Rubén A. Sánchez | rsanchez@ellitoral.com
Si bien en el país hay una gran participación política de los jóvenes en manifestaciones y militancia, es difícil que lleguen a ser candidatos en los partidos. El promedio de edad es de 49 años.
Rubén A. Sánchez | rsanchez@ellitoral.com
La sesión en la Cámara de Diputados por la legalización del aborto logró que gran parte de la sociedad esté en vilo mirando la transmisión del debate, como no ocurría hace mucho tiempo. A raíz de esta atención, un grueso del país escuchó por primera vez a algunos legisladores que nos representan.
El gran involucramiento juvenil en el tema (la periodista especializada en género Luciana Peker llegó a hablar de “La revolución de las hijas”) marcó como contraste la escasa representación parlamentaria de éste sector de la sociedad. Y, tras una revisión de las estadísticas etarias de los legisladores, se encuentra el fundamento.
Los números
Un relevamiento llevado a cabo por este diario dio como resultado que el promedio de la edad de los 257 diputados nacionales es de 49 años. La provincia de Tierra del Fuego es la que menor promedio de edad tiene: sus 5 diputados nivelan 42 años. También es el único distrito en el que los menores de 40 años son mayoría. En la escala del menor promedio, le sigue Mendoza, con 43 años.
La contracara son Catamarca y Santiago del Estero, provincias en las que la media alcanza los 57 años. En las filas de los diputados santiagueños se encuentra Mariana Morales de 32 años, la única menor de 40 años. En Catamarca Gustavo Saadi de 42 años es quien menor edad porta. Cabe destacar que, en ambas provincias, hay un diputado sobre cuya edad no hay datos en las diversas bases consultadas: Hugo Infante en Santiago del Estero, y Verónica Mercado en Catamarca.
En siete provincias argentinas todos sus diputados son mayores de 40 años: Jujuy, Salta, La Rioja, Formosa, Tucumán, Catamarca y Chubut.
Los representantes de la provincia de Santa Fe, al igual que Corrientes y Misiones, promedian 48 años.
Sólo tres diputados de la Cámara son menores de 30 años: Martín Maquieyra (29) por La Pampa, Josefina Mendoza (26) por Buenos Aires, y Victoria Rosso (29) por San Luis.
Los partidos
“Hay una gran participación de jóvenes de distintas maneras, pero los partidos políticos y sindicatos son los lugares donde menos participan. Son estructuras tradicionales pensadas desde el siglo XX, que no están conteniendo la realidad del siglo XXI” considera el secretario de Juventudes de la Provincia, Pablo Lamberto, en diálogo con El Litoral.
“Entonces prefieren las ONG, cuestiones medioambientales, de fe católica o distintos credos. Estamos en un momento bisagra, y la política necesita renovarse y los partidos también” agrega.
“Renovarse no es cambiar un viejo por un joven” aclara. “Se tiene que renovar en prácticas, en agenda, en un montón de cuestiones que la lógica da que eso decanta en actores más jóvenes”.
Al oír la consulta sobre la posibilidad de un “cupo juvenil” en las listas de legisladores (el artículo 48 de la Constitución Nacional exige la edad mínima de 25 años para ser Diputado), lo califica como “positivo”.
“Si no hay jóvenes en la lista algo pasa. Y creo que hay que resolverlo dentro de los partidos, pero no todos los partidos son democráticos...entonces hay que generar instancias donde la ciudadanía diga algo que se tiene que hacer.
El partido expresa una visión de la sociedad, pero el que empodera es el ciudadano, por lo que no me parece mal que haya un cupo joven” explica.
Lamberto expresa una mirada crítica puntualmente al rol de los partidos políticos, al considerar que “el desafío de los partidos es sacarle la carga a la política tradicional de que el militante tiene que hacer carrera de 50 años de militancia, y que después está en condiciones o se merece la candidatura”.
“Si no entendemos a esta sociedad, los partidos políticos van a estar más alejados y representarán menos, y eso se expresa en las calles” augura para concluir.
Las ideas
“Ser joven y no ser revolucionario es una contradicción hasta biológica” afirmó en 1972 el ex presidente chileno Salvador Allende, en su discurso en la Universidad de Guadalajara (México).
La historia nos hace comprender que son conceptos netamente relacionados, pero no mutuamente excluyentes.
“El sólo hecho de ser joven no rompe con lo tradicional de la política, eso es lo que hay que trabajar” coincide Lamberto.
“Obviamente al ser joven, por estar menos condicionado de una carga histórica, uno es más permeable a determinados cambios. Pero no necesariamente ser joven significa renovar las ideas, ni ser democrático, ni entender esta nueva sociedad. A veces escucho gente grande en edad, pero que dicen cosas interesantes y dan a entender que hay una nueva sociedad y están dispuestos a escucharla” expone el secretario de Juventudes.
De esta manera se refuta de cierto modo la frase de Allende. No hay ninguna hormona revulsiva que garantice una mirada de políticas inclusivas y representativas, surgiendo en la pubertad del ser humano y desapareciendo al superar la juventud. Siempre se tratará de una sociedad con empatía.
Lo adelantó en la década del 80 Luca Prodan, cantante de Sumo, al aclarar que “Los Viejos Vinagres pueden no tener setenta años, ni sesenta, ni treinta años: es gente con una mentalidad. Hay chicos de doce años que son mas reaccionarios que una persona de cincuenta.”
Paridad de género
El relevamiento llevado a cabo por El Litoral también decantó en una perspectiva de género. En poco más de la mitad de los distritos (13, para ser exactos) hay paridad de género en la cantidad de diputados. Santa Fe es uno de esos casos: de 18 legisladores, 8 son mujeres. Una paridad casi exacta.
Sin embargo, en las restantes provincias, hay un claro dominio de diputados hombres: en nueve provincias (Buenos Aires, Salta, La Rioja, Formosa, Mendoza, Entre Ríos, Neuquén, La Pampa y Tierra del Fuego) las mujeres representan minoría. Se destaca el caso único de la provincia de Salta, donde no hay mujeres diputadas.
Sólo en dos casos las legisladoras de la Cámara Baja son la mayoría: Chaco y Santiago del Estero.