Domingo 19.12.2021
/Última actualización 16:37
El presidente Alberto Fernández encabezó este domingo al mediodía un homenaje a las víctimas de la represión durante la crisis de diciembre de 2001. Allí anunció que enviará al Congreso un proyecto de ley para que se conceda una indemnización por aquellas personas que fallecieron o sufrieron lesiones gravísimas ante la acción represiva del Estado en las protestas del 19 y del 20.
En la puerta de la Casa Rosada, el Presidente apuntó contra el Poder Judicial por su desempeño contra los responsables de lo acontecido en aquellos episodios trágicos. “La Justicia tardó 20 años en llegar y llegó mínimamente”, dijo Fernández, que habló de condenas “por delitos menores” y aseguró: “Llegó 20 años después porque los que tenían que firmar el fallo sabían que esta plaza se iba a colmar de gente el 20, reclamando justicia, y quisieron acallar esas voces. No sé si lo lograron con esa condena, lo que no va a faltar es nuestro espíritu de seguir manteniendo viva la memoria de esas víctimas, de seguir reivindicando la idea de que el Estado no está para ejercer violencia contra el que protesta”.
En ese pasaje, el mandatario se refirió a la decisión de la Sala I de la Cámara de Casación que confirmó el lunes las condenas contra Enrique Mathov, el exsecretario de Seguridad del gobierno de Fernando De la Rúa; y contra el exjefe de la Policía Federal Rubén Santos, entre otros policías, por la represión y las muertes que siguieron a las protestas.
Los condenados no irán presos hasta tanto esta sentencia quede firme, ya que todavía tienen la posibilidad de intentar llegar a la Corte Suprema de Justicia.
El error de Pietragalla Corti
En el acto, el secretario de Derechos Humanos, Horacio Pietragalla Corti, sentado al lado de Fernández, apuntó erróneamente al máximo tribunal en su discurso, cuando le achacó la responsabilidad sobre esta decisión, que en realidad correspondió a la Casación.
“Hace muy poquito tuvimos el fallo de la Corte después de 20 años, la condena quedó firme para una de las causas que no alcanzan. Ver que la Justicia, que la Corte Suprema de Justicia, después de 20 años deje recién el fallo firme nos horroriza más”, confundió el funcionario, en un momento de alta tensión entre el Frente de Todos y el máximo tribunal, luego de que se declarara inconstitucional la reforma del Consejo de la Magistratura impulsada por Cristina Kirchner.
Por su parte, Fernández habló de un “día triste, de memoria, donde nos enlutamos para recordar la muerte injusta de muchos argentinos y argentinas” y expresó: “Estamos acá para rendirle tributo a las víctimas de la violencia institucional, que se desató en el mismo momento en que el pueblo salió a la calle a decir ‘basta’ porque no aguantó más el pesar de un modelo económico que solo traía pobreza, dañaba y postergaba el futuro de millones de argentinos. Cuando ese pueblo se vino a esta plaza histórica, donde el pueblo suele venir a expresarse, se encontraron con caballos, gendarmes, balas de goma y de plomo, que se llevaron la vida de muchos argentinos y argentinas”.
El Presidente -que no nombró a de la Rúa en ningún momento de su alocución- habló de la muerte de ciudadanos “por la brutalidad del Estado” y por la “incapacidad del Estado de dar respuesta”. Entonces, apuntó: “El Estado no está para ser violento y menos para quienes reclaman legítimamente por sus derechos. Uno tiene que escuchar, no disparar tiros”.
“Nos pareció propicio que el Estado se hiciera cargo de lo ocurrido”
Emulando al expresidente fallecido Néstor Kirchner cuando pidió perdón en nombre del Estado a las víctimas del terrorismo de la última dictadura, Fernández afirmó: “En este momento que se cumplen 20 años de aquella jornada [por el 19 y el 20 de diciembre de 2001] nos pareció propicio que el Estado nacional institucionalmente se hiciera cargo de lo ocurrido, que no pasara como un día más, como una marcha más de gente que busca reivindicar la memoria y la justicia que nunca llega”.
Fernández había asumido el compromiso de elaborar la iniciativa para una reparación económica durante un encuentro que mantuvo en Balcarce 50 el pasado 1º de diciembre con un grupo de familiares de 2001: Marta Adelaida Almirón y Héctor Fernando Fiori, la madre y el hermano de Carlos Almirón; Adriana Ochoa, la prima de Gustavo Benedetto; Marta Pinedo, la esposa de Alberto Márquez, que asistió al encuentro junto a su hija María Soledad Aguilera; y María Arena, la esposa de Gastón Riva.
Al acto también llegaron familiares de los 39 muertos y representantes de organismos de derechos humanos. Durante la actividad además se descubrió una una placa conmemorativa que quedó emplazada en el ingreso a la Casa de Gobierno. “En memoria de quienes fueron víctimas de la violencia institucional, defendiendo la democracia en todas las calles del país. El dolor por las vidas perdidas es cimiento para luchar por una Argentina justa”, dice ese homenaje.
“Lo consultamos con los familiares y creímos que lo mejor era que cualquiera que entre por la puerta principal de esta Casa de Gobierno pueda ver los nombres de los que en aquellos días perdieron sus vidas. Que los recuerden los que entran a visitar y a trabajar, desde el Presidente hasta el último ciudadano. Que esos nombres no fueron en vano y que por esos nombres que están allí nosotros vamos a seguir luchando para que la violencia sea desterrada, los derechos de hombres y mujeres respetados, y que tengamos una vida en armonía, aún cuando tengamos que quejarnos cuando algunas cosas no nos gustan”, planteó Fernández al respecto.
Para cerrar, expresó: “Espero que esta placa sea el homenaje que reciban los que no están, que sepan que sus nombres quedaron grabados en la memoria colectiva y que la vida que entregaron no ha sido en vano. A todos los abrazo y sigamos trabajando por una Argentina mejor”.