"Me equivoqué, metí la pata": las disculpas del arzobispo de Mercedes-Luján tras la misa por Cristina Kirchner
La ceremonia contó con la presencia del presidente Alberto Fernández, quién estuvo sorpresivamente acompañado de Eduardo Duhalde.
Alberto y su saludo con el arzobispo. Crédito: José Mateos / Télam
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El arzobispo de Mercedes-Luján, Jorge Eduardo Scheinig, reclamó a la dirigencia política generar "un clima de fraternidad", en el marco de la misma realizada en la Basílica de Luján y de la que participó el presidente de la Nación, Alberto Fernández, y su Gabinete, pero sin representación opositora.
"La fraternidad es un don y una tarea difícil, compleja, pero necesitamos darnos un clima de fraternidad", sostuvo Scheinig en nombre de la Iglesia.
El jefe de Estado se encontraba sentado en primera fila del importante templo católico, con el ex mandatario Eduardo Duhalde sentado a su izquierda y la referente de Madres de Plaza de Mayo Vera Jarach.
"Estamos en un tiempo extremadamente delicado. La paz social está frágil y amenazada. Y somos responsables de asegurarla y cuidarla", agregó el prelado.
Alberto Fernández y Eduardo Duhalde. Crédito: José Mateos / Télam
El arzobispo también pidió que la ceremonia eclesiástica no fuera interpretada en clave política desde ningún sector: "Mucho lamentaría que se malinterprete este gesto. La Virgen de Luján es Inmaculada y cualquier mala intención, lejos de mancharla a Ella, nos mancha aún más a nosotros mismos".
Con un tono más directo, sobre el final de la celebración expresó: “Me equivoqué, metí la pata”.
“Cuando el intendente de Luján me propuso hacer esta misa le dije que sí. Pero la envergadura de la misa creció y yo quiero pedir disculpas”, señaló, en un mensaje destinado no solo a los presentes, sino seguramente a quienes no compartían el sentido de la celebración, interpretada como una cesión a los intereses kirchneristas.
Por el contrario, Scheinig insistió en la idea de la fraternidad y remarcó que "la novedad hoy es animarse a abrazar al otro desde las entrañas, perdonarlo de corazón, empezar de nuevo las veces que hagan falta".
"Hay que romper las cadenas del odio, tener palabras, gestos y acciones que busquen dignificar a los otros y apostar por salvarnos todos", planteó desde el altar, al tiempo que convocó a impulsar "otro tipo de convivencia social que garantice siempre la paz y la fraternidad".
La "Misa por la Paz y la Fraternidad de los Argentinos" había sido impulsada por el intendente oficialista de Luján, Leonardo Boto, para repudiar el intento de asesinato sufrido por la vicepresidenta, Cristina Kirchner, y para intentar pacificar el escenario político.
Pese a que se cursaron invitaciones a dirigentes del Frente de Todos y de Juntos por el Cambio, sólo se sumaron los alineados con el Gobierno.
Además de los integrantes del Gabinete, estuvieron el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, también acompañado por su equipo de gestión; intendentes; y referentes de organismos de derechos humanos; entre otros.