En medio de una constante discusión sobre los subsidios energéticos y la necesidad de ajustar las tarifas para alcanzar un equilibrio económico, el Gobierno dio a conocer en las últimas horas un plan para incrementar significativamente los precios del gas. Este anuncio se suma a los aumentos ya implementados en la energía eléctrica, lo que plantea preocupaciones adicionales sobre el impacto en los bolsillos de los ciudadanos, especialmente aquellos de menores ingresos.
Según lo revelado por fuentes gubernamentales, se espera que en los próximos días se publiquen en el Boletín Oficial las resoluciones que reflejen la reducción de subsidios al consumo de gas y una revisión al alza en los ingresos de productores, transportistas y distribuidores del combustible. Esta medida, que se enmarca en un esfuerzo por reducir el déficit fiscal en el sector energético, tendrá un efecto directo en los usuarios de gas de todo el país.
De acuerdo con un análisis realizado por la consultora Economía y Energía, se prevé un aumento significativo en las tarifas para distintos estratos de la población. Para los usuarios de altos ingresos (N1), se estima que las subas serán del 117%, 37% y 76% en los meses de febrero, marzo y abril respectivamente. Esto significa que el costo de la factura pasaría de $4.558 en enero a $23.772 en abril, representando un aumento del 422%.
Por otro lado, los usuarios de menores ingresos (N2) serán los más afectados por estas medidas, con incrementos proyectados del 134%, 86% y 83% en los mismos meses. En este caso, las facturas podrían saltar de $2.179 en enero a $17.356 en abril, con una diferencia de hasta un 697%, convirtiéndose así en el segmento más golpeado por el aumento tarifario.
En cuanto a los usuarios de ingresos medios (N3), se espera que experimenten subas del 180%, 66% y 65%, lo que llevaría el costo de la factura de $3.104 a $23.772 en abril, con un acumulado del 666%.
Si bien estas proyecciones son preocupantes para muchos hogares, existe la posibilidad de que el Gobierno introduzca una tarifa plana que busque suavizar el impacto de los aumentos estacionales. Esta medida podría ayudar a distribuir de manera más equitativa el costo del gas a lo largo del año, reduciendo así la carga financiera para las familias.
La estimación de las tarifas finales para Metrogas se basa en ciertos supuestos, incluyendo el precio del gas natural y los incrementos solicitados por las compañías de transporte y distribución. En la actualidad, el precio final de las facturas se compone en un 36% por el costo de producción de gas, un 13% por el costo de transporte, un 26,2% por la distribución residencial y un 24,7% restante por impuestos.
El objetivo declarado del Gobierno es avanzar hacia un déficit cero en el sector energético. Según datos de Economía & Energía, en el primer bimestre de 2024, el Tesoro transfirió solamente USD 383 millones en concepto de subsidios a la luz, el gas natural y otras formas de energía. Esta cifra representa una reducción significativa en comparación con años anteriores, lo que refleja el compromiso del Gobierno con la estabilidad fiscal.
Durante la última audiencia pública, las empresas del sector energético propusieron que los aumentos estén vinculados al Índice de Precios Internos al por Mayor (IPIM) del Indec. Esta indexación mensual podría brindar cierta previsibilidad a los usuarios en cuanto a los aumentos futuros, aunque aún está por verse cómo se implementará en la práctica.
El secretario de Energía, Eduardo Rodríguez Chirillo, anunció una "readecuación progresiva de subsidios" durante los próximos tres meses, con el objetivo de que los usuarios paguen el costo total del gas. Se espera que esto implique un recorte del 33% en la asistencia durante los inicios de febrero, marzo y abril, llevando el costo del gas de 0,7 USD a USD 4,1 por millón de BTU, un salto de casi 500 por ciento.
Sin embargo, es importante destacar que el cronograma propuesto no se siguió al pie de la letra, lo que podría generar incertidumbre entre los usuarios sobre cuándo y cómo se aplicarán los aumentos.