Por Raúl S. Vinokurov
Por Raúl S. Vinokurov
Pasan cosas en este país, algunas inimaginables otras poco probables. A Cristina la tocaron, se enojó mucho, renunció a ser candidata el año próximo (¿será?), a pesar de todos los pronósticos que le daban el primer puesto en la lista de senadores por la provincia de Buenos Aires para garantizar fueros. Se sabe que a partir de marzo de 2023 vendrán las apelaciones, primero ante la Cámara Federal de Casación Penal, que no tiene plazos para expedirse y seguramente se recurrirá a la siguiente instancia en queja ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación, que tampoco tiene plazos para dictaminar.
¿Alguien puede decir cuanto tiempo pasará? Años. Las amenazas vertidas tuvieron mínima concreción, desatando opiniones dispares dentro del Frente para Todos y el acto programado para el 19 se postergó ante el Covid positivo de la vicepresidenta. El día anterior al fallo condenatorio a Cristina se dio a conocer y luego se denunció la reunión de jueces y funcionarios en Lago Escondido, en tierras de Joe Lewis, quien hace años es blanco de las críticas y denuncias por privatizar tierras públicas. El mundial siguió adelante rompiendo grietas y motivando alegrías a pesar de la realidad y las carencias. El pueblo argentino celebrando las victorias del fútbol y la mitad de ese pueblo celebrando el fallo mientras un poco menos miraba desconcertado preguntándose ¿y ahora que hacemos? La tocaron y dice que se va.
¿Qué pasa con la investigación sobre el atentado a Cristina? Se reparten culpas dentro del oficialismo, se denuncia alguna participación de la oposición, de algún sector de los Servicios, se critica a los investigadores, pero no hay avances significativos importantes, y si los hay no los conocemos.
Sabemos que el mundial se termina y volveremos a la diaria realidad. Y esa realidad, al margen de las dificultades de todo tipo, nos marcará como casi único protagonista principal hacia el futuro a las elecciones del 2023, a las que se refirió Cristina cuando le decía a Héctor Magnetto que dentro de un año no tendría fueros y volvería a su casa. El post mundial será movido. La renuncia de Cristina ya abrió un abanico de dichos y sucesos dentro del peronismo al que dice pertenecer, pertenencia que muchos no le reconocen.
Cuando parecía que los ruidos vendrían solo de Juntos por el Cambio donde varios quieren ser, también el oficialismo tendrá varios que comenzaremos a conocer a principios del año que viene o antes tal vez. Alberto Fernández dice y se desdice, Massa, Kicillof, de Pedro y hasta el mismo Máximo aparecen en una interna distinta luego del anuncio de Cristina, anuncio que aparentemente dejó al peronismo sin jefe. Hay que incluir a los líderes sindicales que también juegan su partido.
Bullrich, Rodríguez Larreta, Morales, Valdés y Macri, que no se decide, son algunos que se disputan el liderazgo y en menor medida Milei, Manes y otros. Por supuesto las internas abarcan en muchos casos las gobernaciones, intendencias, y las modalidades serán distintas según la provincia que se analice. Hasta ahora son catorce las provincias que aprobaron no realizar las PASO y ocho que todavía mantienen su concreción. Recordemos que Corrientes y Santiago del Estero tienen un cronograma electoral diferido por las intervenciones sufridas.
También algunas provincias aprobaron las listas colectoras y separan la elección provincial de la nacional para no ser arrastrados por lo que presumen un voto negativo para el oficialismo nacional. Muy poco o casi nulo debate acerca de la boleta única o el impulso al voto electrónico, al contrario, las colectoras, listas sábanas y métodos similares no hacen más que mantener prácticas antidemocráticas. La escasez de ejemplos confirma lo expresado. Mendoza aprobó la boleta única sin colectoras o cosas parecidas y Salta el voto electrónico junto a algunas intendencias de varias regiones del país.
Estas cuestiones y muchas más mientras esperamos las quejas y protestas por el fin de año que pronosticamos complicado y cada vez más preocupados por la pandemia interminable, que no solo está, sino que crece. Esto también nos debiera ocupar. En pocos días desaparecerán los ecos del mundial y otra vez la dolorosa realidad golpeará nuestras vidas, imposible evitarlo.