Aún sin dar declaraciones públicas, sólo remitiéndose a su declaración por la causa por el atentado ante su personas, Cristina Fernández de Kirchner continúa manteniendo un perfil bajo, postura que sorprende ante su habitual comportamiento.
En un encuentro de menos de una hora, el ministro de Seguridad de la Nación aclaró que no recibió reclamos por parte de la vicepresidenta y se excusó de la responsabilidad de su cuidado.
Aún sin dar declaraciones públicas, sólo remitiéndose a su declaración por la causa por el atentado ante su personas, Cristina Fernández de Kirchner continúa manteniendo un perfil bajo, postura que sorprende ante su habitual comportamiento.
En dicho contexto, el ministro de Seguridad de la Nación, Aníbal Fernández, reveló que mantuvo un encuentro con la vicepresidenta el pasado jueves en el Senado.
Según el relato del funcionario, la reunión no superó la hora de extensión y aseguró haberla visto “bien”, además de que aclaró que no recibió reproches de su parte por el incidente de hace 10 días frente a su domicilio en el barrio porteño de Recoleta por la actuación de la Policía Federal.
“Fue una reunión que no he tomado la hora, debe haber sido entre 45 minutos y una hora de charla, y comentamos cosas que a ella le interesaban y que a mí me interesaba que ella conociera”, comenzó Fernández
Aníbal argumentó que Cristina “es una mujer muy fuerte” y que no le reclamó “absolutamente nada” por el operativo que Fernando Sabag Montiel logró superar con suma facilidad.
Luego, el titular de Seguridad expresó: “Yo he explicado muchas veces que para mí Néstor Kirchner y Cristina son mi familia, jamás me iría de un espacio donde he participado toda la vida porque me siento cómodo, formo parte de ese tema”.
En consonancia con estas declaraciones, recordó en la entrevista con un medio radial de Buenos Aires la anécdota del día en que atentaron contra Cristina Kirchner: “Me pasó con un periodista muy conocido, que lo llamé medio moqueando con la situación porque me había impactado de una manera feroz. Y le pasó a él lo mismo que a mí. Estábamos los dos muy conmocionados por lo que había sucedido, en privado, no públicamente”.
“La vi muy bien, Cristina es una mujer muy fuerte y con cosas muy claras en la cabeza. Sabe exactamente lo que quiere”, aseguró Fernández, que explicó: “En este caso intercambiamos ideas de lo visto y lo sucedido, de lo que se está trabajando, de la cantidad de información con la que se cuenta y que debe ser procesada para que tome los efectos que correspondan en el ámbito que correspondan”.
Específicamente sobre el accionar policial en la zona al momento del ataque, Fernández también comentó que se reunió con Diego Carbone, el jefe del personal de seguridad histórico de Cristina Kirchner.
“Después que sucedió lo que sucedió, lo convoqué en el despacho para intercambiar ideas de cosas que tenían que ser medianamente rápidas curadas y lo mismo he hablado con la vicepresidenta sobre este tema, de cosas que yo entendía que teníamos que trabajarlas. Pero hasta allí. No es una tarea habitual la de hablar con las custodias, es un trabajo que lo hacen los profesionales y especialistas en el tema”, declaró el funcionario que respaldó a Carbone y su equipo.
Igualmente, se desligó de las responsabilidades sobre las nuevas estrategias para proteger a la vicepresidenta: “Esas modificaciones las hace el propio jefe de su custodia, yo no conozco ni siquiera cómo son los movimientos”.
Me llama la atención cuando dicen: ‘El que conoce es él porque lo definió'. Yo no defino nada, no juego al policía. La responsabilidad mía es estar sobre el tema, saber que funciona. Nunca me han dicho una cosa al contrario. Si faltan elementos para la logística, ocuparme de ellos; satisfacer las cosas para que esto pueda tener las respuestas que tiene que tener y no ser en un recomendador de custodias que no soy quién, porque no tengo ninguna experiencia”, sentenció Aníbal Fernández.