Se sabe desde hace tiempo. El mayor opositor del presidente boliviano Luis Arce es el mismísimo ex presidente Evo Morales, que ha cuestionado repetida y públicamente la política de su ex ministro de Economía. Dentro de ese contexto de política interna, la firma del contrato sobre litio entre Bolivia y Rusia llega en el momento oportuno. Bolivia intenta solucionar a mediano plazo la actual crisis económica. El acuerdo es de peso: según datos oficiales, el grupo ruso Uranium One invertirá unos 450 millones de dólares en un proyecto piloto de extracción de litio en Bolivia.
El acuerdo tiene su atractivo: tras años de disputas políticas, en las que Morales y Arce también estuvieron involucrados, Bolivia puede por fin presentar socios internacionales. Karla Calderón, presidenta de la empresa estatal Yacimientos de Litio Bolivianos (YLB), esbozó el proyecto piloto, que se realizará en tres fases en Colcha K, en el departamento de Potosí: en la primera fase, el objetivo es producir 1.000 toneladas al año, en la segunda hasta 8.000 toneladas y en la tercera otras 5.000 toneladas de carbonato de litio.
El objetivo es una producción lo más respetuosa posible con el medio ambiente, por lo que este proyecto servirá para realizar estudios que demuestren la sostenibilidad técnica de esta futura planta, dijo Calderón. El contrato es el segundo acuerdo firmado con la filial de la empresa estatal rusa Rosatom. En junio, las partes acordaron la construcción de un complejo industrial de carbonato de litio en Pastos Grandes.
"La competencia es feroz"
"Sí, la competencia por el litio es feroz", explica Vladimir Rouvinski, experto en relaciones entre América Latina y Rusia de la Universidad Icesi, de Cali, Colombia. "Parecen estarse forjando alianzas estratégicas según las inclinaciones de los gobiernos de turno, como en el caso actual del gobierno boliviano, que parece preferir las empresas chinas y rusas", remarca Rouvinki posteriormente. Pero, aclara, "en última instancia, estas alianzas son efímeras, ya que la lógica de los negocios antepone los intereses económicos a las afinidades temporales".
Aparte de Rusia, está claro que China también ha conseguido ya poner un pie en el país con los mayores yacimientos de litio del mundo. Bajo la dirección del grupo chino Contemporary Amperex Technology, los socios chinos tienen previsto invertir un total de 1.400 millones de dólares en la construcción de plantas de extracción de litio.
"Dice el viejo refrán que vamos despacio porque tenemos prisa", recuerda el presidente Arce, consciente de que Bolivia debe avanzar "con pasos seguros", ya que no puede permitirse cometer errores en un campo tan importante. Y Arce no excluye a otros socios fuera de China y Rusia. "Nuestras visitas a la Unión Europea, Brasil y los países del Brics han demostrado claramente que existe un gran interés por nuestro litio", destaca para completar.
(*) Originalmente publicado por la Agencia Deutsche Welle y adaptado para su publicación por Diario El Litoral.
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