El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, denunció que siete de 22 provincias de Yemen se enfrentan a una “emergencia alimentaria grave” y que en esa catástrofe los niños son los más vulnerables.
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, denunció que siete de 22 provincias de Yemen se enfrentan a una “emergencia alimentaria grave” y que en esa catástrofe los niños son los más vulnerables.
“De media, cada diez minutos un niño menor de cinco años muere en Yemen por causas que se podrían evitar. Esto quiere decir que 50 niños yemeníes morirán durante este encuentro, muertes todas que se podrían prevenir”, sostuvo Guterres en el marco de la conferencia internacional de donantes para Yemen que se celebra en Ginebra.
Muchos de los niños que sobreviven se verán afectados por “impedimentos y condiciones de salud precarias toda su vida”, por lo que conformarán una generación “paralizada” o perdida, dijo. Unos dos millones de niños no pueden ir al colegio, “lo que los expone al reclutamiento o la radicalización”, señaló Guterres, quien advirtió que niñas de 13 años son casadas para que familias desesperadas tengan dinero para cubrir sus necesidades esenciales. “Más de un millón de mujeres embarazadas sufren malnutrición”, señaló Guterres.
El Comité Internacional de la Cruz Roja (Cicr) reveló que casi medio millón de niños sufren desnutrición severa, y que el hambre en todo el país es ahora un peligro real en medio de un conflicto donde decenas de miles fueron asesinados y heridos. Yemen está inmerso en una guerra que estalló cuando los rebeldes hutíes, de confesión chiita, ocuparon en septiembre de 2014 la capital y otras provincias del norte y centro del país, tras lo cual el gobierno se trasladó a la ciudad meridional de Adén. El conflicto se recrudeció en marzo de 2015, cuando una coalición militar integrada por países sunnitas y respaldada por EE.UU. intervino directamente a favor de las fuerzas leales a Abdo Rabu Mansur Hadi, único presidente reconocido por la comunidad internacional.