El valor de los símbolos: una lectura veloz de un discurso a la hora cero
Apuntes para dibujar desde el presente las columnas de la Casita de Tucumán, a espaldas del presidente y los gobernadores. ¿Temprana institucionalización de los rugidos del León?
El valor de los símbolos: una lectura veloz de un discurso a la hora cero
1) El Pacto de Mayo que tiene las firmas del presidente Javier Milei y de 19 de los 24 estados subnacionales del país, no distribuye fondos, como los pactos fiscales que han firmado otros jefes de Estado de la Nación y todos los gobernadores en otros momentos del país y que fueron ciertamente mucho más discutidos, porque definían recursos económicos. Pero el que fue suscripto en la primera hora del 9 de Julio reparte algo también valioso: símbolos.
2) En alguna medida, siempre estuvo claro que quienes no concurrieran -por elección propia o por no ser aceptados- iban a quedar condenados por el discurso dominante a la condición de casta. O en todo caso de casta incorrecta.
3) El fanatismo anti política, un imposible para quien es la figura política más importante del país, ha dejado lugar a un relativismo de lo correcto o incorrecto. Depende de quién se trate se condena o elogian actos idénticos. Y lo dicho es válido para gastos superfluos de desfiles militares o gestión cultural, los actos autoritarios con los periodistas en particular o la prensa en general o el tono de pretensiones fundacionales de los actos públicos. Lo supieron los gobernadores que fueron aceptando casi todo. En definitiva, lo sucedido hoy bien puede en poco tiempo ser una anécdota o un “puntapié inicial” al decir del presidente que habrá visto las multitudes de compatriotas en Nueva York en un “banderazo”.
4) Hoy el Kirchnerismo se ha enojado con la llegada a último momento del gobernador santiagueño Zamora. En realidad, él ha sido siempre oficialista y que cambien los gobiernos no es su culpa. Más importante es que desde siempre hubo anotados para el acto gobernadores radicales y peronistas, además de macristas. Entre los primeros fue clave la inclusión de una cláusula sobre la educación.
5) Una advertencia: ni las cláusulas ni en el discurso de Milei se ha dicho que la educación deba ser “pública”, palabra históricamente asociada a la escuela de Sarmiento. Tampoco el sagrado término "laica" para las tradiciones liberales de la generación del 80 que el presidente recuerda parcialmente.
6) La palabra "público" aparece solo junto a "gasto”.
7) Fue un acto de la política, bajo un formato institucional que no se privó de un celebrarse en un horario adolescente. Un par de horas algunos miles de argentinos que pudieron viajar y muchos otros miles que viven en Estados Unidos protagonizaron una concentración multitudinaria en Times Square. Por poco no hubo piquetes.
8) Los gobernadores no faltaron pese a que la vicepresidenta Victoria Villarruel les había dado la excusa perfecta, gripe. (Parece que para unas horas más tarde ya estará bien y no se perderá el costoso desfile militar que la Nación ofrece en la ciudad de Buenos Aires).
9) El lugar que ocupó la titular de la Secretaría General de la Presidencia (de conjunto rojo y tapado negro), Karina Milei fue el de una figura política de primer orden. Aún por sobre su rango. Casi no hubo planos de la televisación de la Cadena Oficial del sonriente (por triunfante) Guillermo Francos y en cambio varios de la ministra Pettovello.
Imagen ilustrativa. Javier Milei. Crédito: Anderson Coelho/Reuters
10) Sólo dos gobernadores se apartaron del protocolo ordenado por las invitaciones de presidencia: el de Salta con su poncho colorado sobre su traje azul obscuro y el de Santa Fe. Maximiliano Pullaro usó un traje claro que al menos por TV rebotaba mejor las luces que las ropas de los demás. Casi siempre quedó fuera de plano.