Jueves 7.4.2022
/Última actualización 18:37
El presidente Alberto Fernández confirmó este jueves que Argentina tendrá prioridad en la compra de gas a Bolivia, tras reunirse en la Casa Rosada con su par Luis Arce, en su primera visita oficial al país. Durante una conferencia de prensa, el mandatario argentino aclaró que, en principio, se cumplirá con los contratos vigentes y que en caso de que exista un excedente de producción, se podrá acceder.
“El contrato vigente se mantiene en las mismas condiciones. Bolivia asume un compromiso adicional que, si hay un incremento en la producción de gas, Argentina va a tener prioridad de ese incremento que puede venir como exportación”, explicó Fernández. Sobre el precio que se acordó, aclaró que todavía se está trabajando entre los equipos y agregó: “Entiendo que el mundo ha trastocado todos los precios de energía y no sé cómo todo eso va a repercutir en este contrato”.
De todos modos, el mandatario argentino “celebró” contar “con ese gas seguro porque la realidad es que Bolivia ha demostrado un decline de la producción de gas por la falta de inversión, ocurrido durante el gobierno de facto. Y es algo que Bolivia esta tratando de recuperar por lo tanto estamos confiados en que podamos seguir contado con lo que ya contábamos y esperando ansiosos que ese incremental pueda llegar lo antes posible”.
Consultado sobre la posibilidad de quitar el cupo de suministro de gas a Brasil para enviarlo a Argentina, Arce dijo que están en “negociaciones” porque el contrato que mantienen por estos días fue realizado durante el “gobierno de facto, donde ha sido muy contrario a los intereses bolivianos. Nuestra intención es negociar todavía para poder satisfacer. En el empeño de construir un esfuerzo para mantener los niveles de la gestión pasada y el esfuerzo adicional que se pueda producir, por supuesto que Argentina tendrá prioridad para ser enviado”.
El Gobierno Nacional mantuvo conversaciones con las administraciones de Chile, Brasil y Bolivia para asegurarse la provisión de gas en el invierno. La escasez de fluido, la falta de infraestructura y los precios internacionales atentan contra el deseo de que en los próximos meses no haya cortes del suministro energético.
Desde el punto de vista económico, hay dificultades para equilibrar la demanda y la oferta. La compra de Gas Natural Licuado (GNL) en el exterior enfrenta la suba de los precios internacionales como consecuencia de la invasión de Rusia a Ucrania, y la escasez de los fletes marítimos complica la llegada del fluido por vía marítima. A esto se le suma la sequía que viven la Argentina y la región, que provocó una baja de los caudales, con la consecuente caída de la capacidad de generación de las hidroeléctricas, que pasarían de aportar el 30% del sistema energético a solo el 15 por ciento.
“Los presidentes de Argentina y de Bolivia decidieron encabezar ellos mismos la negociación por la provisión de gas para el invierno porque lleva meses trabada y representa un recurso estratégico y esencial para nuestro país”, había adelantado, días atrás, el canciller Santiago Cafiero, en declaraciones a Agencia Télam.
Los equipos técnicos de las empresas estatales Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) e Integración Energética Argentina (IEASA) discuten desde fines de 2021 la sexta adenda al acuerdo que en 2006 firmaron -por 20 años- los expresidentes Néstor Kirchner y Evo Morales. Por su parte, Bolivia enfrente una fuerte caída de los niveles de producción de sus yacimientos.