Llegan cartas
Llegan cartas
2022 - Bicentenario de la Bandera de la Provincia de Santa Fe
SERGIO RICARDO CARDOZO ARENALES (*)
Sr. Gobernador de la Provincia de Santa Fe: tengo el honor de dirigirme a Ud., en mi carácter de ciudadano santafesino y vicepresidente de la Asociación Interamericana de Ceremonial, para solicitarle tenga a bien, declarar el próximo año como, "2022 - Bicentenario de la Bandera de la Provincia de Santa Fe".
Como así también disponer que, durante el año 2022, toda la documentación oficial de la Administración Pública Provincial, centralizada y descentralizada, así como en los entes autárquicos dependientes de ésta, lleven la leyenda: "2022 – Bicentenario de la Bandera de la Provincia de Santa Fe".
Fundamento la presente en que visto y considerando:
Que finalmente, en 1822 el gobernador Brigadier Estanislao López adoptó para la Provincia de Santa Fe el diseño de bandera tal como lo conocemos en la actualidad. De acuerdo a su pedido, la bandera debía ser cuatricolor, el pabellón provincial rojo, blanco el medio, celeste a la derecha y en el centro un óvalo orlado que contenga un sol naciente y las armas representativas de Santa Fe; flechas y lanza en cruz de San Andrés. La lanza orientada hacia arriba y las flechas hacia abajo. El óvalo debía estar cruzado por una faja amarilla con la leyenda: Provincia Invencible de Santa Fe.
Que en el año 2022 se cumplen doscientos años de la aprobación de la Resolución de la H. Junta de Representantes con fecha 3/08/1822, según consta en la colección de Leyes y Decretos en el Registro Oficial de la Provincia de Santa Fe, T 1 (1815 – 1847). Ed. 1888.
Al aguardo de una pronta y favorable respuesta, saludo al Sr. Gobernador con mi mayor consideración.
(*) Vicepresidente de la Asociación Interamericana de Ceremonial
****
Llegan cartas
Secuelas imborrables
MARÍA VICTORIA
"Hay situaciones muy difíciles en la vida, pero tenemos que tomar las riendas y saber tomar las decisiones adecuadas. Quiero citar algo que escuché del psicólogo Gustavo Manzanelli: "Como psicólogo, creo en las dos vidas, y creo en esto porque las personas en este tiempo tendemos a deshacernos de aquellas cosas que nos creemos que no son necesarias, inclusive una vida, un hijo en formación. En esta cultura del 'saco de mi vida en lo que no creo que me sirva, lo que no quiero', pienso que no estamos pudiendo discriminar todo lo que nos está pasando por nuestra mente, por nuestro corazón, y considero que promueve en este tiempo, el poder desechar todo aquello que 'no me hace bien'. Creo que no es así, si a este principio lo usamos para varios aspectos de nuestra vida vamos a tener muchas consecuencias y en este caso la vida en el vientre de una mujer, la formación, para nada es algo ajeno a uno, a una persona, sino todo lo contrario, es propio de una persona, de lo que pasó. Entiendo que hay casos puntuales en que hay mujeres que no han querido tener un hijo por alguna situación en particular; pueden ser muchas causales, pero no creo en esto de 'me saco lo que no me sirve, saco lo que no siento que quiero formar', porque así tendría que sacar todo vínculo, toda persona, toda situación, y no es así. Toda situación en la vida nos ayuda a crecer, a desarrollar nuestros recursos, nuestras defensas. A un virus no lo deseamos, pero viene a nuestra vida y tiende a desarrollar los anticuerpos para seguir adelante. Por eso, todo tipo de relaciones, experiencias, no vienen por casualidad, sino por y para algo, y esa es la tarea que tenemos que hacer los seres humanos. Preguntarnos por qué, para qué viene, qué sentido le estoy dando yo a esto en mi vida.
"Sugiero no dejarse llevar por esta instancia cultural de: 'saco de mi vida lo que no me sirve, lo que no siento que me pertenece', porque somos responsables de las cosas que vivimos, de cómo interpretamos, con lo que hacemos y con lo que nos está aconteciendo.
"He tratado a muchas mujeres que han abortado y han tenido un gran trauma en sus vidas por años. Las heridas son atemporales, sin tiempo. Así que una mujer puede llegar a anciana y acordarse de lo que hizo en su vida, tener un gran remordimiento, un gran sentimiento de culpabilidad, y de alguna manera eso destruye la autoestima, las relaciones, el ánimo de crecer o disfrutar de la vida. Muchas mujeres se han arrepentido, han tenido daños en su cuerpo, en su mente y en sus relaciones. No es para tomarlo a la ligera. Es para meditarlo, para pensarlo y para valorar nuestra vida y toda la vida que nosotros podamos llegar a reproducir también, en nuestras relaciones, en el vientre de una mujer.
"Pensemos, reflexionemos, no actuemos rápidamente y mucho menos destructivamente".
Gracias al diario por este espacio.
****
Se llama calma
CELESTE ESTELA
Comparto esta reflexión del Dalai Lama, palabras que tanto necesitamos escuchar e internalizar.
Se llama calma y me costó muchas tormentas.
Se llama calma y cuando desaparece salgo otra vez a su búsqueda.
Se llama calma y me enseña a respirar a pensar y repensar.
Se llama calma y cuando la locura la tienta se desatan vientos bravos que cuestan dominar.
Se llama calma y llega con los años, cuando la ambición de joven, la lengua suelta y la panza fría dan lugar a más silencios y más sabiduría.
Se llama calma, cuando se aprende bien a amar, cuando el egoísmo da lugar al dar y el inconformismo se desvanece para abrir el corazón y el alma, entregándose enteros a quien quiera recibir y dar.
Se llama calma cuando la amistad es tan sincera se caen todas las máscaras y todo se puede contar.
Se llama calma y el mundo la evade, ignora, inventando guerras que nunca nadie va a ganar.
Se llama calma cuando el silencio se disfruta, cuando los ruidos no son solo música y locura, sino los vientos, los pájaros, la buena compañía o el ruido del mar.
Se llama calma y con nada se paga. No hay moneda de ningún color que pueda cubrir su valor cuando se hace realidad.
Se llama calma y me costó muchas tormentas y la transitaría mil veces más hasta volverla a encontrar.
Se llama calma, la disfruto, la respeto y no la quiero soltar.
****
Una nueva versión de mí misma
MARÍA ROSA
"Yo SOY ASÍ, yo no cambio", "es mi manera de ser"…
Y sí, tengo todo el derecho a ser como quiera o como pueda ser. Pero Dios me ofrece una mejor versión de mí misma, y no se trata de cambiar la fachada ni de mejorar el maquillaje, porque a Dios le gustan las verdaderas reformas, ésas que vienen desde lo más profundo, y por eso me da la fuerza de su espíritu para renovar mi modo de pensar. "Desháganse de su vieja naturaleza pecaminosa y de su antigua manera de vivir, que está corrompida por la sensualidad y el engaño. En cambio, dejen que el Espíritu les renueve los pensamientos y las actitudes. Pónganse la nueva naturaleza, creada para ser a la semejanza de Dios, quien es verdaderamente justo y santo".
Efesios 4:22-24 NTV