Por una cuestión de tranquilidad en esto, el ejercicio del periodismo -es decir, el oficio-, los números exactos de las encuestas no van a estará. De hacerlo, sería casi, casi, como entregar la fuente. Por eso, las primeras conclusiones de las encuestas profesionales, de los Ejecutivos, son las que conforman esta columna.
La Intendencia, la Provincia y la Presidencia tienen avances diarios, encuestas semanales, resúmenes quincenales y una línea mensual de cómo va la vida pública de cada uno de ellos. Esa línea mensual es, al cabo, la película que miran y es ésa, precisamente, la que viene deteriorada para las esperanzas de cada quien.
En la Nación el tema es grande. La inflación es El Cáncer. No hay cura, es terminal. El número, 94,8 %, es oficial. Más allá de la broma entre el ex PC, Heller y el liberal Laspina, sobre pagar un lechón si era menos de 100 el número del crecimiento anual, la cifra es cruel pero sanguínea. Cruelmente muestra el desangre nacional.
Alberto Ángel Fernández, porteño y abogado, es el presidente que, fruto de una rareza política, se sostiene con índices que, en muchos sitios no llegan a los dos dígitos en la columna del "Muy Bueno". Para algunos Fernández es irrecuperable… pero esto es Argentina. El índice de rechazo al "lo votaría otra vez"… supera el 65%.
Desde "Cámpora al gobierno, Perón al poder" no aparece una mirada pública tan explícita sobre la inutilidad de un cargo y el desarrollo práctico sobre la "Teoría del Poder Real". Dinamitar el poder real es, sin dudas, la tarea de los opositores. Esto es, a CFK.
El índice que marcan las encuestas pone a quien ejerce formalmente la presidencia en categoría de irrecuperable, pero –repito- esto es Argentina. El general Galtieri, Bernardo Neustadt, José María Muñoz, llenaron una plaza de Mayo en ocasiones especiales. El presidente soñaba con Messi y la copa, no pudo ser.
Fernández espera su salto cuántico. Entonces lo alimentan con encuestas distorsionadas. La realidad es dura pero… en esas mismas encuestas los números de los opositores, que son altos, muestran una rareza llamada Milei. Sí, Javier Milei, que es un fenómeno que apunta al disparate pero… nadie sabe, esto es Argentina. El país entero alimenta a Milei. Nada más parecido a un bellísimo cuento de Horacio Quiroga: "El almohadón de plumas". Allí se explica el fenómeno Milei de modo completo… y final (leer a Quiroga, por favor).
Milei figura con números cercanos al dislate, a lo dicho: al disparate. Llega al 40% de intención de voto, 30 en otros, 25 en otros, 14% en la provincia de Santa Fe… sin que se sepa el representante en distritos claves. Ni fórmula. Pocos fenómenos tan alucinantes. Pocas veces una alucinación colectiva nos mantiene despiertos.
Milei existe. Cuidado, mucho cuidado. Los analistas lo suman, sin derecho pero con tino, al voto bronca, a la acertada frase: "la casta". La casta irrita o, si quiere, la burocracia deteriora, irrita, enferma, provoca insultos, agresión, bronca. Y a la ineficacia del oficialismo y la oposición para gestionar como para oponerse.
Milei no es nada de eso, es como una invocación. Está fuera. No nos salvaría, supongo (y esta suposición no es "encuestable"), pero mostraría nuestra queja. Somos raritos en Argentina. Ninguna idea filosófico/política nos parece buena, quejémonos. "Votaría a Milei para que vean dónde llegaron con lo suyo" era el resultado (refinado) de uno de esos "focus" que desarrollan para saber cómo viene el ánimo ante disparadores de reflexiones.
Sobre Milei, por sobre su hombro, debemos mirar a la centro derecha nacional (bueno, los K no son la revolución guevariana, ni siquiera el socialismo español). Javier Milei confronta a Macri, Rodríguez Larreta, Bulrrich, la Vidal desde una atalaya: teoría económica. Nadie le pregunta, siquiera, el precio del boleto o del kilogramo de harina. Demasiado complot mediático, excesivo viento a favor.
Milei me agrada, va en su ola, sonríe y eso es todo… debe estar en éxtasis toda vez que lo desafían. Partió desde la nada y no hay techo como, en rigor, no hay piso. Milei desarrolla esa magia hacia "toooodas" las provincias y municipios, una suerte de "ábrete Sésamo" para los indignados.
La Provincia de Santa Fe también hace encuestas con una particularidad: el gobernador no tiene reelección. Debe esperar un turno. Era la idea de Lifschitz. Se murió. Fue la idea ejecutada por Reuteman/Obeid/Reuteman/Obeid y… bueno, Obeid traicionó el pacto y no cumplió.
