Juan Carlos Maciel, nació San Fernando, Provincia de Buenos Aires un 28 de septiembre de 1961. Hoy es un exfutbolista. Se desempeñaba como arquero y su primer equipo fue Acassuso. Su último club antes de retirarse fue Mitre de Esperanza, equipo de la Liga Esperancina. Tiene el récord de haber jugado en todas las categorías del fútbol argentino.
Mirá tambiénMaciel: "En un partido de Unión con San Lorenzo, pasaron cosas raras"Su trayectoria, conocida por todos, se inició en la Primera D para Acassuso en 1979. Luego pasó por Liniers y Argentino de Merlo, donde conseguiría el primer ascenso de su carrera en 1985 a la Primera C. En 1986 llegó a Deportivo Laferrere y atajó hasta 1991 logrando dos ascensos: a la Primera B en 1987 y al Nacional B en 1991. Además, durante más de 30 años mantuvo el récord de imbatibilidad en el arco de Laferrere con 611 minutos sin recibir goles, el cual fue superado recién en 2019 por Lisandro Mitre. En 1991 partió hacia el fútbol colombiano para jugar en Deportes Quindío, donde es considerado, hasta el día de hoy, como ídolo. También tuvo un paso por Independiente Medellín.
En su regreso a Argentina, en 1995, se sumó a Unión de Santa Fe, que por entonces militaba en el Nacional B. Su rendimiento fue clave para que el equipo lograra el ascenso a Primera División, ganándose para siempre el cariño de la hinchada tatengue. Continuó una temporada más en Unión, aunque siendo suplente de Marcelo Yorno y atajando algunos partidos en ausencia del arquero titular.
En 1997 bajó de la Primera División hasta el Torneo Argentino A al incorporarse a Patronato de Paraná, allí alcanzó a ser dirigido por Gustavo Alfaro. Luego pasó por Atlético de Rafaela, donde convirtió el único gol de su carrera.
Finalmente, cerró su carrera jugando el Torneo Argentino B para Sportivo Urquiza de Paraná, Central Norte de Salta y Mitre de Esperanza, donde colgó los guantes en 2001 ya con 40 años.
Como el fútbol es su pasión, con el retiro consumado, se dedicó a la dirección técnica y hoy trabaja en la búsqueda de talentos o trata de ubicar jugadores en los distintos clubes de Argentina o instituciones del continente americano.
Éste domingo, y como su nieto juega en la categoría 2011 de Unión, se acercó al Rafael Batres, lugar donde se llevaron a cabo los clasiquitos entre Colón y Unión.
Reconocido y respetado por el ambiente de la Liga Santafesina se tomó el tiempo para dialogar con El Litoral en la previa del partido que se disputó en la mañana del domingo en el barrio Centenario.
-Es normal verte por las canchas de un partido de la Liga Santafesina en Primera División, pero no sabíamos de tu recorrida por los partidos de inferiores, ¿A qué se debe tu presencia en el Batres, Juanca?
-Soy de los que recorre cada cancha de la Liga y en cualquier momento. Voy a ver partidos de gente grande, chicos y también las nenas. Hoy tengo un nieto jugando en Unión, categoría 2011 y eso me llena de orgullo. Me gusta ver y destacar la tarea de los clubes y al mismo tiempo hacerles saber cuando no se trabaja bien.
-La dejaste picando...¿Cómo ves el trabajo de divisiones inferiores en Santa Fe?
-En general los clubes hacen grandes esfuerzos para que los chicos tengan los elementos básicos para realizar las tareas de cada día. Pasa que los escasos ingresos no permiten tener muchas chances. Entonces, hay una falta de recursos y hay errores que se pueden ir corrigiendo.
-Vamos por parte, en los clubes de la Liga hay una falta importante de directivos, ¿Es así?
-Sí, los padres, en muchos casos, trabajan más que los propios directivos. No está mal que los papás colaboren en una institución determinada. La cuestión sería buscar un equilibrio y eso significa que un papá sin conocimientos técnicos no pude ser el entrenador de la categoría de niños en formación. Allí, en ese lugar está fallando algo. El club en cuestión no tienen el dinero para pagarle a un DT recibido y que puede ser muy útil en la formación del pibe. Entonces hay que buscarle la solución a ese tema
-Y en las canteras de los clubes profesionales, ¿Cómo se está trabajando?
-En general no se está trabajando bien. Santa Fe tiene un caudal importante de jugadores que siempre llegaron a jugar a nivel mundial y esto lo sabemos todos. Ahora, como puede ser que Defensa y Justicia, Lanús, River, Vélez y otros clubes de Buenos Aires vengan a Santa Fe a buscar talentos o jugadores destacados y se los lleven sin que pasen por los clubes profesionales de Santa Fe. Algo no me cierra porque cuando un chico llega al fútbol profesional sin haber pasado por los clubes de acá, nos preguntamos como pudo ser. Al chico que tiene condiciones hay que acompañarlo desde muy chico y eso significa saber como es la familia, eso es primordial, de donde viene y hacia donde va. Hay miles de preguntas que debemos responder. No es buscar para salvarnos o para que en una futura venta nos quede un porcentaje. La idea es la formación integral del pibe. Muchas veces no se valora la persona y se lo trata de formar rápido. Ahí se corre el riesgo que llegado el momento el pibe fracase y después, qué. Lo dejamos a la buena de Dios y que se arregle. Si el niño formado para que sea profesional en un determinado club no fue contratado, pues, busquemos la manera de llevarlo a otro lugar. Hay que seguir acompañándolo, no es una tarea tan sencilla pero hay que hacerla.
-¿Cómo es día a día de Juan Carlos Maciel?
-Buscando talentos o buenos jugadores para seguir colocándolos en algún club de acá o el exterior. En mi caso tengo contacto con gente de Colombia, también en Unión, Rosario Central y otros clubes. Y en Santa Fe estoy dando una mano en barrio San Lorenzo, lugar donde hay chicos que juegan al fútbol como en cada barrio de la ciudad. Allí, colaboro y trato de estar presentes porque las necesidades se duplican. En esos lugares tenemos que estar presentes. Hay grandes jugadores que salieron de barrios humildes y por eso mi apuesta va por ahí también.
-Hablando de inferiores, ¿Cómo ves el trabajo de Unión, un club que conoces a la perfección?
-Creo que están bien pero pueden estar mejor. Cómo es posible que Unión de Santa Fe no tenga un predio propio. Es más, es el único club del fútbol profesional que no dispone de un lugar propio para trabajar en las categorías inferiores. Tener un predio propio es seguir de cerca a los jugadores de las canteras del club. Vale la pena recordar que el chico está dos horas con el entrenador o profesor, después hay que hacerle un seguimiento, la familia, la escuela y su vida cotidiana. La formación de los pibes es todo eso y creo que está faltando un predio propio que cuente con comodidades donde se pueda cumplir con todos esos requisitos.
Academia Cabrera
Juan Carlos Maciel está colaborando con Academia Cabrera, un club que está dando sus primeros pasos en el ascenso liguista. "Estoy dando una mano con los arqueros en el proyecto de Daniel y Andrés Cabrera. Ese es un club nuevo que trabaja muy bien y por eso me sumé. Es un lindo proyecto a largo plazo y vale la pena acompañarlos", analizó.
Dejanos tu comentario
Los comentarios realizados son de exclusiva responsabilidad de sus autores y las consecuencias derivadas de ellos pueden ser pasibles de las sanciones legales que correspondan. Evitar comentarios ofensivos o que no respondan al tema abordado en la información.