Los aumentos en planes para la niñez corren detrás de la inflación
Preocupa en la Defensoría de Niños, Niñas y Adolescentes la interrupción en la entrega de alimentos secos a comedores comunitarios y la discontinuidad del plan Enia, de prevención de embarazo adolescente e infantil. El aumento en las asignaciones en relación con la Canasta Básica y el foco en jóvenes de 15 años.
Los aumentos en planes para la niñez corren detrás de la inflación
El 26,6% de la población nacional (12,2 millones) son niñas, niños y adolescentes; el 58,5% vive en hogares pobres y el 18,9 en la indigencia. Con estos datos, que describen un escenario complejo, arrancó su presentación Marisa Graham, Defensora de Niñas, Niños y Adolescentes, ante la comisión de Familias, Niñez y Juventudes de la Cámara de Diputados, que preside la radical Roxana Reyes (Santa Cruz). Fue su primera exposición en el Congreso nacional luego de la asunción del gobierno de Javier Milei.
Junto con el defensor adjunto Facundo Hernández, trazó una radiografía de la situación de ese amplio sector social, con foco en temas centrales como las asignaciones, la alimentación y la salud. Y ofreció cifras pero también interpretaciones de esas cifras que permiten reevaluar y recalibrar algunos anuncios oficiales.
Vamos por partes: "Hay 9.602.428 personas que reciben asignaciones", fue el dato que recuperó en la presentación y corroboró luego en diálogo con El Litoral cuando volvió a destacar como positiva la decisión de duplicar el monto de la Asignación Universal por Hijo (AUH), de las asignaciones familiares y de la Tarjeta Alimentar. Aunque, como se verá, es una novedad que ofrece matices.
"Si bien esos incrementos en diciembre fueron importantes porque aumentaron el poder adquisitivo de las prestaciones, tuvieron una caída por inflación de enero, febrero y marzo. Ahí volvió a levantar un poco, porque en marzo había una adecuación trimestral por movilidad, pero no alcanza los niveles de diciembre: siempre van a la baja, producto del aumento de los precios".
Marisa Graham, Defensora nacional de Niños, Niñas y Adolescentes.
El cálculo es el siguiente: "Los niños de hasta los 2 años de edad, si reciben la AUH más la Tarjeta Alimentar más el Plan de los 1000 días que también aumenta en mayo (pasa a casi 20 mil pesos), cubren el 73,2 % de la Canasta Básica Total. Pero los de 3 a 5 años, cubren el 50 %, y entre los 6 y 14, el 37,7 %".
¿Por qué se hace un corte a los 14 años? Porque hasta esa edad las familias reciben la Tarjeta Alimentar, "mientras que para chicos de 15, 16 y 17, que no la reciben, lo que se cubre de la CBT en un 16,9 %".
Por otro lado, la Defensoría viene planteando desde su creación que no es el 100 % de la Tarjeta Alimentar lo que se cobra, sino el 80, "porque el resto se retiene y se entrega acumulado cuando el padre o la madre (en general son madres) presentan las condicionalidades de Educación y Salud". Entonces, por mes no se reciben los 52.554 pesos (que sería el monto con aumento más ajuste trimestral) sino 42.000. Y, además, ese 20 % acumulado de 12 meses tampoco se entrega actualizado "por lo que al día de hoy significaría 10.511 pesos".
En otras asignaciones como el salario familiar, en el tramo 1 de trabajadoras y trabajadores registrados, se cobran 26.277 pesos, poco más de la mitad de la AUH. "Eso desprestigia el sistema de seguridad social para niñas, niños y adolescentes que, vale aclarar, no es un programa ni un plan, sino que surge del art. 26 de la Convención de los Derechos del Niño".
En el caso de las becas Progresar, "un excelente plan que esperamos que no se discontinúe", tuvieron muy buenos resultados para chicos y chicas de 16 y 17 años". En este punto aclara que antes existía a partir de los 18 y "por una incidencia importante de la Defensoría, el ex ministro (Jaime) Perczyk tomó nuestra solicitud de bajar el piso porque en esas edades tenemos el mayor desgranamiento". De esta manera, "los chicos que están en el Progresar mejoran un poco su condición, pero quedan aquellos de 15 años que no reciben ni esta beca ni la Tarjeta Alimentar, y son los más desprotegidos: es en esa franja donde siempre ponemos una mirada más punitiva que de protección de sus derechos".
