En el tramo final de su gestión, el presidente de la Nación, Alberto Fernández, brindó detalles de su turbulenta relación con la vicepresidenta Cristina Kirchner, con quien mantuvo una prolongada distancia durante gran parte de su administración.
El presidente saliente planteó además que le "faltó suerte" en su tiempo y profundizó respecto a sus diferencias con la vicepresidenta.
En el tramo final de su gestión, el presidente de la Nación, Alberto Fernández, brindó detalles de su turbulenta relación con la vicepresidenta Cristina Kirchner, con quien mantuvo una prolongada distancia durante gran parte de su administración.
A modo de balance marcado por el triunfo electoral del libertario Javier Milei, el mandatario actual brindó una extensa entrevista televisiva.
Tras las críticas de la dos veces mandataria, Alberto Fernández admitió que su vínculo termina “distante” y rechazó la posibilidad de no haberla escuchado, tal y como expuso hace algunas semanas. "Son públicas y notorias las diferencias que hemos tenido desde el 2020, cuando dije que era necesario alinear precios, salarios, tarifas y jubilaciones, pero no fui escuchada", resaltó Fernández de Kirchner luego de votar, el 22 de octubre.
Al respecto, el Presidente reveló: "Cuando asumí, alguien me dijo ‘mirá, vos vas a a enfrentar un tiempo difícil. Los años de Macri fueron similares a los de la Revolución Libertadora. Tuvieron la característica de perseguir y enjuiciar a los opositores. Ahora tu tiempo no va a ser el tiempo de Perón, no. Tu tiempo va a ser el tiempo del tercer Perón, tironeado por la izquierda y por la derecha y te van a tironear. Prepárate para el tironeo. Prepárate’. Creo que tuvo una enorme razón"
"Él me recomendó que cuente hasta hasta diez para preservar todo esto. Y la verdad es que yo le hice caso. Le hice caso y cada vez que enfrenté esa situación. Conté hasta diez, tragué saliva y dije acá lo más importante es que preservemos la unidad para que no entremos en otra nueva frustración Argentina", planteó sobre la tensión interna de la coalición.
Asimismo, desmintió la recriminación de la vice: "No es que en la coalición alguien no ha sido escuchado, eso es mentira. Lo que es verdad es que alguien no fue obedecido, pero hay momentos en que el presidente decide y no debe obediencia a nadie. Por un lado me piden que sea obediente pero por otro lado me dicen que tenga la lapicera. Ahora, cuando la lapicera firma algo que no les gusta..."
"Me causa gracia porque los medios argentinos me decían que yo era un títere, pero resulta que el títere es el único que termina enfrentado a Cristina. Muy títere no era entonces. La queja de que no me escuchan, no es que no escucho, además me lo dicen por escrito, en tweets. Oír escucho, lo que pasa es que no siempre estoy de acuerdo porque yo la verdad quería a la Argentina subirle la vara a un montón de cosas", subrayó.
En la misma línea, insistió en que escuchó y leyó a la vice "pues mandaba cartas y hacía declaraciones, y además la escuchaba en privado", aunque admitió que "es verdad es que no la obedecía en todo lo que ella hubiera querido que la obedezca". "No era mi misión obedecerla y ella lo supo desde el primer día. Yo no estaba allí para obedecer", remarcó.
"Ella tuvo un antecedente conmigo en el 2008, cuando estuve en desacuerdo con la lógica que se había planteado post crisis de la 125. Dije hasta acá llegué y me fui", recordó, y sumó: "Ahí me fui porque era un empleado del gobierno, era el jefe de gabinete de un gobierno. Ahora soy el presidente, ahora tengo que quedarme, hacer frente, tomar decisiones y actuar".
Por último, el mandatario planteó descartó haber pensando en renunciar y aseguró que le "faltó un poco más de suerte porque el mundo se complotó" en su tiempo marcado por la pandemia, la guerra entre Ucrania y Rusia y la sequía. "Evidentemente nosotros no hemos podido resolver el problema de la inflación y ni el de los ingresos de la gente”, concluyó.