Línea directa: "Deplorable estado de la ruta 1", "El Correo no reparte las boletas" y otros mensajes

Deplorable estado de la ruta 1

UN LECTOR

"En este mismo espacio, en reiteradas oportunidades, se han planteado algunas cuestiones relativas a la autovía de la ruta 1, cuya obra, que todavía no ha sido inaugurada oficialmente, ya tiene severas deformaciones en su carpeta asfáltica, en sus carriles principales. Es muy preocupante, porque algo ha pasado o está pasando para que esto suceda. Es una obra demasiado cara para los santafesinos, que la pagamos, como para que en poco tiempo haya que hacer reparaciones. Lo llamativo del caso es que nadie de los ministerios correspondientes de la provincia, ni de la Dirección Provincial de Vialidad han salido a dar algunas explicaciones a nosotros, los contribuyentes. Nadie para evaluar la veracidad de esta denuncia o no. Me pregunto: ¿por qué será que en las rutas provinciales ya no quedan estaciones de pesaje, balanzas?, porque evidentemente esa destrucción en el pavimento y construcciones que muestra la ruta 1 hacia el norte, Helvecia, San Javier, obedecen a la carga excesiva que transportan los camiones. ¿A qué director de Vialidad le interesa que le destruyan las rutas? Espero que alguna autoridad explique al respecto y que el diario haga una nota completa sobre esta problemática; que viaje hasta Reconquista por la ruta 1 y que vea en el estado deplorable en que se está convirtiendo. Gracias por el espacio".

***

El Correo no reparte las boletas

LIDIA DE AV. CAPUTTO

"Correo Argentino no reparte muchas boletas. Todos los meses nos falta alguna. Y empresas como la EPE y Assa no envían un aviso de reclamo ante la falta de pago, sino que directamente nos cortan el servicio. Así que uno, sin haber recibido la boleta, tras cartones, se queda sin servicio. Que Defensa al Consumidor tome cartas en el asunto. Que antes de cortarnos la luz o el agua, nos envíen una nota exigiendo el pago que no se hizo. Porque no es por mala voluntad, sino porque las boletas NO LLEGAN y no todos tenemos Internet. Muchas gracias por el espacio".

***

Globos

JUAN BELL

"Estamos ya un poco hartos y todavía ¡lo que nos falta! Los nombres van y vienen, pero no he escuchado de alguno de ellos ¿qué harán si agarran la manija? Antes había plataformas, aunque como siempre pasó, no se cumplieron. Pero sería lindo que pusieran en blanco y negro de dónde saldrán los fondos para pagar el presupuesto, la fórmula para detener la inflación y miles de nuevos problemas que van e irán creando los actuales gobernantes. ¿Alguno ha dicho cómo piensan revertir la fama de chantas que se está dejando en el mundo? No se ha visto ni escuchado, si por las fortunas mal habidas serán juzgados sus propietarios y testaferros, que hay muchísimos. Observamos que se utilizan nombres y sobrenombres, provenientes de la farándula, de la vieja política y de anteriores gobiernos. Solo vemos la desesperación de los políticos, a fin de obtener un puesto que los pongan a cubierto, con fueros, para no ser juzgados. ¿Por qué Menem se postuló a senador si nunca fue? ¿Conoce algún caso? Dígalo, enviando un mail afuera del país para no ser cómplice de los miles de fraudes, estafas y otra serie inmensa de delitos que se han producido ahora y hace años. Una vez que usted, que conoce las cosas, parta: los otros estarán gozando de la buena vida, hasta que también les toque el turno. No le demos trabajo a Dios, tiene mucho, hagámoslo nosotros que somos y serán los herederos quienes pagarán".

***

Cementerio

GUSTAVO NEDER

"Cada vez que visito a mis familiares en el cementerio municipal, veo el triste y abandonado Panteón de los Repartidores de Diarios y Revistas (canillitas), muy sucio y con los vidrios llenos de tierra. En igual estado de total abandono y suciedad está el Panteón de los Periodistas, donde están Rubén Godoy, Heriberto Osuna y otros. Es algo muy triste y deshonroso".

