Un sabalero y un tatengue. Así encontramos a Cometto y Molina. "Charly" y el "Tucu", abrazados y disfrutando de lo que más les apasiona: el fútbol. Viva la amistad!
En un gesto que trasciende la rivalidad deportiva, Marcelo "Tucu" Molina y Cristian "Charly" Cometto, dos figuras emblemáticas ligadas a Colón y Unión respectivamente, se reunieron en una cancha de fútbol para celebrar el día del amigo. Este encuentro, en cancha de Nobleza, partido El Quillá vs Juventud Unida, no solo recordó anécdotas y momentos compartidos en el campo de juego, sino que subrayó una amistad profunda que va más allá de los colores y las competencias deportivas.
Marcelo Molina, conocido como el "Tucu", es una figura que forma parte de la historia de Colón. Actualmente, es director técnico de Sanjustino, equipo que recientemente se coronó campeón en el torneo liguista, Molina ha dejado una marca imborrable en el fútbol sabalero. Su trayectoria incluye enfrentamientos memorables contra Unión que han quedado grabados en la memoria de los hinchas por su intensidad, competitividad y sentido de pertenencia.
Por otro lado, "Charly" Cometto ha dedicado gran parte de su vida al Club Atlético Unión y formó parte del fútbol profesional del tatengue. Actualmente, forma parte activa de la Sub Comisión de Fútbol del Náutico El Quillá, contribuyendo con su experiencia y pasión por el deporte. Cometto ha vivido los clásicos contra Colón desde diferentes roles dentro del club, siempre manteniendo un profundo respeto por la historia y la tradición del club tatengue.
Ambos protagonistas comparten una pasión inquebrantable por el fútbol, un deporte que ha marcado sus vidas tanto en lo profesional como en lo personal. Sus hijos han seguido sus pasos, convirtiéndose en jugadores de fútbol y de esta manera siguen manteniéndose ligados a los colores de Colón y Unión.
Para Molina y Cometto, el fútbol no es solo un juego, sino un estilo de vida que han compartido con sus familias y seres queridos a lo largo de los años.
A pesar de los enfrentamientos en un campo de juego y las rivalidades intensas entre Colón y Unión, Molina y Cometto han generado y cultivado una amistad desde el potrero basada en el respeto mutuo y la admiración por sus respectivos clubes. Han recorrido cada rincón de los estadios de Colón y Unión, viviendo momentos inolvidables que han fortalecido aún más su vínculo personal y profesional.
Celebrando la amistad en un día muy especial
El día del amigo los encontró abrazados, compartiendo risas y recuerdos de sus épocas juntos en el fútbol. Para Molina y Cometto, la amistad trasciende cada rincón de una cancha de fútbol y se convierte en un símbolo de buenos momentos compartidos, caballerosidad y lealtad. Que viva Colón y Unión, un ejemplo de cómo la pasión por el fútbol puede unir a las personas más allá de los resultados en la cancha.
La historia de Marcelo Molina y Cristian Cometto es un testimonio vivo de la amistad que puede surgir entre rivales deportivos. En un deporte donde la competencia es intensa y las emociones están a flor de piel, Colón y Unión han encontrado en Molina y Cometto un ejemplo de cómo el respeto y la amistad pueden perdurar a través del tiempo y las circunstancias.
"A mi Colón me dio la gran posibilidad de vestir una camiseta a nivel profesional. El club forma parte de mi vida y por eso digo que es mi segunda casa. Más allá de haber pasado gran parte de mi vida en Colón, estoy agradecido por vivir momentos como este con Charly. La amistad de tantos años me hace sentir bien, fuertes como personas. El que siembra sabe que cosecha y por eso valoro encuentros como este. Colón y Unión, más allá de la rivalidad deportiva, siempre generó esa amistad entre jugadores de ambos equipos. Con el paso de los años, cada momento se valora aún más", manifestó Marcelo Molina.
"Yo destaco este momento con el "Tucu". La verdad que el fútbol te da muchas satisfacciones y buenos momentos. Pero este tipo de encuentros son únicos e irrepetibles. Con él jugamos muchos clásicos en Liga y también uno a nivel profesional y el destino quiso que sigamos con una relación de amistad duradera. Hoy el encuentro es en una cancha y mañana puede ser en la calle. Al seguir ligados al fútbol, nos permite continuar con los encuentros. Abrazarnos y compartir un partido de fútbol es más que interesante. Hoy viendo a nuestros hijos hacer lo que hace tiempo hacíamos nosotros, es gratificante y nos llena de orgullo", analizó Charly Cometto.