Mario Cáffaro
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El Frente Progresista atravesó una semana difícil merced a la decisión elegida por el Poder Ejecutivo ante la anunciada salida de Aufe de la concesión de la autopista Santa Fe - Rosario lo que provocó fuerte ruido político. La contratación directa de dos empresas para la transición no le fue comunicada a los integrantes de la alianza gobernante y sus dirigentes se enteraron del camino elegido por los medios al igual que la oposición. Pero además, la puerta elegida nunca había sido expuesta por el ministro de Aguas, Servicios Públicos y Medio Ambiente, Antonio Ciancio, ante legisladores cuando fue a hablar sobre el futuro de la concesión.
El jueves, cuando el justicialista Luis Rubeo instaló el tema en el recinto de Diputados, las voces críticas del oficialismo se cuidaron de hablar de la contratación directa pero en cambio, expusieron diferencias sobre la decisión del Ejecutivo de mantener la concesión. “Si desde el Estado no somos capaces de administrar 160 kilómetros de ruta qué podemos esperar”, señaló Santiago Mascheroni.
“Hoy, frente a la finalización del contrato con Aufe y la adjudicación directa de la concesión a la UTE Edeca - Supercemento, seguimos convencidos de que el mejor camino para los intereses de los santafesinos es poner nuevamente en manos del Estado el manejo del corredor vial más importante de la provincia, ya que une las dos mayores sedes de gobierno, y moviliza el mayor tránsito de personas y bienes de nuestro territorio” dijo en el mismo recinto, otro oficialista, Antonio Riestra.
“La premura del proceso y el cambio de criterio al expuesto ante la Cámara son razones suficientes para citar al ministro. Por ahora no abrimos juicios, queremos escuchar y luego tomaremos la postura” fue lo dicho por otro radical, Darío Boscarol. La frase deja ver la soledad con que el ministerio de Aguas tomó la decisión.
Desde el PDP, Luis Mauri advirtió que “el llamado a licitación pública es el único camino para terminar con la actual inseguridad vial y jurídica” y aclaró que “la contratación directa, aunque sea temporal, no constituye una solución al problema, sino que por el contrario agregará dificultades en el camino de la solución definitiva del problema”.
Una mirada hacia atrás
En la reunión de Labor Parlamentaria, el acuerdo entre jefes de bloque fue citarlo a Ciancio. El receso -que en la Legislatura será de tres semanas- puso fecha a la cita para el 28, dos días antes de la fecha de apertura de sobres para la licitación. Pero además, se acordó elevarle una serie de preguntas -contenidas en el pedido de interpelación firmado por Luis Rubeo- para que el ministro sepa claramente hacia adónde apuntan las dudas.
También el recinto no tuvo eco un proyecto de los diputados obeidistas para dejar sin efecto la concesión otorgada a estas dos empresas y que el Ejecutivo se haga cargo “hasta tanto se proceda a la realización de una licitación nacional e internacional”.
Mascheroni y Riestra no se privaron de recordarle al justicialismo que la concesión de servicios a manos de terceros fue política de administraciones de ese color político. El primero rememoró sus críticas intervenciones allá por los 90 cuando la mayoría de entonces avalaba en la Legislatura esas decisiones. “El capital privado jugó con la provincia, cuando no le convienen pegan el portazo y se van”, recordando lo ocurrido con Aguas.
“Recibimos el final de una concesión que no fue exitosa y que tuvo una coronación cuando en el 2002 a través de un decreto se perdonaron los incumplimientos de las metas y objetivos que establecía la concesión, mucho de los cuales nos hubiese permitido encontrar con otro tipo de autopista, en otro tipo de condiciones” aclaró el socialista Raúl Lamberto, uno de los pocos que defiende a capa y espada la salida. “Los responsables de lo que pasó tiempo atrás siempre nos piden que miremos para adelante. Que miremos para adelante con Aguas Provinciales, con la EPE, con el Banco Provincia de Santa Fe, y ahora que miremos para adelante con la autopista. En realidad cuesta mucho asumir las responsabilidades de los verdaderos responsables”, acotó.
Justificó la no convocatoria a licitación el año pasado por el desinterés de las empresas en asumir caminos, menos aquellos sin subsidios como el caso de la ruta santafesina. “Algunos se preocupan mucho de buscar siempre en los errores o defectos de la provincia de Santa Fe y siempre omitimos la verdad de todo lo que pasa en el orden nacional”.
Después pasó a justificar la contratación directa. “¿Cuál es la lógica en general de las concesiones? Que la transición la haga la misma empresa que tiene la concesión. Les guste o no es la práctica habitual. Y en el orden nacional pasa lo mismo, se prorrogaron las concesiones por años y de eso no se habló como lo hace hoy la oposición en el caso de la autopista santafesina. Se pensó por un lapso de seis meses que Aufe permaneciera en la concesión hasta que termine el proceso licitatorio. El 14 de junio de 2010, Aufe acercó a este gobierno condiciones que eran muy difíciles de sostener para permanecer en la transición. Solicitaron no pagar canon, aumentar el peaje y eludir responsabilidades futuras, por lo que entiendo que es correcto y adecuado lo actuado por el gobierno de la provincia cuando determinó que Aufe no siga a cargo de la concesión por 6 meses”.
En el remate, el socialista marcó la línea del Ejecutivo “la contratación directa de dos empresas para que se hagan cargo de la concesión de la autopista si el acto está justificado desde el punto de vista económico y administrativo y además si es por un período acotado para la transición, porque la decisión del gobierno es que se explote mediante una concesión”.
Las otras respuestas las deberá dar Ciancio y esperar saber si el 30 hay oferentes. Caso contrario, el debate interno en el Frente cobrará mayor fuerza.
Peajes
En un momento de su exposición, Lamberto preguntó al cuerpo y se respondió: “¿Saben cuánto es la red vial concesionada nacionalmente? 7.351 kilómetros ¿Y el aporte estatal? significa 11.763.453.995 pesos. Y la autopista Rosario Santa Fe/Santa Fe Rosario, son 170 kilómetros. Es imposible, siendo parte de una red de rutas del país, definir una política de concesiones al margen de lo que pasa en el país y además sin recibir subsidios, pues la autopista Santa Fe-Rosario es la única en todo el país que no recibe subsidios”.
Después recordó que la licitación de corredores nacionales quedó prácticamente desierta en la primera licitación por lo que el proceso debió ser relicitado donde los concesionarios el único compromiso que tienen es mantenimiento, ya que las obras están a cargo del Tesoro nacional.