****

Sobre noticieros y programas políticos

SUSANA ARDILES

"Quiero compartir mi opinión respecto de la situación actual y de los noticieros o programas políticos que tenemos. Particularmente no soy ni radical, ni peronista, ni comunista, ni del PRO, ni libertaria, pero ciertamente da repugnancia las manifestaciones tanto de periodistas como de los invitados a sus programas. Es alarmante escuchar tremendas barbaridades cuando se expresan los políticos de Buenos Aires. Es absurdo ver cómo se ríen de los políticos que ellos no quieren, cómo se burlan; pueden estar horas denostando a tal o cual sector, o político, o funcionario, prácticamente sin filtro. Aunque yo opine igual o en contra de lo que dicen, como ser humano racional expreso mi repudio por la forma en la que hablan. Permítaseme la licencia de decir que es vomitiva la manera en que toman las cosas. Han dejado de ser serios; un verdadero circo con payasos riéndose en el mismo Titanic. Todo es odio, desunión, descalificación. Además de la desinteligencias que esto representa: así lo único que ganan es que cada vez estemos peor. Me alarma que haya gente que los escuche y les guste ese tipo de comentarios u opiniones destructivas. La libertad de prensa no es libertinaje. Se puede brindar un punto de vista, pero con altura, fundamentos serios y respeto. Justamente, respeto es lo que los programas televisivos de Buenos Aires no tienen en este momento".

LLEGAN CARTAS:

A la democracia la consiguió la gente

ROBERTO MARTÍNEZ

Tengo 83 años y hace 60 que vivo en General Paz... País raro el nuestro. Digo raro, porque viví en gobiernos de todos los tiempos. Aquel que asumió en el 83, en el 89 dijo: nos vamos porque no le encontramos la vuelta. A confesión de partes, relevo de pruebas.

Entre las cosas que vi fue una infantería de gente caminando por las avenidas por no poder pagar ni siquiera el boleto de colectivo en aquel tiempo; vi llorar a una mujer en el cordón de la vereda, porque el precio de las mercaderías de la mañana se había duplicado a la tarde...

Un payaso carapintada presionó al presidente Alfonsín y luego este último dijo públicamente: la casa está en orden. No obstante, ¿qué pasó?, condenó a los militares, pero a los dos años les dio la libertad, por las Leyes de Obediencia Debida y de Punto Final.

Sucedió que no lo dejaron gobernar, como lo hacen con todos los gobiernos: les hacen paros a todos (como acontece en estos momentos).

Recuerdo también a miles de personas saqueando supermercados en aquel tiempo. Después nos llegó de regalo un riojano patilludo.

A la democracia la consiguió la gente con su trabajo diario y pagando impuestos.

Hubo muchas cosas mal hechas, muchos fondos desperdiciados o malversados. Cosas que no se investigan. Mucha mentira en las esferas gubernamentales, aun en estos últimos años, en el país, las provincias y municipios.

Le agradezco a El Litoral por este espacio.

Soy fan desde hace 60 años de este prestigioso diario.

***

Una cosa es una cosa, y otra es otra cosa

PROF. LUIS ALBERTO "TOCHI" MORENO

Por un lado un Mundial deportivo es un encuentro que atrapa, hace disfrutar del juego y de sus intérpretes; se sufre, se festeja, se alienta, se canta, se salta. Abre la puerta al contacto entre pueblos, que ayuda al conocimiento y la amistad con ellos: es una cosa buena.

Por otro lado, el enfermizo y asfixiante consumismo en que se sostiene la política prevalente en las sociedades más poderosas y que por todos los medios se intenta imponer a la totalidad del mundo, hace que en estos encuentros mundiales deportivos, el de fútbol notoriamente por delante de todos los deportes, se conviertan en cortinas de humo para ocultar grandes y dolorosas realidades.

