Alberto Fernández habló en el Congreso y no hubo sorpresas
El jefe de Estado fue el parlamento nacional para inaugurar un nuevo período de sesiones ordinarias y El Litoral estuvo allí para seguir el minuto a minuto detrás de escena.
El presidente Alberto Fernández junto a la vicepresidenta Cristina Kirchner encabezaron la apertura de las sesiones ordinarias del Congreso ante la Asamblea Legislativa. Crédito: Presidencia
Los primeros en llegar a la zona del recinto fueron legisladores como Germán Martínez, presidente del bloque oficialista en Diputados y Mario Negri, jefe del interbloque de Juntos por el Cambio. No había mucha gente alrededor del parlamento y las calles aledañas recién se bloquearon completamente algunos instantes antes de que lleguen los embajadores extranjeros y los integrantes del gabinete nacional que acompañarían al primer mandatario en su último discurso de estas características, en su actual gestión.
En la medida que ingresaban a la Cámara de Diputados, el fuego cruzado encontró – una vez más – a radicales y macristas acusando al unísono al oficialismo de todos los males de la actualidad y, al oficialismo, haciendo lo propio con ellos y la administración de Mauricio Macri hasta 2019. Los temas expuestos de un lado y otro adelantaban lo que se venía por parte de Alberto Fernández instantes después: la herencia de las gestiones anteriores; el rol de la Corte Suprema en los temas más sensibles del arco político y la inseguridad que acecha las calles, con el foco puesto en Rosario.
El discurso en general, el balance y los anuncios no causaron por ningún instante sorpresa, ni generaron un ambiente de atención exorbitante entre los periodistas e invitados. Hubo un foco de tensión en toda la casa legislativa cuando el jefe de Estado fue increpado por Fernando Iglesias y, luego, cuando comenzó a levantar la voz para analizar la situación judicial federal y las arcas afectadas por la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, respecto al resto del país.
En plena exposición, los legisladores del entorno de Martín Losteau (Evolución Radical de Capital Federal) se levantaron de sus bancas y se retiraron. Fue porque no consideraron justo que Alberto Fernández vuelva a dirigirse a los porteños como parte de la ciudad “de la opulencia”.
Otro punto de lo expresado por Alberto Fernández que generó reacción de un legislador, fue lo dicho en materia de seguridad. Ante la imposibilidad de hablar directamente con el presidente, Federico Angelini esperó a la salida del congreso a Aníbal Fernández – ministro de Seguridad de la Nación – para cuestionarlo por, en otras palabras, patear la pelota y adormecer la cuestión del narcotráfico en Santa Fe.
Así las cosas, los funcionarios se fueron retirando y las últimas palabras tenían que ver con la apuesta de poder sesionar en un año que estará cruzado por la clave electoral y luego de serias complicaciones para reunir a diputados y senadores a debatir proyectos en el recinto por falta de quórum. Algunos colegas preguntaron en distintos momentos a oficialistas si el discurso fue en “modo electoral” o “de despedida”, a lo cual siempre hubo misma respuesta de los distintos interlocutores: “Alberto habló como presidente”.