Qué es la Agenda 2030 que Javier Milei cuestionará ante las Naciones Unidas
Involucra fines tan variados como pobreza cero, igualdad de género y ciudades sostenibles. Alba Imhoff, docente de la UNL, explica los alcances de este acuerdo que firmaron 193 países hace casi 10 años.
Un anticipo. En enero, en el marco del Foro de Davos, el Presidente argentino dejó en clara su postura crítica sobre varios de los objetivos que impulsa la Agenda 2030 de Naciones Unidas.
Alrededor de las 16 está prevista la presentación del presidente Javier Milei ante la Asamblea General de las Naciones Unidas donde, se espera, marcará sus diferencias con la Agenda 2030; un conjunto de 17 objetivos en los que se comprometieron 193 países en el año 2015 para procurar un "golpe de timón" en un planeta que se estaba volviendo insostenible.
El mandatario argentino ya anticipó su opinión contraria a esta serie de recomendaciones a poco de asumir, en su paso por el Foro de Davos donde cargó contra los "experimentos colectivistas" y cuestionó la agenda ambiental y la igualdad de género. Ambos conceptos están incorporados en el listado de aspiraciones para dentro de seis años, junto con otros puntos centrales como Hambre cero, Fin de la Pobreza y Ciudades sostenibles, puntos sobre los que volverá seguramente en su exposición ante el organismo internacional, reunido en la sede de Nueva York.
Si bien la Agenda 2030 trasciende la cuestión del cambio climático, varios de sus objetivos, como Hambre cero y Fin de la pobreza, se relacionan directamente con las condiciones ambientales.
Pero, ¿qué es la Agenda 2030 y por qué es importante para la Argentina?
Alba Imhoff es profesora de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la UNL y responsable de Patrimonio Natural, del Programa Ambiente y Sociedad. En diálogo con El Litoral explica, en primer lugar, que esta herramienta es "mucho más que una agenda ambiental" porque aborda problemas mucho más variados, establece metas y busca que todos los países colaboren entre sí para alcanzar los objetivos globales; independientemente de que cada país que adhiere tiene libertad para trabajarlos de acuerdo a sus particularidades y financiamiento.
"No se impone cómo se deben cumplir estas metas pero todos los países se pusieron de acuerdo en que había que abordar estos temas porque, si no, el mundo es insostenible", señala la docente.
La pregunta es si tiene algún efecto desmarcarse de estos objetivos. Imhoff opina que sí. Primero, "porque son acuerdos internacionales" en el marco de un organismo al que pertenece un número importante de países. Y,, segundo, porque hay efectos financieros; por ejemplo "para acceder a créditos, los organismos consultan en qué etapa de cumplimiento de las metas 2030 está ese país".
Puertas adentro, la Argentina ya tiene un camino recorrido en el marco del apoyo a esta Agenda, plasmado en leyes que fueron sancionadas por el Congreso Nacional. Precisamente, Imhoff integró el Comité Asesor Nacional de Cambio Climático durante el gobierno anterior. Organismo que no volvió a ser convocado desde diciembre de 2023.
Lula da Silva, presidente de Brasil, este martes en la Asamblea, previo a la aparición de Milei. Crédito: Shannon Stapleton
Bióloga de profesión, advierte que "los 17 ODS cubren campos muy variados pero hay una línea que es la biodiversidad y hace dos años se decidió que ya no había tiempo para discutir y directamente se pasó a la acción: para el 2030 el 30 % de la Tierra tiene que estar protegida porque, de lo contrario, no podemos asegurar el futuro".
En definitiva, "no es una agenda teórica, sino que involucra un trabajo por parte de los países que la firmaron, incluida China y otras naciones que no formaban parte de estas decisiones ambientales".
Los 17 objetivos
La Agenda 2030 está compuesta por 17 objetivos que a su vez incluyen metas, aplicables universalmente de acuerdo a las diferentes realidades, capacidades, niveles de desarrollo, políticas y prioridades de los países.
Si bien la Agenda 2030 trasciende la cuestión del cambio climático, varios de sus objetivos, como Hambre cero y Fin de la pobreza, se relacionan directamente con las condiciones ambientales.
Estos son: Fin de la pobreza; Hambre cero; Salud y bienestar; Educación de calidad; Igualdad de género; Agua limpia y saneamiento; Energía asequible y no contaminante; Trabajo decente y crecimiento económico; Industria, innovación e infraestructuras; Reducción de las desigualdades; Ciudades y comunidades sostenibles; Producción y consumos responsables; Acción por el clima; Vida submarina; Vida de ecosistemas terrestres; Paz, justicia e instituciones sólidas, y alianzas para lograr los objetivos.
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