La ceremonia comenzará a las 12 y se llevará a cabo bajo estrictos protocolos de prevención contra el Covid-19, lo que le dará un elemento extra: será la primera Asamblea Legislativa realizada en pandemia y con una modalidad mixta de asistencia remota y presencial.
Diputados y senadores fueron convocados para las 10:30, ya que el protocolo y las comisiones de Interior y Exterior tienen que empezar a moverse a las 11 y el Presidente llegará al Congreso a las 11:45.
Los detalles del discurso que el Presidente pronunciará ante la Asamblea se mantiene bajo reserva, aunque se prevé que realice en primer lugar un repaso de las medidas adoptadas por el Gobierno ante la pandemia, que marcó como pocas cosas su primer año de gestión.
Asimismo, se estima que Fernández hablará durante 45 minutos.
Luego de asumir el 10 de diciembre de 2019, Fernández encabezó su primera apertura de sesiones del Congreso el 1 de marzo de 2020, 19 días antes de que iniciara el aislamiento preventivo y obligatorio ante el avance del coronavirus en todo el país, algo que era impensado el día de su discurso en el Congreso.
Las medidas adoptadas durante todo ese año en torno al sistema de salud y a la economía golpeada por la pandemia; la adquisición de insumos médicos como los respiradores y la compra de vacunas a distintos laboratorios y países formarán parte del discurso presidencial junto a otros ítems.
Uno de ellos, remarcado por el Gobierno en cada oportunidad, es la necesidad de una recuperación económica tras el peor momento de la pandemia y la crisis que el país ya arrastraba desde 2018, cuando la gestión de ese entonces debió recurrir al FMI para tratar de paliar los efectos de una falta de crédito internacional privado.
Además, la presentación de Fernández ante el Congreso se dará en la previa del debate al que dará inicio la Cámara de Diputados en los primeros días de marzo para modificar el Impuesto a las Ganancias, un proyecto del presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, que cuenta con el visto bueno de la Casa Rosada.
El acto tendrá lugar pocos días después de que se desatara el escándalo por el llamado "vacunatorio VIP" del Ministerio de Salud, que llevó a la coalición opositora Juntos por el Cambio a reclamar informes e interpelaciones de distintos funcionarios.
Ese nuevo conflicto político entre el oficialismo y la oposición se convirtió, además, en el primer contrapunto de un año que estará definido por las elecciones legislativas en las que el Gobierno buscará un respaldo a su gestión y el arco opositor un trampolín para las presidenciales de 2023.
El pasado 23 de febrero, Massa se reunió con los jefes de bloque de la Cámara baja para informarles acerca del protocolo que se adoptará para esta nueva reunión de la Asamblea Legislativa, a fin de reducir las posibilidades de contagios de coronavirus.
En este sentido, se definió que "la sesión de asamblea se llevará a cabo bajo modalidad mixta presencial y remota", por lo que se prevé que asistan al recinto solo unos 90 legisladores, con 25 senadores y 65 diputados cuyos lugares se repartirán de forma proporcional a la cantidad de bancas que tiene cada espacio político.
Se trata de una presencia muy reducida si se tiene en cuenta que el Congreso está conformado por 257 diputados y 72 senadores, por lo que el resto de los legisladores nacionales participarán a través de la plataforma Webex, que se utiliza desde el año pasado para las sesiones.
El Congreso también resolvió reducir la cantidad de invitados, de modo tal que "sólo estarán presentes el Presidente de la Nación, su Gabinete de ministros y miembros de la Corte Suprema de Justicia", mientras que los gobernadores lo harán "de forma remota".
Con el fin de garantizar el distanciamiento social, se evalúa la habilitación de algunos de los palcos para grupos reducidos de legisladores y se reservarán otros dos para la prensa, cuya presencia estará limitada a los periodistas que son acreditados permanentes en el Congreso de la Nación.
En tanto, las direcciones médicas del Senado y de la Cámara de Diputados pidieron a las autoridades que dispongan como requisito para concurrir a la Asamblea Legislativa la presentación de una constancia de resultado negativo del test de coronavirus.
La disputa por las bolsas mortuorias
Luego de que el presidente Alberto Fernández repudiara la protesta opositora con "bolsas mortuorias" en Plaza de Mayo, dirigentes de la oposición salieron a criticarlo por el "pésimo manejo de las vacunas".
Cuando todavía resuena con intensidad fuerte el escándalo por las vacunaciones VIP en el Ministerio de Salud, la protesta de sectores opositores con bolsas de basura que simulaban contener cadáveres, no hizo más que ahondar la grieta.
"La forma de manifestarse en democracia no puede ser exhibir frente a la Casa Rosada bolsas mortuorias con nombres de dirigentes políticos. Esta acción lamentable solo demuestra cómo muchos opositores conciben la República. No callemos ante semejante acto de barbarie", tuiteó el jefe de Estado, con firmeza.
En respuesta, el senador radical Martín Lousteau coincidió en que se trató de una "despreciable forma de protesta", aunque le pidió a Fernández que "perdón por el pésimo manejo de las vacunas".
"Y somos muchos más los que pedimos que sean públicos los registros de todos los vacunados en el país", agregó.
Por su parte, el diputado nacional mendocino Luis Petri dijo que es "absurdo" que el oficialismo repudie la protesta cuando "se robaron las vacunas".
"Se robaron las vacunas pero repudian la mala teatralización que lo describe, es absurdo. Pidan perdón, den a conocer las listas completas de vacunados y permitan el control del plan de vacunación", exigió el radical.
Más radicalizado en sus expresiones, el diputado Fernando Iglesias le contestó a Fernández al asegurar que "barbarie es robarle las vacunas a los mayores y mandar una patota sindical a pegarles".
"La violencia física y las masacres de estado son un grado muy superior. Dejen de victimizarse, psicópatas", embistió.
La dirigente de Juntos por el Cambio Sandra Pitta se burló del oficialismo por "escandalizarse por unas bolsas".
"Así que se escandalizaron por unas bolsas? No me digan que no entendieron qué significaban! Meses escuchando que todos nos íbamos a morir si no obedecíamos al gran visir, y esto no lo entendieron?", tuiteó la científica.
Por su parte, el Partido Justicalista nacional, encabezado por José Luis Gioja, emitió un comunicado de repudio al episodio ocurrido ayer en Plaza de Mayo, donde manifestantes opositores dejaron "bolsas mortuorias" con nombres de dirigentes del Frente de Todos.
Para la fuerza política que preside el sanjuanino Gioja, quien dejó su firma en el escrito, "lo que le mostraron al mundo los partidarios aliados a Mauricio Macri fue de un nivel de violencia y provocación tal, simulando poner cadáveres de funcionarios públicos en bolsas mortuorias, que difícilmente el mundo, que vio las imágenes en vivo, encuentre parangón para semejante hecho".
"Rechazamos y repudiamos este accionar, rayano con un acto de facción tribal, alejado del republicanismo que pregonan. Quedó al descubierto lo que son: violentos, provocadores y profundamente antiperonistas", sentenciaron desde el PJ.