Tras algunos años fuera de los primeros planos de la política provincial, Alejandro Rossi volverá al ruedo y encabezará como candidato a intendente de la ciudad de Santa Fe la lista de Unidad Ciudadana. “Los santafesinos desde hace años reclaman un liderazgo político que les resuelva los problemas”, apuntó y dijo que su objetivo es abrirle las puertas a los jóvenes.
Rossi fue secretario de Justicia y de Seguridad Pública de dos gobiernos peronistas, secretario de Servicios Públicos y Gobierno de la Municipalidad y diputado nacional en el período 2007-2011.
“Voy a ser candidato a intendente por Unidad Ciudadana, que a gobernador va a propiciar un proceso de unidad porque no veíamos la necesidad de participar con una lista habiendo dos candidatos. Pero nos parece que en la ciudad de Santa Fe somos una estructura importante, con un grupo de militantes no sólo peronistas que merecen tener un canal de expresión en la competencia electoral”, expresó a El Litoral.
“El peronismo en la ciudad de Santa Fe retrocedió. La gobernó hasta 2007 y después no consiguió generar un liderazgo importante. Independientemente del resultado, nuestra expectativa es generar un proceso de reconstrucción política. El peronismo es un semillero de gente joven muy importante, que con Néstor y Cristina lo hemos propiciado enormemente. Lo que hay que generar es un carril para permitir que eso se potencie. Y yo espero cumplir ese cometido”, manifestó.
“Me siento capacitado para gobernar la ciudad, pero también para encabezar un proceso político que permita a una generación de jóvenes dirigentes sumarse a la política, abrirles la puerta. Participaremos de las elecciones con la aspiración de ganar las Paso. Si lo hacemos, asumiremos con responsabilidad la victoria y si perdemos comenzaremos inmediatamente una tarea que le permita al justicialismo en dos años más tener candidatos a concejales competitivos y en cuatro a intendente, que nos permita recuperar la ciudad. Nos parece que podemos presentar una oferta de candidatos interesante”, expresó el ahora precandidato a intendente.
—Ninguno de los dos candidatos a gobernador del partido tiene un referente indiscutible en la ciudad de Santa Fe.
—Porque no se construye de arriba hacia abajo. Me parece que ellos en la estructuración de una propuesta provincial trabajan sobre las vocaciones que los dirigentes territoriales tengan. Llevo muchos años en la política, con mayor o menor intensidad, tengo cosas para aportar en el terreno de la reconstrucción del peronismo en la ciudad y en el de la gestión. Y pretendo encabezar el proyecto en las dos puntas. Después, a nivel provincial no tengo inconvenientes en apoyar al candidato que sea, ni en invitarlos a las actividades que realicemos.
—¿Cuál es tu diagnóstico de la ciudad?
—Que la Municipalidad merece un liderazgo político que resuelva los problemas de los santafesinos. Lo que ha tenido son correctos administradores de servicios públicos. Y en el caso del intendente Corral, ha sido un eficaz gestor de fondos para hacer obras públicas. Pero Santa Fe carece de un liderazgo desde hace muchos años. Volvamos al tema central. Si la principal problemática es la seguridad y el intendente permanentemente habla de alumbrado, barrido, limpieza y las obras; no está dando las respuestas que los santafesinos esperan. Yo creo que desde la Municipalidad se puede posicionar a un jefe de la ciudad como jefe de la política de seguridad, independientemente de las herramientas legales que existen o las que se puedan proponer. Es imposible pensar que una politica de seguridad se puede implementar de espaldas al gobierno de la ciudad, como sucede actualmente. El intendente sabe dónde se cortan los yuyos, dónde se arreglan las calles, pero no tiene absolutamente la menor idea de dónde se presta el servicio de seguridad, no puede tener ni siquiera un canal de comunicación que lo nutra de información. Eso es lo que tiene que cambiar y eso me propongo hacer. No me voy a sacar una foto al lado de una cuneta, porque la Municipalidad tiene una estructura con personal de carrera eficaz y sabe cómo hacerlo. Lo que propongo es un liderazgo que debata el tema central, que se pare como un jefe de la gestión cotidiana de la seguridad y que pueda imponer su presencia ante la provincia.
