Jubilaciones vs. asignaciones
Jubilaciones vs. asignaciones
RAMÓN
"La verdad es que nuestro gobierno es una vergüenza nacional. Aumentar a los jubilados, quienes aportaron al sistema previsional durante todos sus años de trabajo para poder tener en la vejez una jubilación acorde a sus aportes, el mismo 12,8% que les dan a los que no trabajaron ni aportaron jamás, es una burla. ¡¿No tienen conciencia de lo que están haciendo?! ¿Por qué siempre ajustan por el lado de los jubilados en vez de bajar un poco los sueldos de los políticos para hacer beneficencia con quienes, a pesar de no merecerlo, cobran un plan? Realmente da mucha bronca después de toda una vida de trabajo que se nos trate así. Muchas gracias por el espacio".
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¡¿Qué le pasa a la vocera, está nervioshhha?!
"Bochornosa la actitud de Gabriela Cerruti con sus modos pocos civilizados hacia la periodista Cecilia Devanna, interpelándola de manera agresiva y tratando de evitar la respuesta a la pregunta, mientras ridiculizaba a la periodista que, conservado la calma, le contestó educadamente. Más que vocera parece una vocinglera que expresa lo que su jefe no puede, una impresentable más de esta orga y su troupe de incompetentes, avalados por un presidente políticamente devaluado que parece ignorar que su amenaza velada hacia EE.UU. tomo estado público en el mundo siendo que en ese país se comportó como un Capitalista, en Rusia como Comunista y en China como Socialista. Como dice el dicho, se pone el sombrero de acuerdo al interlocutor que tiene enfrente; evidentemente tiene un serio problema de identidad".
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Un corazón descuidado
"Frente al Molino Franchino, en Bv. y Rivadavia, se construyó un enorme corazón artificial para depositar tapitas. Está atiborrado de tapitas de gaseosas, con decenas de bolsas repletas de las mismas a su alrededor. ¿Tan poco interés hay en recolectar aunque sea una vez por semana? La gente colabora, pero al observar esta desidia se va a cansar. Nadie se preocupa por sacar las tapitas o limpiar las bolsas. Ese es el estado de la ciudad y de la sociedad que tenemos".
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La frecuencia de los colectivos
"Realmente estoy muy preocupada por el servicio de transporte público que tenemos en esta ciudad. Soy una persona mayor que a veces toma el ómnibus y estoy acostumbrada a esperarlo -además estoy jubilada y tengo tiempo-, pero lamentablemente la gente que va a trabajar tiene que esperar el ómnibus una hora para poder trasladarse a cumplir con sus obligaciones. Y ni que hablar los fines de semana, que a veces hay que esperarlo hasta dos horas. El jueves me pasó algo que realmente me sacó de lugar, esperé el 3 durante 1 hora y 10 minutos, y cuando lo voy a tomar, a las 13:30, en calle Juan de Garay y 4 de enero, ¡se descompone! Era una catramina ¡¿cómo no se iba a romper?! Tuvo que bajar toda la gente y tuvimos que esperar casi una hora al otro coche que venía atrás. La verdad es que yo estoy acostumbrada a ser paciente, y evidentemente la otra gente también, pero esta situación fue el sumun. Les puedo decir que cuando yo trabajaba, los coches venían con un intervalo estricto de 15 minutos. Había un inspector que controlaba eso. No podían llegar ni adelantados ni atrasados. Pero hoy parece que es un viva la pepa. No importa el recorrido que hacen, ni el horario en el que pasan. Creo que el intendente debería ser un poquito más misericordioso con la gente que utiliza el transporte público. Los santafesinos somos muy pacientes y mansos, porque si esto sucediera en Córdoba o Buenos Aires, seguramente estarían todos protestando".