La misa por la paz que se llevará adelante este sábado en Luján, contará con la presencia de Alberto Fernández. Aún no se sabe si la vicepresidenta lo acompañará.
La ceremonia será el sábado a las 13 en la Basílica de Nuestra Señora de Luján. Juntos por el Cambio anunció su ausencia.
La misa por la paz que se llevará adelante este sábado en Luján, contará con la presencia de Alberto Fernández. Aún no se sabe si la vicepresidenta lo acompañará.
Además del Presidente fueron invitados y concurrirán la mayoría de los ministros que integran el gabinete nacional, con excepciones como la del ministro de Economía, Sergio Massa, que se encuentra de viaje en Estados Unidos.
Leonardo Boto, intendente de Luján, fue el encargado de organizar la “Misa por la Paz y la Fraternidad de los Argentinos” e invitó a "todas las fuerzas políticas y sus representantes y vecinos y vecinas de otras confesiones cristianas y religiosas”.
La ceremonia será a las 13 en la Basílica de Nuestra Señora de Luján. El oficialismo dejó trascender públicamente que buscaba, con el encuentro de este sábado, abrir un llamado al diálogo para “reencauzar la convivencia democrática” tras el ataque contra Cristina Kirchner del 1 de septiembre.
La ceremonia de este sábado será oficiada por el arzobispo de Mercedes-Luján, monseñor Jorge Eduardo Scheinig. El intendente local, Leonardo Boto, afirmó que “va a ser una misa ecuménica”, con presencia de “representantes de diferentes credos religiosos” y también “representantes diplomáticos”.
“Creo que todos tomamos conciencia que así no podemos seguir porque vamos a terminar mal. Es tiempo de parar un poco la pelota, reaccionar e intentar generar un nuevo proceso”, agrego Boto, que envió invitaciones a la oposición.
Por su parte, Juntos por el Cambio ya advirtió que no asistirá a la misa y planteó serias dudas sobre la posibilidad de iniciar un diálogo con el Gobierno fuera del Congreso, sobre todo luego de que los principales referentes del Frente de Todos, incluido el presidente Alberto Fernández, culparan a la oposición, los medios y la Justicia por el “discurso de odio” contra Cristina Kirchner. En la coalición opositora lo calificaron de “trampa” a la supuesta convocatoria.