El Gobierno eliminó una Resolución de 2021 que imponía topes a la exportación de granos, como trigo y maíz, con el fin de simplificar los procesos de comercialización. Por medio de la Resolución 302/2024 del Ministerio de Economía, publicada este viernes en el Boletín Oficial, esa cartera decidió derogar otra Resolución, en este caso de diciembre de 2021.
En aquel momento, el ex ministro de Agricultura Julián Domínguez estableció que la entonces Subsecretaría de Mercados Agropecuarios publicaría los volúmenes de equilibrio para cumplimentar la demanda del mercado argentino correspondientes a los productos de origen agrícola.
El objetivo era evitar que las ventas al exterior de trigo y maíz entorpezcan el normal abastecimiento del mercado interno. Es que esa medida estableció que las Declaraciones Juradas de Venta al Exterior (DJVE) a registrar no podrían exceder, en su conjunto, "volúmenes de equilibrio" dispuestos por el Gobierno anterior.
Ahora, la administración de Javier Milei consideró "indispensable alinear las políticas de regulación de las actividades vinculadas a la agricultura, la ganadería y la pesca, procediendo a una verdadera desburocratización y simplificación de los procesos en relación al Estado, productores, exportadores e importadores".
"En atención al cambio de autoridades recientemente acaecido en todos los planos de la Administración Pública Nacional, y a las nuevas políticas públicas delineadas a efectos de un reordenamiento integral de la producción en general y de la reformulación de muchos de los regímenes jurídicos existentes, esbozados en el Decreto N° 70 de fecha 20 de diciembre de 2023, deviene pertinente proceder a una revisión integral de toda la normativa reglamentaria y complementaria dictada en el ámbito de esta cartera relacionada con las actividades agrícolas, ganaderas y de pesca", abundó el Poder Ejecutivo.
En ese sentido, advirtió que existen "normas vinculadas con regímenes de control, operatividad, distribución, programas y/o de requerimientos de información o de cumplimiento de distintas obligaciones que, con base en el estado actual de nuestra economía en general, han apartado a la Autoridad de Aplicación de tales regímenes de la celeridad que la función pública debe practicar".
La geopolítica ante la campaña del trigo
El subsecretario de Mercados Agroalimentarios, Agustín Tejera, afirmó que la "Argentina tiene en sus manos una oportunidad que aprovechar". Analizó el nuevo escenario geopolítico dado por la puja entre Estados Unidos y China por el liderazgo comercial, así como el conflicto en Medio Oriente donde se encuentran actores relevantes para la cadena triguera.
"Tenemos la oportunidad de posicionarnos no solo como proveedores líderes de alimentos sino también de servicios bio- basados. Estamos en una región de paz y eso nos da un atributo fundamental. La confianza y la sostenibilidad son la base de la inserción de Argentina en el mercado global, de aumentar las exportaciones y sobre todo de construir una política de desarrollo territorial en nuestro país", indicó el funcionario.
Para lograrlo, indicó que es clave estabilizar la macroeconomía y puntualizó las principales acciones del Gobierno para lograrlo: "Trabajamos sobre la eliminación de las distorsiones de precios relativos para incentivar la inversión; en la simplificación, desregulación y desburocratización para generar competitividad; y en la apertura de mercados y posicionamiento de Argentina a nivel internacional".
De cara a la próxima campaña triguera, Tejera señaló dos incentivos claves: buenas condiciones hídricas de cara a la siembra y una recuperación de precios internacionales que se trasladaron al mercado local, combinado todo esto con una caída importante en el precio de los insumos.
Es así que indicó que desde el Área de Estimaciones Agrícolas se proyecta "un aumento de la superficie en torno al 3,5 por ciento", porcentaje que no sería todavía el final, aunque sostuvo que son "optimistas".
Eso daría como resultado, para el Gobierno, un área sembrada en torno a las 6.15 millones de hectáreas, y una producción que rondaría las 17.35 a 20.09 millones de toneladas, "de acuerdo con la variabilidad del rendimiento acorde al escenario climático".
"Con eso estaríamos entre las 10 y las 13 millones de toneladas de trigo para exportar. Así, en la campaña 2024/25 podríamos consolidar la vuelta de Argentina al mercado internacional con presencia en varios destinos", celebró, en el marco del congreso A Todo Trigo.
Similar fue el análisis del consultor Gustavo López, quien consideró que desde el punto de vista mundial, con sequía en países claves como Rusia y Estados Unidos, y con inundaciones de gran consideración en Brasil, "la oferta será relativamente limitada y la demanda sostenida, con una relación equilibrada entre el stock final y el consumo".
"Trabados en miserias"
El presidente de la Federación de Acopiadores, Fernando Rivara, aseguró que hace años que están "trabados en estas miserias", a la vez que añadió que el mundo los "pasa por encima", al abrir el congreso de A Todo Trigo en Mar del Plata donde dio un panorama extenso sobre la situación del sector y cuál es la consigna que se desarrollará durante el evento.
En el auditorio Héctor Gaudio del hotel Sheraton, el directivo ofreció un contrapunto al optimismo oficial. Manifestó que la falta de competitividad provoca los descalabros en el sector y que, por este motivo, "responsabilidad es la consigna de hoy". "La Federación de Acopiadores integra desde el primer día la plataforma SEP que es un requisito básico que nos exigen nuestros compradores de la Unión Europea. No debemos olvidar jamás una premisa básica, el cliente siempre tiene la razón", explicó Rivara.
El presidente de Acopiadores también afrontó el tema de la situación actual y destacó: "Un mercado serio, responsable, transparente y sin abuso se consigue cuando existen discrepancias con el diálogo entre las partes". "No podemos poner en riesgo ese valor que tiene el comercio de granos, cual es la existencia de reglas y usos consolidados a través del tiempo. Tenemos que cuidarnos entre todos y no pretender sacar provecho en el costo-plazo de situaciones anómalas", remarcó.
Hace años que estamos trabados en estas miserias mientras el mundo nos pasa por encima, juegan en otra línea. Brasil anunció una inversión de 6.000 millones de dólares para realizar un transforme carbónico y junto a Estados Unidos avanzan a pasos agigantados en el procesamiento de soja. Lo hacen porque hay una legislación internacional acerca del emisión de carbono, límites que se deben cumplir y esto implica, entre otras cosas, que los vehículos y aviones comerciales deben usar biocombustibles", desarrolló Rivara.
El funcionario también apuntó sobre la falta de competitividad del país y las complicaciones que eso trae al sector: "¿Cómo vamos a ser competitivos si a 170 kilómetros de la Capital Federal hay que subirse arriba de un molino para pagar el fertilizante porque no tenemos señal? ¿Cómo vamos a ser competitivos si todavía discutimos el diferencial lancelario entre la soja y su derivado? ¿Cómo vamos a ser competitivos si Timbúes, Arroyo Seco y el resto de los municipios con puerto cobran 11.000 pesos por camión para pasar por un camino de 8 o 10 kilómetros de un río destrozado a paso de hombre? ¿Cómo vamos a ser competitivos si meter una mercadería dentro de un contenedor nos cuesta 50 dólares más por tonelada que nuestros competidores brasileños? Urge escuchar las propuestas de desarrollo que tiene el gobierno para salir de esta decadencia y si no que nos convoquen para colaborar".