Por María Pía Coscueta (*)
Como sociedad tenemos la posibilidad de modificar nuestra manera de interactuar, aprendiendo a ser más pacientes y compasivos con el otro y educar para desterrar mitos.
Por María Pía Coscueta (*)
Desde hace más de 20 años, en todo el mundo, cada 22 de octubre se celebra el Día de la Toma de Consciencia de la Tartamudez. Esta fecha propicia la posibilidad de brindar información a la comunidad en general, permitiendo un intercambio adecuado y actualizado para lograr la comprensión de esta característica del habla.
La tartamudez es una alteración en la fluidez del habla que comienza en la mayoría de los casos entre lo 2 años y 3 años y medio. Su comienzo suele ser repentino y su causa esta vinculada a una combinación de factores que afectan la forma en la que el cerebro procesa el control motor del habla, además sabemos que en más de la mitad de los casos el factor genético es indiscutible, ya que existen dos personas o más dentro de la misma familia que tartamudean.
Las personas que tartamudean experimentan la pérdida de control al hablar, ya que aun sabiendo lo que quieren decir, les cuesta hacerlo o les lleva más tiempo y esto ocurre de manera involuntaria. En ocasiones estas experiencias pueden tornarse negativas afectando a la comunicación de la persona, teniendo un profundo impacto en su calidad de vida.
Hablar abiertamente de la tartamudez para cambiar los estereotipos y así disminuir el estigma permitirá una sociedad más empática e inclusiva. Es indispensable educar sobre las distintas características de cada una de las personas.
La tartamudez es muy compleja, y puede condicionar la participación en distintos contextos.
La intervención fonoaudiológica favorece a potenciar la comunicación, desarrollándola al máximo, y a disminuir el impacto negativo de las situaciones de habla. Actualmente las terapias basadas en evidencia son herramientas fundamentales que nos proporcionan las nuevas investigaciones por medio de los avances científicos, y colaboran al desarrollo comunicativo eficaz y eficiente, tanto en niños como en adultos. Además del acompañamiento para los familiares. Es fundamental que el fonoaudiólogo garantice el bienestar del paciente y ofrezca posibilidades de tratamiento adaptado a cada persona.
En la provincia de Córdoba, en el año 2017 se presentó en la legislatura un proyecto de ley para garantizar el acceso a los tratamientos a toda la comunidad, y 3 años después este mismo proyecto fue trasladado a la Cámara de Diputados de la Nación para extenderse a todo el país.
¿Cuáles son las estrategias que podemos tomar para mejorar la comunicación con las personas que tartamudean?
- Darles tiempo para hablar, no interrumpir ni completar sus palabras
- No pedirles que se tranquilicen o respiren
- Entender que es su manera de hablar y aceptarla sin querer modificarla
- Podes preguntarles qué les resulta más cómodo a ellos y mantener una escucha activa durante su emisión
Como sociedad tenemos la posibilidad de modificar nuestra manera de interactuar, aprendiendo a ser más pacientes y compasivos con el otro y educar para desterrar mitos.
(*) Lic. en Fonoaudiología - MP 415/1
Las personas que tartamudean experimentan la pérdida de control al hablar, ya que aun sabiendo lo que quieren decir, les cuesta hacerlo o les lleva más tiempo y esto ocurre de manera involuntaria.
Como sociedad tenemos la posibilidad de modificar nuestra manera de interactuar, aprendiendo a ser más pacientes y compasivos con el otro y educar para desterrar mitos.