A solo una semana de que finalice la concesión de la operadora privada que integran el grupo belga Jan de Nul y la local Emepa en el manejo de la hidrovía Paraguay-Paraná, el ministerio de Transporte y la Administración General de Puertos (AGP) suscribieron el nuevo contrato de concesión para que la AGP mantenga la vía troncal hasta que se adjudique la licitación de largo plazo por el dragado, balizamiento y cobro del peaje de la vía fluvial.
De esta manera, la administración de Alberto Fernández formalizó la entrada en juego del organismo portuario a partir del 11 de septiembre. La AGP asumirá la concesión temporaria y la recaudación de los peajes de la vía fluvial por la que se traslada el 80 por ciento del volumen del comercio exterior argentino.
La concesión de AGP tendrá una duración inicial de 12 meses, que se podrá prorrogar hasta la toma de posesión del nuevo operador privado que surgirá de la licitación internacional que debe llevar adelante el próximo año el flamante Ente Nacional de Control y Gestión de la Vía Navegable creado el 25 de agosto pasado bajo el ámbito del Ministerio de Transporte.
El Ente contará con la participación de las siete provincias ribereñas, un suceso que no ocurrió en los últimos 26 años. Dicha medida, que se originó hace un año como resultado directo de la conformación del Consejo Federal Hidrovía, tiene como principales finalidades llevar adelante la licitación, el cuidado ambiental, proteger a todos los usuarios y usuarias, resguardar los bienes de dominio público y privado del Estado Nacional, y fiscalizar el cumplimiento de las leyes, reglamentos, cuestiones ambientales y económico-financiero de la concesión de obra pública para el desarrollo de las tareas de modernización, ampliación, operación y mantenimiento de la vía navegable troncal.
La AGP no tiene previsto realizar transformaciones estructurales, asumiendo su rol de trancisión a un contrato a más largo plazo. Sí se encargará de licitar a las empresas que deberán hacer el dragado y balizamiento. Dados los breves plazos con los que cuenta el organismo, las autoridades de la AGP comenzaron a adelantar negociaciones para concretar las adjudicaciones antes del viernes próximo. Es que con la histórica bajante del río el gobierno no tiene mucho margen para pausar el mantenimiento.
Si bien aún no está definido, las obras de dragado quedarían en manos del grupo Jan de Nul que cuenta con vasta experiencia y maquinaria específica en el lugar.Para el balizado, la alternativa pasa por la contratación de una UTE de compañías locales que no incluye a Emepa, la empresa que forma parte de la actual concesionaria. Suenan Pentamar, Hydra y Sade Electromecánica, que operan ese servicio en los puertos de Buenos Aires y Bahía Blanca.
En cuanto a las 800 personas empleadas que tiene la concesionaria saliente, el organismo portuario “deberá exigir como obligación a sus contratistas la incorporación de dicho personal”. Además, tanto la plantilla de la AGP como el personal que deberán incorporar los contratistas no podrán guardar relación laboral de ningún tipo con la cartera de Transporte.
Una de las decisiones que puede llegar a tomar el organismo tiene que ver con el cobro del peaje. En principio se mantendrá igual, pero lo cierto es que la tarifa actual se encuentra un 30 por ciento arriba del promedio mundial, y el Estado tiene la posibilidad de bajarlo al restarle ese margen de ganancia que persigue la empresa privada.
Con respecto al control de tráfico y carga, la AGP no tiene incidencia y seguirá estando a cargo de Prefectura y Aduana, respectivamente.
Tras la publicación del Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU), el Gobierno dispuso la creación de un ente que se responsabilizará de la licitación y adjudicación. Sin embargo, Misiones quedó fuera del dragado de la Hidrovía del Paraná.
El tramo que será limpiado y mejorado para la navegabilidad de barcos de gran porte comprende desde el kilómetro 1.238 del río Paraná (ubicado en Corrientes) hasta la zona de aguas profundas naturales, en el río de la Plata.
De esta manera, el tramo del río Paraná que pasa por Misiones no recibiría las inversiones en mantenimiento y mejora de la vía de navegación. Al respecto, Nicolás Trevisan, ministro de Industria, analizó el decreto y mencionó que no ve que hayan “limpiado” a la provincia del dragado.
En ese sentido, explicó que en el artículo 2° del DNU, el Gobierno nacional faculta que se determine otros sectores donde también se tenga trabajar. Es decir, que está abierta la posibilidad de qué en un futuro se pueda dragar este sector tras la habilitación del Puerto de Posadas. “Yo no lo veo cómo una señal de que nos dejaron afuera, si creo que es conveniente que Misiones siga ocupando el espacio en las discusiones de la Hidrovía”, relató Trevisán en diálogo con Misiones OnLine.
“Estamos en medio de una renegociación de cómo va funcionar la nueva Hidrovía y todas las obras que hacen falta”, manifestó Nicolás Trevisán.
No obstante, Trevisan remarcó que el tráfico fluvial del Paraná en un 90% es de barcos de Paraguay. Es por eso que, el ministro cree que Argentina está en un proceso de “repartir las cartas” respecto a las Hidrovías.
Hoy en día, según estimó Trevisan, “Argentina tiene un interés principal en el tráfico fuerte que hay desde Santa Fé hasta el Puerto de Buenos Aires, por donde corre el mayor tráfico argentino de barcos”.
Por otro lado, el funcionario de Industria mencionó que para Misiones trascendental que funcione bien no solo la Hidrovía sino también el tren “nosotros necesitamos llevar mercadería que se produce acá y traer insumos que son necesarios en muchos aspectos, y eso hacerlo a través de barcos y de trenes por supuesto que es más económico que trarlo por camiones como ocurre hoy”, apuntó.
“Necesitamos que en la inversión que contemple hacer respecto de balizamiento y de dragado que incluya también a Misiones, pero no creo que Argentina esté mirando para otro lado y no nos esté teniendo en cuenta porque falta muy poco para tener el Puerto de Posadas operativo”, mencionó Trevisan.