—¿La ciudad ha perdido poder específico en su relación con las autoridades provinciales?
—No sé si en esos términos. Lo que hay es una mirada hacia otro lado. Así como los 12 años de gobierno provincial miraron hacia el colapso que ellos mismos generaron por su incompetencia para gobernar y le echaron la culpa a la Justicia federal, la Policía federal o las fuerzas federales, terminamos asistiendo al desagradable espectáculo de ver cómo se peleaban por traer 600 gendarmes más o menos, cuando tenés una fuerza de 25 mil hombres santafesinos, que es la que debe enfrentar la problemática. Parece que el problema es de nadie. A las obras públicas y a la eficiente gestión de los servicio también lo haremos, pero me parece que no es lo que los santafesinos reclaman, que es recuperar el espacio público en términos de tranquilidad. Saber que la calle es nuestra y no de otros. Y eso demanda ponerse al frente del mayor efector de politica de seguridad que tiene que es la policia.
—¿Cómo ves el armado provincial del peronismo?
—En la última semana las cosas tomaron un carril como el que la mayoría esperábamos: el Frente Progresista y Cambiemos no van a ir a una interna y nosotros lo haremos con dos muy buenos candidatos, como Omar Perotti y María Eugenia Bielsa. Por la gran actuación del partido y la estructuración de un frente bien amplio, todo indica que vamos a repetir una interna como la de 2017 entre Agustín y Alejandra Rodenas. Una interna razonable, que ganará aquel que los peronistas elijan y que concitará el acompañamiento de todos. Vamos a tener un muy buen candidato o candidata para disputar la gobernación.
—El que gana conduce y el que pierde acompaña.
—Sí. Creo que ha pasado la etapa donde las internas eran expulsivas uno del otro. Si bien Omar es un candidato muy conocido en la provincia, que ha competido varias veces y tiene una larga solvencia, María Eugenia es un mujer que si bien es de un origen más diverso que el propio peronismo, tiene una capacidad de construcción importante y va armar un espacio competitivo. Creo que se van a contener el uno al otro.
—¿Estás de acuerdo en que haya internas en el peronismo? Hay algunos que no lo están, porque dicen que podría originar peleas y con ello fuga de votos.
—Mucho de eso tiene que ver con la conducta de los competidores. Si el que participa y pierde se va a su casa después de la derrota, sirvió de poco su participación. Pero si decide acompañar con nobleza y armas legítimas al que ganó, me parece que el proceso es bueno. Por eso destaco lo que pasó en 2017: lo primero que hizo Agustín después de ganar con contundencia fue llamar a su oponente e hicieron campaña codo a codo, lo que le permitió al justicialismo contener todos los votos que habían conseguido los dos. No creo que la unidad sea el único camino, que en la diversidad también se contruye.
—¿Qué cosas tiene que recuperar el peronismo para que la gente vuelva a elegirlo para gobernar?
—El peronismo introdujo en la Argentina un concepto que es el que hoy se debate después de muchos años de existencia, y es que la economia argentina debe crecer con una justa distribución de ese crecimiento. Lo que nos diferencia de los liberales y de los que gobiernan es que ellos piensan que primero viene el crecimiento y eventualmente como por arte de magia un derrame; y nosotros sostenemos que el crecimiento debe venir acompañado de una distribución justa del ingreso y de una protección tutelar del Estado a los sectores más vulnerables. Debe acompañarse con un Estado que vaya traccionando a los que menos tienen hacia arriba. Me parece que eso, que es un concepto bien global, debe expresarse en todas las políticas que implemente: salud, educación, seguridad. Tiene que ver con una concepción de recuperar una idea de una Argentina integrada en toda su población.
—Lo mismo. Lo que hay es una provincia en teoría gobernada por socialistas que se preocupan por la obra pública, que es muy bueno y muy importante, pero que han olvidado la dimensión humana de la problemática de gestionar. Los pobres tienen cada vez peor salud, la educación no se ha modificado en 12 años, está cada vez más lejos, problemas de transporte, de acceso a los servicios públicos. Creo que el peronismo lo que debe hacer es tomar lo mejor de lo que han hecho estos gobiernos, que es básicamente una correcta gestión en obras públicas por períodos y volver a incorporarles una dimensión humana que abarque a todos los santafesinos, a los pobres fundamentalmente, que no son un sector marginal sino que son personas a las que les cuesta llegar a fin de mes y desarrollarse personal y socialmente. Si no hay un Estado que se haga cargo de ese tema merecen poco llamarse peronistas.
