Ariel Catinot: el ex Unión que fue campeón Senior con Guadalupe
El equipo de la banda amarilla obtuvo este enorme logro en Salta hace una semana atrás. Entre sus figuras está Ariel "Titi" Catinot, quien fuera jugador profesional y de pasado inolvidable en Unión. "El mejor póster es el que te queda en el corazón", asegura.
Ariel Catinot: el ex Unión que fue campeón Senior con Guadalupe
Todavía dura la alegría. Es que para este grupo de jugadores y amigos, lo que sucedió en Salta será inolvidable. Como a veces sucede en las ligas libres, el ir a jugar a la pelota significa liberación, sensaciones únicas e inexplicables. Es lo que sintió el plantel de la Senior de Sportivo Guadalupe en el preciso momento en que se consagraron campeones del Sudamericano tras vencer por 2 a 0 en la final al representativo de la ciudad de Reconquista Santa Fe.
Parando un poco la pelota y con la copa ya en casa, El Litoral tuvo la enorme oportunidad de charlar con Ariel "Titi" Catinot, un referente de este plantel campeón. Además, jugó en Unión durante varios años y fue parte de aquel glorioso equipo que le ganó la final a Colón en el año 1989. Entre otras cosas, "Titi" repasó lo que significó el logro con Guadalupe, su carrera en el fútbol y el valor que tiene seguir jugando al fútbol a su edad.
-¿Cuál es la sensación después de haberse quedado con este torneo?
-Es muy difícil de explicar. La sensación es inexplicable. Es especial porque uno nunca quiere dejar de ser jugador de fútbol, hay que sentirlo. Es el segundo campeonato que llevo con este grupo, agradecido con Alejandro Musso, Alejandro Bonazzo y a Héctor Acosta, a quien conozco desde hace varios años.
Ya el año pasado fuimos a Mendoza al nacional y perdimos la final, y ahora tuvimos la revancha en este sudamericano. Más allá del campeonato, haber sentido la adrenalina de ponerte la ropa y jugar un partido de fútbol por los puntos, significa vivir un montón de cosas que me emocionaron antes. Para mi ser amateur o profesional es lo mismo, lo hago con la misma pasión y el mismo compromiso. Te sentís más joven, te renueva, es hermoso. No tengo palabras para agradecer el momento que me hicieron pasar en Salta.
-Mostraron un buen nivel de juego en todos los partidos, ¿es así, Ariel?
-Sí, la verdad que fue muy bueno. Hay muy buenos equipos que realmente todos los años se van preparando de la mejor manera. Se le da cada vez más importancia a estos torneos, se entrena más, hay trabajo táctico y de pelota parada. Y ahora a nosotros nos tocó ser campeones y sabemos el respeto que generamos, te miran de otra manera. El partido con Mar del Plata fue muy duro, incluso creo que nos sobrepasamos un poco de los dos lados, hubo pierna fuerte por demás. La organización tendría que poner alguna reglamentación en ese sentido, porque no vale la pena a esta altura lastimarse cuando hay que ir a disfrutar. Es lo único que habría que corregir desde la organización, lo demás salió perfecto.
-Es un logro más en tu larga carrera, ¿cómo lo vivís?
-Sí, y para mi es un logro importantísimo. Yo me inicié profesionalmente en Unión en el '83 y me quedé hasta el '89, formando parte del plantel que logró el ascenso, me tocó participar mucho ahí. Fui a Instituto por dos años, uno en Primera y Nacional B. Luego pasé a Talleres en la temporada 91/92, regresé a Unión hasta el 94 y después estuve en Tigre donde ascendimos de Primera B Metro a la B Nacional. También pasé por Guaraní Antonio Franco para jugar un Regional y después me tocó en Gimnasia y Esgrima de Concepción del Uruguay. Finalmente, tuve un paso fugaz por Bolivia, por Potosí, donde me retiré.
Más allá de lo futbolístico, la bandera que siempre llevé fue la de los amigos. El fútbol me dio tantas grandes amistades que no te podes imaginar. No hay copa ni plata que pague la amistad.
-Sos entrenador también, ¿verdad?
-Sí, exacto. Estoy dirigiendo Libertad de Nelson, por pura pasión, porque soy de Libertad. Y mirá lo que es la vida, en realidad, el fútbol, quién diría que el domingo, mientras salíamos campeones en Salta, se estaban disputando los clásicos allá, en la Esperancina. Y la categoría que dirijo, pudo ganarlo. No sabes que felicidad, no te voy a mentir, fue uno de los días más felices de toda mi vida, a nivel deportivo. Jamás me lo voy a olvidar y no estoy exagerando.
-¿Qué imagen querés transmitirle a la gente sobre el título que consiguieron en Salta?
-Mirá, en el momento no te das cuenta de lo que vale esto, sobre todo para Guadalupe. Vi varios compañeros con lágrimas en los ojos. A mí me pone muy contento, fue una de las cosas más importantes que logré en el fútbol. El mejor póster es el que te queda en el corazón. Las fotos son para los que no estuvieron allá. Lo que sentimos y vivimos nosotros es algo impagable. Lo que sucedió, es lo que no le podemos transmitir a la gente. En las imágenes se pueden apreciar las caras felices, allí se ve la alegría que nos generó esto.
El ascenso de 1989
-¿Qué recordás de aquel '89 en Unión?
-Los clásicos, siempre se recuerda eso. Yo a la final con Colón la comparo con River y Boca, en Madrid, fue algo maravilloso. Nunca va a volver a pasar. Siempre fui un agradecido con los periodistas, porque entendía la crítica para mejorar. Enrique Cruz, Darío Pignata, González Riaño, Eduardo Rodríguez, Oscar Bergessio, Ricardo Porta y Walter Saavedra. A todos los escuchaba, porque quería entender la crítica para mejorar. Gracias a ellos estuve tantos años en Primera.
-Eran otros tiempos en cuanto a lo económico....
-Uno vivía bastante bien, pero no se ganaba ni por asomo las cifras que se manejan ahora. No me salvé económicamente con el fútbol. Me pude hacer mi casa pero hoy soy un comerciante que tiene una casa de deportes. Hacemos fabricación de indumentaria de varios deportes. Es una empresa familiar que está en pleno crecimiento. Estoy bien, porque estoy trabajando pero claramente no podría haber subsistido con lo que gané en el fútbol. Además, en mi caso, no tuve representante y nadie me aconsejaba, me manejé mal con el dinero, pero no me arrepiento.
-¿Cómo ves a Unión hoy?
-Unión nos había entusiasmado con el arranque, me sorprendía gratamente la manera de plantear los partidos. Ahora entró en una meseta, y como me dijo una vez un entrenador mío, que el fútbol está hecho de rachas y hay que aprovecharlas al máximo porque cuando te toca la mala parece que estas remando en dulce de leche. Es un equipo con muchos jóvenes, los de experiencia que vinieron no han podido rendir lo que se espera que lo hagan. Munúa está en búsqueda de encaminarlos. Creo que esto es solo una racha, hay que tener paciencia. Si estos mismos jugadores tuvieron partidos excelentes, pueden volver a tenerlos, solo hay que recuperar la confianza y apoyarlos en todo.