Colón se quedó con el clásico santafesino al imponerse 3 a 1 ante Unión en un partido disputado y repleto de emociones. El encuentro, que tuvo lugar en el marco de la Liga Santafesina de Fútbol, dejó en evidencia la superioridad de los sabaleros, quienes supieron capitalizar las oportunidades que generaron en la segunda mitad para asegurar la victoria. Los goles de Colón fueron obra de Ibarra, Córdoba y Paz, mientras que Dylan Grecco descontó para Unión, dejando un tanto decoroso para los tatengues en un duelo que pintó de rojo y negro La Tatenguita.
Desde el inicio, el clásico mostró la rivalidad y la pasión propias de este tipo de enfrentamientos. El primer tiempo fue parejo, aunque Colón demostró ser más práctico y ofensivo. Unión, por su parte, se apoyó en su arquero Mateo Raschia, quien se destacó con una serie de intervenciones que evitaron que el marcador se abriera en los primeros 45 minutos. Las llegadas de Colón inquietaron a la defensa de Unión y Raschia respondió de manera brillante, consolidándose como la figura tatengue en la primera etapa. El equipo rojinegro generó varias oportunidades, mostrando un juego directo y decidido, que, sin embargo, no encontró el fondo de la red.
Mirá tambiénEl clásico histórico entre Unión y Colón acapara la atenciónA pesar de la igualdad en el marcador, Colón se fue al descanso con la confianza de haber realizado un mejor trabajo que su rival. La sensación era clara: el sabalero había sido más en cuanto a actitud y dominio, logrando incomodar a Unión en distintas ocasiones. Unión, en cambio, mostraba algunas falencias en la construcción de juego y en la efectividad de sus ataques, lo que dificultó su capacidad para penetrar la defensa sabalera. El entrenador de Colón, Martín Minella, logró en el entretiempo ajustar los detalles necesarios, mientras que el equipo volvió al campo con una motivación renovada para el segundo tiempo.
Los primeros minutos de la segunda mitad evidenciaron un cambio en la dinámica del encuentro. Colón salió decidido a imponer su juego, y el esfuerzo se vio rápidamente recompensado. A los 10 minutos del segundo tiempo, una jugada bien construida permitió a Conrado Ibarra romper la paridad y poner el 1 a 0 para Colón, desatando el grito de los fanáticos sabaleros presentes. El gol fue producto de una combinación precisa de pases y una definición contundente por parte de Ibarra, quien no dudó y remató con potencia, dejando sin chances al arquero de Unión.
Con el marcador en ventaja, Colón se adueñó del ritmo del partido, mientras que Unión intentaba, sin éxito, reorganizarse y responder al golpe anímico que representó el gol en contra. Los sabaleros no dieron respiro a sus rivales, manteniendo una presión constante y aprovechando cada error de los tatengues. El dominio de Colón fue incrementándose y, a los 39 minutos, Matías Córdoba, quien había ingresado momentos antes, amplió la ventaja con el 2 a 0. Córdoba supo leer bien una jugada en el área rival y con un disparo preciso aumentó la diferencia para Colón. Este segundo gol encendió aún más el entusiasmo de la hinchada sabalera, que veía cómo su equipo se encaminaba a una victoria en el clásico.
Cuando parecía que Colón tenía el partido completamente controlado, Unión logró sorprender con una ráfaga de intensidad. Dylan Grecco, quien se destacó por su velocidad y habilidad en el ataque, descontó para Unión con un verdadero golazo, desatando la esperanza en la parcialidad tatengue. La jugada de Grecco fue brillante: el delantero controló la pelota en el borde del área, sorteó a dos defensores de Colón y lanzó un remate al ángulo, imposible para el arquero rival. Con este tanto, Unión acortó la distancia en el marcador y se mostró dispuesto a dar batalla hasta el final.
No obstante, Colón no estaba dispuesto a ceder terreno y, lejos de bajar la intensidad, continuó en búsqueda de asegurar el triunfo. Ya en tiempo reglamentario, Mauricio Paz aprovechó una desatención defensiva de Unión y marcó el tercer gol para Colón, poniendo el 3 a 1 definitivo en el marcador. Paz aprovechó el espacio en el área para definir con calma y precisión, dejando sin chances a Unión de un posible empate. Con este último tanto, los sabaleros sentenciaron el clásico y aseguraron una victoria que fue celebrada largamente por los jugadores, el cuerpo técnico y, por supuesto, la hinchada rojinegra.
El partido dejó una conclusión clara: Colón fue el equipo que mejor interpretó las necesidades del clásico y demostró un juego más sólido y efectivo. A lo largo de los 90 minutos, el sabalero mostró una estructura ofensiva bien trabajada, con un medio campo que supo controlar el ritmo del juego y generar oportunidades de gol en momentos clave. El técnico Martín Minella se mostró satisfecho con la actuación de su equipo, destacando la concentración y el compromiso de sus jugadores para llevarse el triunfo.
Por el lado de Unión, la derrota fue dolorosa, pero sus jugadores y cuerpo técnico reconocieron que no lograron desplegar su mejor versión en el campo de juego. La falta de precisión en el ataque y ciertos errores defensivos fueron determinantes en el resultado final, dejando a Unión con la necesidad de replantearse aspectos tácticos de cara a los próximos compromisos. A pesar de la derrota, la parcialidad tatengue valoró el esfuerzo de los jugadores, especialmente en el intento de reacción tras el gol de Grecco, aunque este no fue suficiente para cambiar el destino del clásico.
Con esta victoria, Colón se posiciona de mejor manera en la tabla de la Liga Santafesina y se proyecta con optimismo para el resto del campeonato. La contundencia demostrada en este clásico fortalece las aspiraciones del equipo y renueva la confianza de sus hinchas, quienes ven en su formación una sólida propuesta de juego y la posibilidad de soñar con el logro del campeonato.
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