Comedores comunitarios
A todo esto se suma un problema acuciante: el de comedores comunitarios y merenderos en los que se interrumpió la entrega de alimentos secos. "Hicimos un relevamiento de 223 comedores para establecer los que dejaron de recibir alimentos secos a principios de año. Mandamos pedidos de informes y tuvimos reuniones; sí se mantuvo la entrega de transferencias en aquellos que reciben fondos a través del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), pero no los que reciben alimentos secos en forma directa. Ese es un problema grave, porque muchos comedores o merenderos cerraron, pero colapsaron al que está a diez cuadras, una situación que observamos en forma directa y que trabajamos en conjunto con defensores provinciales, organizaciones sociales, curas villeros".
"La respuesta que tuvimos fue que hubo un cambio en la modalidad de prestación. Como Defensoría, no hacemos una crítica a la nueva modalidad, que no conocemos; pero pedimos que en esta y otras políticas, mientras se cambian las formas, no se interrumpa la prestación".
El tema derivó en distintas actuaciones, incluida una medida cautelar. Y hasta el viernes, cuando se hizo esta entrevista, el servicio no se había restituido.
Otro de los temas que preocupa a la Defensoría es el de seguridad alimentaria y el acceso económico a productos saludables, nutritivos y seguros. "Logramos que se cumpla con la Ley de Etiquetado Frontal. El tema que estamos trabajando con la Sociedad Argentina de Pediatría y el Ministerio de Salud (esperemos continuar con esta gestión) es el de los entornos escolares: en los kioscos y cantinas de establecimientos públicos y privados se venden bebidas azucaradas y alimentos que no cumplen con esos requisitos".
Salud
Pero las asignaciones y la alimentación de niños, niñas y adolescentes no son los únicos temas que preocupan a la Defensoría. En materia de salud, se tiene que el 35,6 % de toda la población utiliza el sistema público, pero en población infantil esa cifra aumenta al 44,9 %. "La preocupación es que, con mucha gente que migra de la salud privada, el sistema público se colapsa".
A esto se suma la baja en la tasa de vacunación que, en la población infantil, "está por debajo de los niveles óptimos históricos del país". Ese nivel óptimo es el que impide que regresen enfermedades endémicas y fueron erradicadas, como el sarampión.
Pero hay otro tema "gravísimo" y es la falta de pediatras, que "no es decisión de ninguno de los tres poderes del Estado, pero es un problema grave que se repite en todo el país". En este tema se trabaja en conjunto con la Sociedad Argentina de Pediatría y Educación: "La carrera con la especialidad es larguísima, entre 10 y 12 años, y el pediatra, como el médico clínico, está muy mal pago".
"Tenemos que incentivar a las y los estudiantes para que elijan esta especialidad y para eso la única opción es reducir las residencias en Pediatría porque es un tema que se va a ver con el tiempo y es complicado".
La discontinuidad del plan ENIA que se orienta a la prevención de embarazo adolescente e infantil, es una de las prioridades en la agenda de la Defensoría de Niñas, Niños y Adolescentes.
Embarazo adolescente
La discontinuidad del Plan Nacional de Prevención del Embarazo No Intencional en la Adolescencia (Enia), plantea un desafío prioritario en la agenda de la Defensoría y de numerosos organismos que se pronunciaron al respecto en los últimos días. "Desde su creación en 2017 este programa logró que bajara la tasa de embarazo adolescente e infantil donde, claramente, hay víctimas de un abuso. De 2019 a 2022, esa tasa descendió en un 52 % en adolescentes y un 61 % en niñas".
En este punto, Graham advirtió que "un buen plan que funciona y presenta buenos resultados, tiene que continuar; mejorado, aggiornado, pero no tiene que ser desarticulado". Y va más allá: "Hay que despojarse de los prejuicios porque el Enia logró un cambio cultural, de manera que las chicas se cuidan más porque tienen más información, y los varones tomaron conciencia de que también se tienen que cuidar".
"Todos los programas que Nación interrumpe o en los que desvincula personal impactan en las provincias", aclara la defensora. Esto es así porque "no hay niño que nazca o viva en la Nación: todos están en una jurisdicción".
El dato es oportuno porque también hubo desvinculaciones en el plan de 1000 Días y cambios en la Dirección de Asistencia Directa por Situaciones Especiales (DADSE) que derivaron en interrupción de tratamientos, por ejemplo, oncológicos.
La recomendación general de Graham, para este y todos los temas de incumbencia de la Defensoría, es que "los intereses de niñas, niños y adolescentes tienen que estar en el centro de todas las políticas".