Lifschitz iba por la copia, pasaron cosas, perdió Bonfatti y él se murió. Perotti va por el sistema Lifschitz: Cámara de Diputados Provinciales. Quiere 28 diputados sobre 50. Cuatro años y después vemos…
Las encuestas en Santa Fe dan ganador a….la oposición. Una cuestión numérica antes que nominal. Los dos nombres más conocidos son Carolina Losada y Marcelo Lewandovsky. Radical y peronista, respectivamente. La senadora nacional espera decisiones de su partido, nadie cree que sea candidata porque… ganaría. Son raros los radicales.
Lewandovsky tiene buena intención de voto, pero las encuestas provinciales -secretísimas – dicen "el candidato del Gobernador Perotti puede ganar", pero con una "trampita" de las encuestas, no dicen nombre. Después viene el senador Lewandovsky, después Mirabella y después otros. Son crueles los peronistas. Cada carancho en su rancho. Mirabella sería el candidato de Perotti. En fin… yo cuento, no explico, ni justifico, decisiones trascendentes que –además- no puedo cambiar.
En esas encuestas provinciales aparece Milei con el 14%, con una señorita de apellido Diez como "su amiga conocida", que no tiene alto grado de conocimiento. Y Mayoraz, uno de los que se "coló" con la señora Granata como diputado provincial. Tiene una sigla partidaria como escudo. Y baja intención de votos.
Diez en Provincia, Mayoraz en Nación. Dos diputaciones con la espalda nacional. Milei tiene el 14% con un cuchillito de postre desafilado. Con nada resuelto el 14%. No parece… serio. Son extraños e inexplicables los votos sueltos y contestatarios; Milei aflige a… la oposición. Es el 14%. No es peronista, ni se cree que lo sea.
Seamos claros, si el paquete opositor va dividido y existe Milei, el peronismo, con su 32% y/o 35% pelearía. Es una situación ideal alucinante porque… hoy no supera el 15% el candidato del gobernador, con "ene ene" de nombre. Si el nombre aparece, la rueda podría comenzar su marcha y otro será el cantar.
Los radicales, que no quieren a quien más mide (la senadora Losada), ofertan a Pullaro, que tiene pasado en una zona difícil: policía, narcotráfico, MPA, fiscales, denuncias; querellante contra el ex ministro Sain. Y además –perdón, paréntesis-, atención: Pullaro tiene más de tres "teras" de diálogos (por favor libérenme de explicar "tera", una medida millonaria de sonidos), de audios comprometedores entre gobierno, policía, ladrones, jueces, narcos y… alguien más.
Nadie los ha escuchado todos. Si es candidato, alguien lo hará. Esos audios deciden la vida política de buena parte de los actores políticos santafesinos. Allí se hunde el futuro. Con o sin encuestas. Todos los "querellantes" poseen una copia, no es exclusividad de Pullaro. Perdón, paréntesis, atención otra vez: más de veinte personas a tiempo completo se necesitan para escucharlos y elegir "lo bueno" del opositor y divulgarlo. Quien tenga veinte militantes a tiempo completo lleva ventaja en las denuncias, debe empezar ya.
No se regala una gobernación, eso sólo es patrimonio de Obeid. Fue su decisión. Imperdonable. A Pullaro la gobernación le costará, corrijamos, le costaría mucho. Pero puede ser. Debe conversar con todos y aceptar una interna que consolide votos.
Faltan las encuestas de la ciudad de Rosario. Aquí Milei tiene votos, calorías vacías dirían los dietólogos televisivos (no tiene nombres para ofertar). En la Región Rosario el peronismo tiene a Lewandovsky, el mismo para provincia y ciudad. Y la oposición a Javkin. El peronismo ofertaría a Cavatorta/Giuliano y acaso Toniolli, con más el candidato permanente: Sukerman. Tal vez Lewandovsky.
Javkin tiene a María Eugenia Schmuck y hay una lista donde, desde Angelini a Chumpitaz, todos quieren una cosa para conseguir otra. Y no hay que olvidar a los restos humeantes del socialismo, poco menos que en extinción. Números…
El Intendente Javkin no podría repetir si no lo bendicen todos, pero todos, hasta las figuras nacionales. Se puso a la ciudad de sombrero. La despanzurró. Su última acción política clara fue con un megáfono, explicando locuras del gobierno nacional a los jubilados. Todos la recuerdan, todos la elogian.
Rosario ha desperdiciado tantas cosas durante la democracia… con Javkin ha desperdiciado una intendencia completa (cuatro años, sumadas La Peste, El Mundial y La Inflación). Cuando sus consejeros vieron los focus group -me cuentan- le dijeron "salí a la calle". "¿A decir qué?", habría preguntado. "A decir algo, aprovechá que no hay nadie enfrente", le contestaron. "¿Qué razón hay"?, preguntó esta vez. Y la respuesta fue obvia: "Andan mal las encuestas". "A los demás también", habría contestado. Entonces sus consejeros callaron. Javkin, según datos confidenciales, tendría razón.