Lunes 10.7.2023
/Última actualización 20:08
Alejandra Rodenas es la vicegobernadora de la provincia, y precandidata a diputada provincial dentro de Juntos Avancemos. Pero antes fue jueza penal, entre 1999 y 2017, en cuya condición le tocó intervenir en el procesamiento a la banda narco Los Monos y también en la causa por la balacera al domicilio del entonces gobernador Antonio Bonfatti. Y antes aún, parte de una familia “fuertemente peronista”, con un padre que, aún con impedimentos de salud, fue un fuerte referente partidario. Y también, docente universitaria, una actividad que debió poner en suspenso por su actual función, pero que aspira a retomar.
Su historia de vida también incluye un estrecho vínculo con la movida de la Trova Rosarina, y una amistad “inoxidable” con Fito Páez, “un gran observador del tiempo de la política en el mundo, de lo que está pasando”, con quien mantiene todavía regularmente charlas telefónicas.
En cuanto a la lista que integra, y que encabeza la fórmula Marcos Cleri-Alejandra Obeid, afirma que “me siento muy contenida en términos ideológicos”, en cuanto a que, más que representar a determinadas corrientes partidarias (La Cámpora, o el kirchnerismo), lo hace con una serie de valores, y contiene a dirigentes de distintas pertenencias, o incluso independientes.
“Me parece que si insistimos en la idea de los personalismos, empezamos a raquitizar cada vez más a la política y a la discusión política. Ojalá esto se pueda entender en Santa Fe, y pensar cuáles son los modelos de país que están en juego. Que hay quienes representan un modelo de corrimiento del Estado, ligado a esta fórmula que padecimos durante los períodos neoliberales, que vienen siempre acompañados o de quiebres en la institucionalidad o de entrega en términos económicos de nuestra soberanía. Ahí es donde yo me planto, y digo ‘bueno, de qué lado estoy’”, argumenta.
La actual vicegobernadora es precandidata a diputada provincial por Juntos Avancemos. Crédito: Flavio RainaTambién se hace cargo de que, como titular del Senado, “no me puedo hacer cargo de las políticas del Ejecutivo, aunque hay muchas a las que suscribo y a las que adhiero”, si bien echa en falta en la actual gestión provincial “un diálogo más fluido con todas las organizaciones nacionales” que atraviesan el peronismo; aunque aclara que “yo no puedo hacer una crítica personal al gobernador, porque es una forma de conducir el proceso político que lo define a él”, aunque sí consignar cuál es su impronta propia.
También lamenta que la democracia no haya logrado satisfacer las expectativas de la sociedad, y que “tenemos que tratar de recuperar la credibilidad y el diálogo con la ciudadanía, y para eso hay que decir que hay cosas que hicimos mal”. Entre ellas, el abordaje de la inseguridad, donde se debe seguir reclamando al gobierno nacional, pero también que cada uno de los tres poderes del Estado en la provincia pueda asumir la parte que le corresponde, a través de la articulación y, precisamente, el diálogo, “porque nadie tiene la solución mágica como compartimento estanco”.