Poste peligroso
Poste peligroso
"Soy un vecino del lugar y quiero advertir sobre una peligrosa inclinación de poste de cemento en la esquina de Lavalle y Domingo Silva (barrio Candioti Norte, ciudad de Santa Fe). Solicito la pronta intervención de las autoridades pertinentes. Existe generalizada y justificada preocupación, por eventuales accidentes en caso de su caída. Agradezco desde ya la pronta publicación".
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Inseguridad
"Estoy indignada, muy triste, por todo lo que pasa en nuestra ciudad... Tantos casos de inseguridad día tras día y nadie hace nada... Remiseros, tacheros, cadetes, trabajadores en general que viven con miedo al salir a trabajar... Familias que viven con el corazón en la boca hasta que su hijo/a, marido, mujer vuelven a su domicilio. ¿¿¿Es justo vivir así??? ¿¿Es justo que los choros malnacidos salgan libres a matar, a apuñalar, a golpear por un celular, por dinero, o por un vehículo?? ¿¿Es justo que no podamos trabajar tranquilos?? ¿¿Es justo que la gente no quiera movilizarse, no quiera pelear por sus derechos, porque están cansados de pedir algo que jamás nos brindan?? Tan solo pedimos SEGURIDAD... ¿¿Es justo que nos resignemos a seguir viviendo así?? Por favor: abramos los ojos. Todos podemos ser Lucio, o un tachero apuñalado, o un remisero muerto, o una chica violada, o un cadete golpeado... ¡¡ Por favor!! ¡¡Hay que hacerse escuchar como pueblo, como ciudadanos que solamente pedimos vivir libres, sin miedos...!! ¡¡No aceptemos, ni nos resignemos a esto!!".
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Pedimos el asfaltado de nuestras calles
"Vivimos en calle de tierra desde las épocas de las carretas. Queremos ser parte de la comunidad santafesina, que nos traten como a los demás ciudadanos, y que nos asfalten las calles. Cada vez que llueve nos inundamos. Las calles tienen surcos terribles, aún cuando están secas, se rompen los autos al pasar por allí. Vecinos hace un tiempo fueron a reclamar y les contestaron que nuestras calles figuran asfaltadas ¡¡desde la época de Reutemann!!, de modo que los pobladores de esta zona no sabemos qué pasó ni qué pasa... Por ejemplo calle Roque Sáenz Peña: a 4 cuadras de allí, Villa Hipódromo, está todo asfaltado, con unas luces impresionantes y aquí nada... Estamos como perdidos en el mapa... Son poquitas cuadras: serían Ruperto Godoy al 38 y 39 (es decir dos cuadras); Huergo al 38, 39, 40; y las transversales: Santiago de Chile al 56, 57 y 58; Roque Sáenz Peña al 56, 57, 58 y 59; y Juan Díaz de Solís al 57 y 58; después en Juan Díaz de Solís al 59 está asfaltado... Son poquitas cuadras. Ni siquiera, momentáneamente, nos hicieron un mejorado, ripio, ¡algo! Transitar calle Huergo es imposible por los pozazos que tiene, hasta caminando a uno le cuesta atravesarla. Los vecinos hace mucho que la venimos luchando. Hablamos a la radio, pero no pasa nada de nada. Lo que es al nuevo intendente, Jatón, ni le vimos la cara. Acudimos a este generoso espacio que nos brinda El Litoral, a ver si se acuerdan un poquito de nosotros... Además del asfalto estamos pidiendo cordón cuneta, que también estaría bueno. Estamos olvidados e ignorados. Y nos da bronca porque estamos a 15 cuadras del centro y no nos llevan el apunte. Y eso que pagamos impuestos, como todas las demás cosas. Cuando llueve, los chicos tienen que faltar a la escuela, porque no pueden salir de sus casas por el tremendo barro y el agua acumulada en las calles".
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Llegan cartas
Por el fin de la guerra
Queridos santafesinos, traduzco literalmente el mensaje que me llegó de mis amigos en Fátima y Lisboa.
Es un compromiso mínimo y creo que nos podemos unir.
"Amados hermanos, hermanas, amigos, amigos: nunca hemos tenido tanta inseguridad todos los días, un mundo tan sufrido por la opresión de tantos gobiernos, por tantos vicios, crímenes, corrupción, violencia, abusos y temor por el futuro de nuestros jóvenes.
Durante la Segunda Guerra Mundial, un asesor del primer ministro Winston Churchill organizó a un grupo de personas que, a una hora determinada, todas las noches, se detenían, hicieran lo que hicieran, para rezar en comunión por la paz, la inseguridad y la seguridad de las personas (residentes) en Inglaterra.
Esto lo hacían todos los días y era como si la ciudad quedara suspendida, tal era el poder de la oración.
¡El resultado fue tan prodigioso que, en poco tiempo, se detuvo el bombardeo!
Ahora nos estamos organizando nuevamente, un grupo de personas de diferentes nacionalidades, para orar un minuto por la seguridad de nuestros países, por el fin de los problemas que nos oprimen y angustian y para que Dios guíe las decisiones de nuestros gobernantes.
En Argentina nos reunimos (cada uno en su lugar o entre varios) a las 17 hs. Cada país tiene su propio horario.
Les pido, por favor, que se sumen a esta iniciativa. Nos detendremos un minuto todos los días, en los tiempos indicados, para pedir por la paz en el mundo, para que terminen los conflictos y se restablezca la tranquilidad en todas las naciones de la Tierra y para que las familias busquen en Dios su seguridad y salvación.
Si comprendiésemos el enorme poder de la oración, nos asombraríamos. La oración y la fe mueven la mano de Dios".