El Gobierno nacional acompañó este viernes la declaración de la Asamblea de la Organización de los Estados Americanos (OEA) que resuelve que las elecciones en Nicaragua "no fueron libres, justas ni transparentes y no tienen legitimidad democrática".
Por primera vez el país decidió respaldar un un proyecto de resolución encabezado por Estados Unidos y otros ocho países que cuestiona la transparencia de los últimos comicios presidenciales realizados por el régimen que encabeza Daniel Ortega.
El Gobierno nacional acompañó este viernes la declaración de la Asamblea de la Organización de los Estados Americanos (OEA) que resuelve que las elecciones en Nicaragua "no fueron libres, justas ni transparentes y no tienen legitimidad democrática".
Así lo indicaron fuentes diplomáticas, que precisaron que la Argentina instó a que se realice una "evaluación colectiva inmediata" en el Consejo Permanente en la OEA sobre la situación en Nicaragua. "Hemos acompañado el actual proyecto de resolución, con la convicción, la esperanza y la voluntad política de seguir trabajando a favor del diálogo y la solución pacífica de nuestras diferencias, en verdadero beneficio de nuestros pueblos", señaló el viceministro de Relaciones Exteriores, Pablo Tettamanti.
En un comunicado de la Cancillería, se destacó que "la Argentina reitera su compromiso con la defensa de los derechos humanos", lo que para el país "representa un valor superior e irrenunciable". "La Argentina cree firmemente que la mejor forma de superar nuestras diferencias ha sido y seguirá siendo el diálogo. Nunca las sanciones o los bloqueos, que en nuestro hemisferio sólo han llevado a resultados negativos", enfatizó Tettamanti.
Los países que votaron a favor fueron de la resolución de la OEA son: El Salvador, Estados Unidos, Granada, Guatemala, Guyana, Haití, Jamaica, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Surinam, Trinidad y Tobago, Uruguay, Venezuela, Antigua y Barbuda, Bahamas, Barbados, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador y Argentina.
En el punto dos de la resolución se declara que "en las evidentes circunstancias, las elecciones de 7 de noviembre en Nicaragua no fueron libres, justas ni transparentes y no tienen legitimidad democrática". Fuentes del Palacio San Martín afirmaron que "la Argentina es consistente en su defensa prioritaria de los Derechos Humanos", y reiteraron que el presidente Alberto Fernández "fija, como valor superior, la promoción y protección de los Derechos Humanos".
Ante el interrogante respecto de por qué el país no fijó posición con anterioridad, aclararon que "no se habían llevado a cabo las elecciones en Nicaragua y el prejuicio sólo alimentaba más incertidumbre". "Nicaragua había asumido un compromiso pero no pudo demostrar que las elecciones fueran justas y libres, como así tampoco la legitimidad de los resultados", explicaron.