Contención, asesoramiento y asistencia a las víctimas de delitos y sus familiares son los objetivos con los que se creó la oficina, en el marco del Ministerio de Seguridad. Recuperar la autonomía luego de una experiencia extrema como eje de trabajo del equipo. Numerosas intervenciones por casos de entraderas.
Nancy Balza
En el año 2014, un joven fue testigo de un delito y a partir de ahí comenzó a vivir un verdadero calvario, con hostigamientos reiterados por parte de sus vecinos. Con poco más de 20 años de edad, tenía limitados sus movimientos cotidianos y su vida social. “Logramos que pueda mudarse del barrio; hoy está trabajando y su vida cambió de manera notable. La causa judicial continúa, el autor del delito está preso, el joven pudo ir a declarar y recuperó su autonomía”. Así resume Anahí Schibelbein una de las actuaciones de la Dirección Provincial de Atención a Víctimas que está a su cargo desde el 11 de diciembre, bajo la órbita del Ministerio de Seguridad. Si bien el hecho que describe data de antes de esa fecha, la intervención ocurrió en la actual gestión, que ya lleva seis meses.
Licenciada en Ciencias Políticas y con experiencia en un área similar en la Municipalidad de Rosario, Shibelbein dialogó con El Litoral sobre el trabajo del equipo que lidera, que está integrado por once personas, entre psicólogos y abogados, e intervino en más de 120 casos. “A diferencia de otras reparticiones públicas, lo que hacemos es acercarnos al vecino. Es una de las premisas que nos impuso el ministro Maximiliano Pullaro a la hora de crear la dirección: estar cerca del vecino en los pueblos y ciudades de la provincia”. Siempre con la consigna de que “una persona que fue víctima de un delito está en una situación de mucha vulnerabilidad y a partir de la dirección buscamos sostenerla a través de una contención, una asistencia en lo legal que para nosotros es fundamental y una asistencia psicológica durante todo el período que el familiar o la víctima crean necesario”.
—¿ En qué casos intervienen?
—En este último período la mayoría de los casos tuvieron que ver con entraderas. En Rosario y Santa Fe hemos tenido un recrudecimiento de este delito y vemos que la vulnerabilidad por la que atraviesa la familia en esas situaciones es alta, sobre todo cuando hay niños presentes. Promovemos la privacidad y la atención psicológica durante un período que ronda entre los 3 y 4 meses, durante el cual con el equipo de psicólogos evaluamos cuál es el proceso de trauma que creemos necesario atender. Durante ese período hacemos el seguimiento legal en tribunales con el Ministerio Público de la Acusación para que la causa no quede en “punto muerto”, sino que la persona y la familia vean que tiene una continuidad y un resultado: el resultado final sería que la persona que cometió el delito esté presa.
UN SOPORTE PARA ATRAVESAR LA CRISIS
En la ciudad de Rosario el equipo cuenta con tres familiares de víctimas cuyas experiencias “nos demuestran cuáles son las dificultades que atravesaron y cuáles fueron las respuestas que no recibieron en su momento”, expuso la funcionaria. En el caso de Santa Fe y en el interior, “articulamos con la Dirección Provincial de Salud Mental en hospitales, centros de salud y Samcos, y con los Centros de Asistencia Judicial del Ministerio de Justicia donde, a diferencia nuestra, los abogados y profesionales pueden patrocinar a las personas”.
—¿Cómo llegan a la persona que fue víctima de un delito? ¿Cómo seleccionan a quiénes van a acompañar?
—Evaluamos cuál fue el grado de gravedad del caso, sobre todo si hubo una lesión física. Si hubo menores de edad involucrados, siempre llamamos. Después quedará a criterio de la familia si nos recibe o no. La agresión física es prioritaria pero si hay un trauma psicológico por las circunstancias, porque estuvieron de rehenes o hubo niños, actuamos. Hubo un caso en Sanford (departamento Caseros) de una entradera en la que estaban presentes tres nenas y si bien no hubo lesión física, luego del hecho ellas modificaron su conducta: nuestro propósito fue que, a pesar de la situación traumática, puedan volver a adquirir cierta autonomía como familia.
—¿En este tiempo lograron comenzar y terminar un seguimiento?
—Sí, son pocos los casos porque recién vamos a cumplir seis meses de gestión y para nosotros finalizar tiene que ver con que la Justicia actúe. Nos basamos en que la única manera de reparar por parte del Estado es que la persona que ha cometido un delito tenga sanción. Todo lo demás tiene que ver con un soporte para colaborar en esa situación traumática.
—¿En base a qué registros intervienen?
—Por un lado, recibimos diariamente dos partes policiales de toda la provincia y un insumo muy grande son los medios de comunicación y las redes sociales. A partir de allí comenzamos a hacer un seguimiento. Estamos convencidos de que la situación cambia si la persona se siente escuchada y tiene herramientas para generar la propia autonomía que muchas veces se anula totalmente luego de ser víctima de un delito.
"La única manera de reparar por parte del Estado es que la persona que ha cometido un delito tenga una sanción. Todo lo demás tiene que ver con un soporte para colaborar en esa situación traumática”. Anahí Schibelbein Directora provincial de Atención a Víctimas.
EN TRES PLANOS La Dirección brinda tres formas de asistencia:
+ información CONTACTO • En Santa Fe: Tel. (0342) 4505100/5200, interno 5428. • En Rosario: tel. (0341) 4721829, internos 45835 o 45831.