Los argentinos lo vimos en 1978, con la tiranía de Videla y su banda, usando a ese Mundial para intentar aparecer como "derechos y humanos".

Lo vemos ahora con el Mundial de Qatar, en el que la FIFA censura cualquier expresión crítica sobre la política de Derechos Humanos de ese u otro país, imponiendo prohibiciones a los técnicos, jugadores y países de cualquier gesto o palabra que pueda arruinar su tremendo negocio.

Mientras pasa eso, se nos quiere obnubilar con el lujo exorbitante, cruel y doloroso en que vive esa monarquía.

Ni el fútbol ni ningún deporte debiese anestesiar o matar a los Derechos Humanos.

La bicicleta de Luis Arturo XIII

LUIS ARTURO DE SANTA FE

El concepto “imbécil” es aplicable a cualquier género. No distingue la sexualidad de los individuos.

Comprenderse tiene sus riesgos, desde un escenario familiar, hasta una comunidad medianamente civilizada. Aceptar reglas es entender el principio de vivir contemplando no alterando las libertades ajenas.

¿Qué contenido mental puede haber en un espécimen que transita en motocicleta por la vereda?, ¿por una plaza donde juegan niños?, ¿por una avenida en sentido contrario al tránsito? Si tuviese respuestas seguramente las daría y si alguien las conociera también las comentaría.

Al identificarnos con la anarquía, los resultados saltan a la vista. Quienes nos rodean empiezan a perder interés y prevalece aquello que sacia mi modo de ver. Cuando empiezo a convencerme de que soy el foco del caos ya estoy perdido. Afirmo que es imposible testificar que sé hacia dónde voy. Todo se vuelve instintos. Evito embestir o ser atropellado, pero no comprendo a qué responde la actitud.

Los insectos reaccionan ante los estímulos de la intensidad de la luz. Lo compruebo durante la noche cuando cualquier lámpara se llena de bichos. Lo curioso es que, aunque a través de la llama perezcan, el reflejo de no extinguirse es menor a la fascinación de obrar inconscientemente.

La esencia de existir consiste en luchar por la vida. Es el costo cotidiano, trascendente. Sobrevivir. Lo demás carece de valor. Sin embargo, la realidad ha olvidado eso. Insistimos reiteradamente en darnos contra la pared.

Si la experiencia no se hace carne no sirve. En lo práctico funciona; en lo pragmático está condenada a fracasar una y otra vez. ¿Cuántas veces me caí intentando mis primeras andanzas en bicicleta? Sin embargo, la obstinación logra revelar el estadio del equilibrio. No existe clavo que se resista ante la insistencia de quien maneja el martillo.

Puede resultarnos trabajoso aprender, sin embargo, con el solo hecho de intentarlo lo estamos logrando. No es atinado responsabilizar al entorno por las carencias que padecemos, más allá de que todos tenemos oportunidades diferentes. Buscar la justificación a través de conceptos como optimismo o pesimismo resulta un atajo, para convencernos de que por naturaleza somos impulsivos. Obramos conduciéndonos irreflexivamente. No notamos valorar la consecuencia de cómo manejarnos con la realidad. Vernos como centro de la situación nos deja expuestos. Es el egoísmo representado en su máxima expresión. Aunque intente aferrarme a mi parecer, olvido con prontitud que solo puedo ser gracias a las oportunidades que brindan los semejantes.

No nacemos estúpidos. Es el hábitat el que da las herramientas para que nos cultivemos. Pero creo que la falta de alicientes termina resultando un círculo vicioso. Forma parte de la esencia humana buscar exteriormente la culpabilidad de los errores propios. Sostengo que más tiene que ver con el sentido de conservación.

Es época de actos heroicos. Los cobardes ganan los espacios; la palabra ética se ha vuelto un arcaísmo, no milita en los tiempos que corren. Lamentablemente para mí, soy responsable de que así sea.