Prof. Pedro Medei
Prof. Pedro Medei
El presentismo o "incentivo a la asistencia", tal y como ha sido implementado en la provincia de Santa Fe, es contrario a la posibilidad de una mejora en la calidad educativa, a pesar de que el principal argumento del decreto que lo impone sea justamente ese. La calidad educativa es buena parte de la razón de ser de la educación formal. Así lo define el artículo 4 de la Ley Nacional, pero además es visible en ciertos indicadores. Las Pruebas Aprender 2023 arrojaron que en Santa Fe un 35% de los alumnos de sexto grado no alcanzan un nivel satisfactorio en Lengua y casi un 50% en Matemáticas.
No garantizar el derecho a la calidad tiene un impacto negativo en el mediano y largo plazo. Sin embargo, la mejora de la calidad de un sistema de educación es un fenómeno complejo. No puede atribuirse a una sola variable. En consecuencia, para mejorar la calidad educativa hace falta un conjunto de medidas sostenidas en el tiempo. Si el ausentismo hubiese sido un problema en Santa Fe, el decreto no sería suficiente para la mejora de la calidad. Y si lo fuera, no tenemos pruebas, puesto que las únicas mediciones disponibles son las de la merma en los pedidos de licencia. Una tarea más propia de un Ministerio de Trabajo que de Educación.
Los fundamentos del decreto citan como argumento "científico" para correlacionar el ausentismo con el deterioro en la calidad un estudio hecho en Kenya en 2011 y otro en Estados Unidos en 2008. Del primero, los tres autores son economistas. Por otra parte, el argumento "práctico" fue el "Primer Informe de Acciones para Reducir el Ausentismo", de febrero de 2024, del Ministerio de Educación. Se trata de un PDF de seis páginas que solicita un acto de fe, puesto que sin mayores justificaciones declara que en 2023 hubo licencias por 18.000 días para el cuidado de suegros, 11.300 para el cuidado de sobrinos y 3.000 para el cuidado de tíos. También, sin más, estima un gasto de 250.000 millones para 2024 si no se aplican medidas.
Al respecto, quisiera ser bien claro: todos coincidimos en que la continuidad pedagógica es condición necesaria para la calidad educativa. Lo que discuto acá -además de la solidez de los argumentos- es el efecto real que esta medida puede tener en la calidad educativa. ¿Por qué el presentismo así como está implementado podría hacer que los docentes vayan más a dar clases y sin embargo que no tengamos mejores resultados? Porque la verdadera forma de justificar la medida no fue solo un PDF: en Santa Fe hubo una fuerte campaña de difamación de los docentes y eso atenta contra la calidad.
Dicha campaña se puede comprobar en las declaraciones del gobernador y su ministro, reflejadas en los medios provinciales, que tuvieron el efecto social de instalar la idea del "docente vago", que "no quiere laburar". Además, la medida en sí misma genera condiciones agobiantes. Sería interesante preguntar: ¿Por qué si el grueso del ausentismo son las "horas-suegro" -como las llamó el gobernador-, pierde también el presentismo quien toma licencia por enfermedad, o para capacitarse, o por embarazo?
Es difícil pensar que alguien pueda trabajar bien bajo la presión de no poder enfermarse. De hecho, este es el quid de la cuestión. Si es importante que los docentes vayan a la escuela, es porque su tarea es fundamental para la calidad educativa. Entonces es necesario que puedan hacerlo en condiciones físicas, emocionales y económicas acordes a un desempeño de calidad. Un texto de referencia en materia de mejora sistémica en educación es "Las llaves de la educación", de Axel Rivas y un equipo de dieciocho investigadores.
Se trata de un trabajo que estudió 582 sistemas educativos subnacionales (entre ellos, Santa Fe) de los cuales destacan doce de manera comparada como casos de mejora sostenida en el tiempo. Sobre la base de estas experiencias, Rivas identifica diez llaves para la mejora sistémica de la educación en nuestra región. Así, la llave N° 2 establece la necesidad de escuchar las voces de los docentes y de "entender el sistema en lugar de enfrentarse a él". Por otro lado, la N° 9 plantea la importancia de lograr un equilibrio entre las tensiones y crear una identidad compartida.
Ninguna llave concibe la idea de que difamar a los docentes puede construir calidad. Tampoco de que el camino hacia la mejora sistémica sea poner a la sociedad en contra de los actores de la educación, o estresar las condiciones de trabajo de quienes educan. Posiblemente, de hecho, no exista ninguna bibliografía científica que plantee estas acciones como caminos de mejora. Quienes defienden la medida seguramente argumentarán que el ausentismo se redujo drásticamente. Sí, pero… ¿Qué pasa con la educación?
El estudio de Rivas plantea diez llaves, no una sola, porque -como se dijo al inicio- un sistema educativo se mejora con un enfoque complejo, no con una medida unilateral. La llave N° 1 pide otorgar una verdadera prioridad política a la educación y blindarla del corto plazo. Sin dudas, el presentismo -un bono pagado "en negro" por el Estado como "premio" a no tomar licencia- logra un efecto en el corto plazo disminuyendo el ejercicio de los derechos a licencias y huelgas. Pero no evidencia que se le haya otorgado a la educación una verdadera prioridad política.
Para ello, lo primero seguramente será sustentar las discusiones de política educativa en argumentos sólidos. Lo segundo, buscar consensos reales con todos los actores educativos. Lo tercero, que el fruto de esos consensos sean políticas que jerarquicen la tarea educativa en su conjunto, parte esencial de lo cual son los docentes, reconociendo las que podríamos llamar "horas-trabajo-docente", sean frente al aula o no. Entiéndase por "trabajo-docente" dictado de clases, pero también planificación, corrección, capacitación e investigación. Tal vez así, fruto de un proceso paciente en el tiempo, puedan construirse incentivos que sean más gratificantes que un bono en negro que sirve para más o menos llegar a fin de mes.
(...) Todos coincidimos en que la continuidad pedagógica es condición necesaria para la calidad educativa. Lo que discuto acá -además de la solidez de los argumentos- es el efecto real que esta medida puede tener en la calidad educativa. ¿Por qué el presentismo así como está implementado podría hacer que los docentes vayan más a dar clases y sin embargo que no tengamos mejores resultados?
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