, pues las cuerdas de medir que se usaban, de cáñamo, cerda trenzada o cuero, variaban constantemente su longitud según la humedad ambiente, el desgaste y los tirones del arrastre de las cabalgaduras, conducía a resultados dudosos o erróneos. Estábamos lejos aún de la obligación de utilizar las cadenas metálicas, que mejoraron o aproximaron las exactitudes para poder aceptarse menores tolerancias y márgenes de error.
En sus ponencias polémicas, el impugnador esgrimía diferentes medidas, o las cambiaba, en esa suerte de anarquía en las unidades de medidas de longitud que se utilizaron durante la dominación hispánica. Y Nícoli en sus trabajos se encargaría de determinar cuál era la legua que utilizó Garay en sus fundaciones, Santa Fe (1573) y Buenos Aires (1580), en un una publicación-resumen de sus estudios sobre la antiguas medidas de España desde los romanos, pasando por la Reconquista sobre los árabes hasta el advenimiento de los Habsburgo al trono español.
Fugaz renacimiento del error
Aquietada la polémica, afianzándose los estudios de los arqueólogos, pronunciado un fallo de la Academia Nacional de la Historia, en sus últimos años (1990) Nícoli tuvo que salir a desmentir indignado, en un artículo aparecido en América 8 del Centro de Estudios Hispanoamericanos, una suerte de recidiva de un tema ya suficientemente aclarado e indiscutido desde hacía medio siglo, cuando un historiador porteño [Armando Alonso Piñeiro (nota del editor)] en una publicación reciente, sostuvo que: "El enigma (sobre la verdadera ubicación de las ruinas de Santa Fe La Vieja) subsiste, pues Zapata Gollán se reafirma en su tesis original. De todas maneras, las ruinas de Santa Fe -si fueran auténticas- o de Cayastá -si fueran falsas- constituyen un testimonio digno de apreciar, más allá de la dura polémica entablada".
El ingeniero Víctor F. Nícoli fue uno de los primeros adherentes a la tarea de exhumación de las Ruinas de Santa Fe La Vieja, acompañó al Dr. Zapata Gollan en innumerables viajes al sitio viejo y como actor y espectador fue un fiel testigo de la verdad histórica indiscutible sobre el acontecimiento que este año celebramos.
(*) Contenidos producidos para El Litoral desde la Junta Provincial de Estudios Históricos y desde el Centro de Estudios Hispanoamericanos.