El vocero presidencial Manuel Adorni justificó la suspensión de la asistencia a los comedores populares y salió al cruce de las denuncias de la fundadora de Los Piletones, Margarita Barrientos, por esa situación.
La titular de Los Piletones denunció la falta de mercadería. El vocero puso en duda que se haya ajustado a los requerimientos del gobierno nacional.
El vocero presidencial Manuel Adorni justificó la suspensión de la asistencia a los comedores populares y salió al cruce de las denuncias de la fundadora de Los Piletones, Margarita Barrientos, por esa situación.
Barrientos había denunciado la falta de asistencia a sus comedores, ante lo cual Adorni aseguró que "no se ha dejado de asistir a ningún comedor que haya cumplido con los requisitos".
"Pregúntenle a Margarita Barrientos si cumplió con los requisitos que le ha pedido el Ministerio de Capital Humano para seguir con esa provisión", disparó el funcionario en su habitual conferencia de prensa matutina en Casa Rosada.
Según Adorni, la discontinuidad en la asistencia a algunos comedores obedecería únicamente a incumplimientos requeridos o a la finalización de "acuerdos previos" con el ex Ministerio de Desarrollo Social, y que no han sido renovados según las auditorías que lleva adelante la cartera que encabeza la ministra Sandra Pettovello.
Por eso, remarcó que es "falso" que se haya cortado ese tipo de asistencia social: "No habría ninguna razón para dejar de enviar alimentos a los comedores", insistió el vocero.
Días atrás, viarias organizaciones sociales y piqueteras alzaron la voz por la interrupción de la asistencia alimentaria, a lo que se sumó Barrientos, dirigente que tuvo una relación cercana con el macrismo.
"No están mandando alimentos a los comedores y no están dando soluciones. Nosotros damos de comer a muchísima gente, dejamos familias completas sin comer", advirtió la dirigente.
Barrientos aseguró que no hay ninguna línea de diálogo abierto con la ministra Pettovello, pero sí con su secretario que "está al tanto de todo lo que pasa".
Y lamentó que está creciendo la demanda de alimentos al comedor, que habitualmente asiste a unas 400 familias. "Hay trabajadores formales que están viniendo al comedor. Hay cosas que no puede solventar la familia", detalló.
Este viernes, organizaciones sociales de izquierda, independientes y peronistas realizaron jornadas de protesta en distintas partes del país en reclamo de alimentos para los pobres.
En la ciudad de Buenos Aires, la protesta se llevó a cabo en las inmediaciones de las oficinas del ministerio de Capital Humano, con empujones entre manifestantes y efectivos de la policía de la ciudad que arrojaron gas pimienta a los manifestantes.
Los distintos puntos de concentración contaban con una importante presencia de efectivos de la Gendarmería Nacional, que buscó en todo momento aplicar el protocolo de orden público implementado por la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, que impide manifestarse con cortes en las calles.
"A más de dos meses del gobierno de Javier Milei, han demostrado que quieren hambrear al pueblo y llevarse todo lo que puedan de la Argentina. Vivimos la inflación más grande desde los últimos 30 años, con una situación de hambre gravísima en los barrios más pobres, con una fuerte caída del trabajo y del consumo popular", dijo a Télam Juan Carlos Alderete, coordinador nacional de la CCC.
Por su parte, el Ministerio de Capital Humano explicó a través de un comunicado que la compra de alimentos que administraban las organizaciones sociales "representa solo el 4,2% de la inversión del Estado en materia alimentaria" y se decidió que ese porcentaje sea destinado directamente a los comedores para "terminar con la extorsión".
"Para terminar con esta herramienta de extorsión y el negocio multimillonario para el cartel de empresas proveedoras de alimentos del estado decidimos que este 4,2% de asistencia que controlaban las organizaciones sociales sea destinado directamente a los comedores que, a su vez, deberán rendir cuenta de la comida que compran", indicó la cartera de Capital Humano.