El Litoral
Estará en Latinoamérica por segunda vez desde que inició su papado. El pontífice volverá a América en septiembre, a Cuba y Estados Unidos.
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Gonzalo Ruiz Tovar - DPA
El papa Francisco, primer latinoamericano en asumir la jefatura de la Iglesia católica en la histora, volverá el domingo a su subcontinente natal, en el marco de una gira de una semana que lo llevará por Ecuador, Bolivia y Paraguay.
Francisco, crítico de la injusticia social, el consumismo, el daño a la ecología y las exclusiones, llegará en momentos en que, según estudios, su Iglesia, predominante en América Latina, sufre un descenso de fieles frente a evangélicos y a quienes optan por el agnosticismo o por una espiritualidad sin obediencias.
Será la segunda vez que el argentino Jorge Bergoglio llegue a Sudamérica como papa. La primera fue en 2013, cuando, poco después de empezar el pontificado, realizó una tumultuosa visita a Brasil para reunirse básicamente con jóvenes.
Esta vez, los elegidos son países que, en palabras del portavoz del Vaticano, Francisco Lombardi, "no están en las posiciones más altas del mundo en términos de importancia geopolítica".
Ecuador será la primera parada. Allí, entre el domingo y el martes, visitará Quito y Guayaquil y tendrá reuniones con varias personas, incluidos el presidente Rafael Correa y quizás otros mandatarios latinoamericanos que se acerquen.
El arribo será en momentos de tensión política por protestas contra el gobierno socialista de Correa. La Iglesia local ha llamado a todos los sectores para que la visita no se politice.
"El Santo Padre viene para anunciarnos a Jesucristo", recordó el presidente de la Conferencia Episcospal Ecuatoriana, David de la Torre, tras instar al país a "la reflexión y la humildad" y pedir que la visita "no sea opacada por intereses particulares".
Desde Ecuador, Bergoglio seguirá rumbo a Bolivia, otro país que en los últimos años ha optado por un modelo de izquierdas. Entre el miércoles y el viernes estará en La Paz y Santa Cruz de la Sierra, donde participará en ceremonias litúrgicas y conversará, entre otros, con el presidente Evo Morales.
En Bolivia, las preocupaciones más que políticas son médicas. No se sabe como reaccionará el Papa, de 78 años, en los 3.600 metros de altura de La Paz o en los 4.100 del aeropuerto de El Alto.
Las autoridades boivianas han tomado medidas que incluyen el uso de un tanque de oxígeno y la compañía de médicos calificados. Hay rumores de que el papa mascará coca, costumbr tradicional de Bolivia, pero sin confirmación ni desmentido hasta ahora.
La gira terminará en Paraguay, donde estará de viernes a domingo. Al único país sudamericano que fue gobernado por un hombre salido de la Iglesia, el obispo Fernando Lugo (2008-2012), el pontífice llegará en medio de un debate generado por el posible aborto para una niña de 11 años embarazada por violación.
Aunque Francisco ha mostrado apertura en muchos temas, en otros, como el aborto, el dogma no cambia. Eso sí, Borboglio ha enviado mensajes integradores a homosexuales y ateos y ha puesto en la mira a curas pederastas que tanto daño le hacen al catolicismo.
El Perú quedó en una situación geográfica curiosa: el papa pasará por su cielo en el trayecto Ecuador-Bolivia, pero no programó una visita. En El Vaticano, oficialmente, no hay causa alguna para que no se incluyera a Lima, pero "progresistas" peruanos creen que el papa quiso eludir al cardenal ultraconservador Juan Luis Cipriani.
El pontífice volverá a América en septiembre, a Cuba y Estados Unidos, dos países que vienen rompiendo su vieja enemistad en un proceso en el que Bergoglio ha intervenido. Para 2016 están previstas visitas a Uruguay, Chile y Argentina, éste último su país natal, que no quiso visitar en 2015 por ser este un año electoral.
Según el "think tank" Centro de Investigación Pew, de Estados Unidos, en América Latina viven unos 425 millones de católicos, lo que ratifica la solidez de ese credo, aunque eso se podría relativizar con que en casi todos los países de la región ha habido descensos proporcionales de feligreses.
Con una mente abierta y un estilo más cercano a la cotidianeidad del pueblo, Francisco podría ser importante para revertir la situación. Sus gestos han sido bien valorados en América Latina, sin que falten los que le piden pasar de la palabra a los hechos.
"Él hace un acercamiento pastoral con las personas", dijo el obispo peruano Francisco Barreto sobre la apertura del papa hacia los homosexuales.
"Como en la ecología (otro de sus temas de insistencia) toca una realidad que no podemos negar", agrega.