—¿Están dadas las condiciones para que el peronismo recupere la provincia?
—Creo que tenemos dos grandes candidatos, con matices que los diferencian. En el caso de la arquitecta Bielsa, una mirada más social y con conceptos un poco más amplios. Y Omar con un concepto más clásico de la política, más apuntado a resolver éstos problemas de los que hablamos antes, referidos a la generación de empleos, en el apoyo a las pymes. Pero en conjunto hacen una gran propuesta y son dos muy buenos candidatos. Confío en que vamos a ganar, porque hay un agotamiento después de 12 años de socialismo, con resultados más bien pobres. Si uno mira la estructura de las obras públicas en Santa Fe, que es su caballito de batalla, es bastante pobre. Un monstruo de hospital Iturraspe que no se termina nunca, un centro de Complejidades médicas que no termina de asentarse y punto. Merecemos algo más.
El problema de la seguridad
—¿Va a ser la seguridad el eje de la campaña electoral provincial?
—Claramente la mayor preocupación que tienen hoy los argentinos son el empleo, la pobreza, la situación económica, la inflación. El gobierno nacional lo único que ha hecho es agravar todas las condiciones heredadas. Los ciudadanos evalúan de un gobierno cómo estaban al comienzo y cómo al final. Y claramente, más allá de las necedades propias que la política tiene, la evaluación es catastrófica en términos de economía personal, familiar, empresarial. Pero de las políticas que le corresponden al gobierno provincial, la principal es la de la seguridad. No hay dudas, más allá de la alquimia que los sucesivos gobiernos socialistas hicieron en mostrar a otros como responsables, de que efectivamente su incompetencia para conducir la política de seguridad es la que agravó la situación. Ellos son los responsables directos de haber empeorado las condiciones de seguridad en la que los santafesinos viven. Claramente la comparación con Córdoba, que es una provincia parecida social y económicamente, con estructuras políticas parecidas ya que ambas han sido conducidas por partdos opositores al gobierno nacional nos libera de comentarios. No podemos decir que Córdoba es un páramo, pero está 7 ú 8 veces mejor que Santa Fe.
—Éste es el problema y todos coinciden. Ahora ¿tiene solución?
—Sí. Tiene diagnóstico y solución. Es imposible pensar que una provincia como Santa Fe, cuya mayor complejidad urbana es una ciudad de un millón trescientos mil habitantes tenga los problemas de seguridad que tiene. No hay un territorio hostil, ni selva, ni montañas, hay una sociedad integrada, bastante desarrollada, con dos ciudades grandes y tres superiores a los 100 mil habitantes, el resto menores. No puede tener los problemas que tiene. Lo que hubo en los gobiernos de Binner y Bonfatti fue un error de diagnóstico absoluto, dejaron que la policía se autogestione. Hubo un leve intento de Lifschitz de corrección, pero lo que fundamentalmente hubo es un error político en definir cuál es el problema y cómo debe atacarse. Se trata de un servicio público esencial que no puede ser autogestionado por la propia policía que es a lo que nos enfrentamos en estos 12 años y que terminó en un desmadre absoluto y en una inacción total..
Rossi actualmente es propietario de parte de una empresa que presta el servicio del transporte en la ciudad de Santa Fe, lo que a su entender no le provocaría ninguna incompatibilidad ante un eventual triunfo. “Tengo acciones en una de las empresas prestadoras de servicios públicos y en caso de ser electo las venderé. Como Macri o Piñera. No veo ninguna incompatibilidad. Es una actividad de la que vivo yo, mi familia y todos aquellos a los que puedo ayudar. He sido diputado nacional, secretario de Justicia, de Seguridad, de Servicios Públicos y de Gobierno. No veo ninguna incompatibilidad. Si alguién me lo señala, lo analizaré. No necesito el cargo para vivir”.